El filo de un machete se clava en el Museo de la Ciudad
El proyecto 'Superposición' externa una manifestación violenta con matices estéticos
El texto de Alejandro Cámara, colega de Rico y que acompaña al quehacer artístico explica que "inflige una edípica herida que continúa la línea que ha caracterizado su práctica artística de los últimos años: libertad creativa que le permite explorar y experimentar con la materialidad de los objetos al tiempo en que reflexiona en cómo estos son percibidos, utilizados o contenidos, integrando así al espectador en un modelo de participación activa y (re) significado de sus piezas".
Gabriel, quien también trabaja con la galería Curro & Poncho, manifiesta que montar este tipo de propuestas es para que cada persona se forje una propia opinión y discierna sobre sí lo que ve atenta o no contra un modelo social ya establecido. "A través de los años me he dado cuenta que todos los procedimientos (burocráticos) son recurrentes y no te los puedes brincar. Al final con lo que yo me quedo es con el arte, más allá de lo que te da exponer en un museo, pero que es súper necesario, como artista tienes que hacerlo y entender que las instituciones de este tipo son las que se dedican a la promoción y gestión de proyectos para todo el público".
El artista también externa que esta pieza no es para tener en casa o en la calle. "Tal vez en la calle podría funcionar porque atentas contra el espacio público, pero en realidad el espacio público me encanta, no tengo ninguna crítica que hacerle a ese espacio, por eso es la intención de hacerlo en un museo que puede ser cualquiera; la proyección que se logra no sólo es imponer la pieza en el patio, sino que ésta trabaje con los elementos que hay, como el sol, la sombra y entender el espacio".
El otro mensaje que quiere revelar a través del machete y el muro del museo es la historia de la mitología griega, con el rey Edipo, quien asesina a su padre y se casa con su madre. "La figura institucional del recinto yo la relaciono con el lado paterno que provee, que procura y al final educa, además del cariño incondicional de la madre y el calor con el que agasaja que es lo que a mí me interesa del arte, la experiencia de sentirme conforme y a gusto con el trabajo; es como un triangulo amoroso del que no te puedes brincar y eres parte, puedo atentar contra la institución pero no puedo negarla".
Mónica del Arenal, directora del Museo de la Ciudad señala que el proceso para que Gabriel Rico se presentara con esta pieza fue lento, puesto que para hacer instalaciones o intervenciones contemporáneas se tiene que abordar el tema de la ciudad, el epicentro deber ser claramente Guadalajara o la región, desde cualquier problemática o circunstancia como la movilidad, el patrimonio, los movimientos sociales y la historia. "Yo no encontraba de qué manera se podía anclar un proyecto de él en ese contexto de la vocación del museo, me apegué a un rigor de temática con Gabriel, fue un diálogo bastante largo, él fue muy paciente para plantear una propuesta racional y al mismo tiempo artística. Al final él está criticando que a veces nos ceñimos a esquemas sumamente rígidos y el Museo de la Ciudad seguirá siendo así".
SABER MÁS
Gabriel Rico ha expuesto en América, Europa y Asia como Corea del Sur, Bélgica y España. En su trabajo la violencia siempre está presente pero no en un sentido de crítica negativa, sino de buscar que la estética hable por ella. El próximo 25 de enero, él y Octavio Abúndez estarán exponiendo en conjunto sus anteriores trabajos para darles una relectura, aún no tiene nombre la muestra, pero se albergará en la galería Curro & Poncho. "He expuesto en muchos lugares, he intentado que las puertas no se me cierren, es bien importante para mí trabajar con instituciones del lugar en donde vivo y no perder de vista el lugar en donde te desarrollas".
Para apreciar su pieza "Superposición" visita el Museo de la Ciudad de martes a sábado de 10:00 a 17:30 horas y los domingos de 10 a 14:30.
EL INFORMADOR / ENRIQUE ESPARZA