Cultura

El recuerdo, una lucha contra el olvido

En la mesa Contra el olvido: Memoria y literatura se reunieron cuatro autores de Castilla y León para hacer un viaje por la memoria y el recuerdo

GUADALAJARA, JALISCO (05/DIC/2010).- En esta Feria Internacional del Libro de Guadalajara, ¿qué recuerda de la semana? En este día de su vida, ¿recuerda su suéter favorito de la infancia o a su primer amor? ¿Recuerda esos viejas películas que lo hicieron estremecer? ¿De qué parte de la ciudad salió usted?  ¿Y qué me dice de esa calle que era su mundo, sus amigos sus cómplices y sus juegos su único quehacer?

¿Qué es el recuerdo y qué intentamos con el olvido? La memoria, dice Antonio Gamoneda, ese poeta español que cierra los ojos para recordar sus frustraciones de la infancia, es lo único que nos queda para vivir, pero “la memoria tiene mucho de olvido y lo que yo recuerdo de mi infancia es la represión sangrienta, pero mucho más la represión del hambre”.

En la mesa Contra el olvido: Memoria y literatura en Castilla y León se reunieron cuatro autores de la región invitada de honor, Castilla y León, para hacer un viaje por la memoria y el recuerdo. Uno de ellos es Abel Hernández, quien narró cómo recuerda su aldea muchos años después de que salió rumbo a la ciudad, y citó fragmentos de su obra para recordar su terruño: “Sobrecoge el silencio. No he oído en todo el recorrido ninguna voz humana y animal, pero he tenido la extraña sensación de que me acompañaban en el recorrido las almas de los muertos con las que había convivido de niño”

Para Abel, la preocupación de sus arrugas es que “la marea urbana algún día terminará con el mundo rural, y este mundo es el que ha hecho la cultura de España; Unamuno era un señorito de ciudad, y sabe que ese recuerdo de Sargano, el lugar en que nació, no es sólo de él, porque lo universal es lo local pero sin paredes”.

Hernández está convencido de que “lo que se ama permanece y que el olvido es la muerte”.

Posteriormente, Gamoneda tomó la palabra para recordar que a los cinco años de edad salió de su ciudad, “en una calle entre balazos”, y a una pobre mujer que se volvió loca y que todas las noches se desnudaba frente a su casa, “donde cantaba al mismo tiempo que mi canario lo hacia”.

El recuerdo, dijo, es una lucha contra el olvido, porque el olvido es la muerte.

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