Cultura
Edvin Marton deleita en el Diana
El violinista apareció en el escenario con un excéntrico traje blanco y negro en el que destacaban aplicaciones en color plata
GUADALAJARA, JALISCO (29/SEP/2010).- Un espectáculo en el que se descontextualizó la formalidad de la música clásica, y en el que se interpretaron marchas, polkas y valses, fue el que presentó en el Teatro Diana el violinista húngaro Edvin Marton, quien acompañado por la Orquesta Strauss de Viena, durante aproximadamente dos horas de concierto deleitó a cerca de mil personas que ahí se dieron cita.
Con 15 minutos de retraso comenzó el espectáculo, y los primeros en salir a escena fueron ocho músicos, quienes vestidos con vistosos trajes que combinaban los colores azul y blanco, fueron precedidos por ocho mujeres ataviadas con ropas en tonalidades pastel.
Acto seguido, Edvin Marton apareció en el escenario con un excéntrico traje blanco y negro en el que destacaban aplicaciones en color plata.
Con actitud de estrella pop, el músico húngaro fungió como director de orquesta durante la primera parte del recital, en la que los músicos interpretaron piezas de Mozart, Vivaldi y Strauss.
Mientras la orquesta ejecutaba dichas piezas, una pareja de cantantes subió al escenario mientras Marton quitaba el halo de formalidad del evento haciendo algunas bromas que fueron celebradas por el público.
Posteriormente Edvin Marton salió a escena con un violín en la mano y dijo en español: “Buenas noches, bienvenidos. Yo toco para ustedes el Stradivarius”, e interpretó Las cuatro estaciones, de Vivaldi.
Después de 15 minutos de intermedio, la velada continuó con la pieza Schön Rosmarin, de F. Kreisler, al que los músicos dotaron con toques de comicidad al incluir el sonido de aves.
Uno de los momentos emotivos de la noche vino cuando sonaron los acordes de El Danubio azul, que el artista ligó con La marcha de Radetzky y al finalizar recibió ovaciones por parte del público que de pie se entregó en aplausos a los músicos europeos.
Para finalizar, Edvin Marton y la Orquesta Strauss de Viena interpretaron una versión especial de Cielito lindo.
Los temas más ovacionados
Las cuatro estaciones
La sangre de Viena
Tic Tac
Mein herr Marquis
El Danubio azul.
Con 15 minutos de retraso comenzó el espectáculo, y los primeros en salir a escena fueron ocho músicos, quienes vestidos con vistosos trajes que combinaban los colores azul y blanco, fueron precedidos por ocho mujeres ataviadas con ropas en tonalidades pastel.
Acto seguido, Edvin Marton apareció en el escenario con un excéntrico traje blanco y negro en el que destacaban aplicaciones en color plata.
Con actitud de estrella pop, el músico húngaro fungió como director de orquesta durante la primera parte del recital, en la que los músicos interpretaron piezas de Mozart, Vivaldi y Strauss.
Mientras la orquesta ejecutaba dichas piezas, una pareja de cantantes subió al escenario mientras Marton quitaba el halo de formalidad del evento haciendo algunas bromas que fueron celebradas por el público.
Posteriormente Edvin Marton salió a escena con un violín en la mano y dijo en español: “Buenas noches, bienvenidos. Yo toco para ustedes el Stradivarius”, e interpretó Las cuatro estaciones, de Vivaldi.
Después de 15 minutos de intermedio, la velada continuó con la pieza Schön Rosmarin, de F. Kreisler, al que los músicos dotaron con toques de comicidad al incluir el sonido de aves.
Uno de los momentos emotivos de la noche vino cuando sonaron los acordes de El Danubio azul, que el artista ligó con La marcha de Radetzky y al finalizar recibió ovaciones por parte del público que de pie se entregó en aplausos a los músicos europeos.
Para finalizar, Edvin Marton y la Orquesta Strauss de Viena interpretaron una versión especial de Cielito lindo.
Los temas más ovacionados
Las cuatro estaciones
La sangre de Viena
Tic Tac
Mein herr Marquis
El Danubio azul.