Cultura
31 Minutos, la televisión que se hizo inteligente
Dos de los creadores de este noticiero ecologista, pacifista y educativo, visitan hoy Guadalajara para presentar una conferencia magistral en el campus del ITESO
GUADALAJARA, JALISCO (06/ABR/2011).- Televisión para niños inteligentes. Por años, los estudiosos y especialistas criticaron los contenidos de los programas hechos para los más pequeños, hasta que poco a poco comenzaron a conocerse fórmulas y formatos que han contribuido a cambiar la noción de la “caja idiota”.
Uno de los más celebrados ejemplos de los últimos años surgió en Chile en 2002 y fue una serie de humor con toscas marionetas que producían un noticiario, que llegó hasta México por las señales de Once TV y Nickelodeon: 31 Minutos.
Dos de los creadores de este noticiero ecologista, pacifista y educativo, visitan hoy Guadalajara para presentar una conferencia magistral que inaugurará el encuentro universitario DSemboca, a las 9:00 horas, en el campus del ITESO.
Los invitados son los periodistas Pedro Peirano y Álvaro Díaz, fundadores de este experimento de televisión que consiguió tres temporadas, tres discos con música original –más un tributo en el que participaron artistas como Ximena Sariñana, el tacubo Rubén Albarrán y Belanova–, paquetes de DVD, una película, numerosos apoyos a campañas de publicidad ciudadana y varios premios internacionales a televisión educativa y de entretenimiento. Ambos hablarán en el ITESO acerca de la experiencia de producir 31 Minutos.
Los niños (y adultos) que conozcan 31 Minutos podrán explicarle fácilmente a sus padres cómo fue este noticiario, conducido por el divo del periodismo Tulio Triviño Tufillo: incluía no sólo “notas” de entretenimiento basadas en chistes, sino también parodias y miradas irónicas a asuntos de Chile y América Latina.
El reportero estrella, por ejemplo, era un conejo rojo, estrábico y adicto a las apuestas bautizado Juan Carlos Bodoque, que preparaba reportajes sobre problemas ambientales reales, como el desperdicio del agua –un tema tan cercano a los tapatíos–, la contaminación de las aguas negras –otra vez, algo familiar para Guadalajara– y los descuidos que producen incendios forestales –¿les suena a algo, vecinos de Los Colomos, El Nixticuil y La Primavera?–.
Otros personajes eran el súper héroe Calcetín con Rombos Man, una media con gafas y superpoderes cuya responsabilidad era defender los derechos universales del niño; Policarpo Avendaño, un reportero de espectáculos de la “vieja guardia” muy similar a los conductores de los programas mexicanos de paparazzi, que organizaba un popular top de videos musicales originales, con rock, rap gvangsta y baladas románticas como Diente blanco, no te vayas; y Mico el Micófono, profesional de las encuestas en la calle a ciudadanos comunes.
Aunque Peirano y Díaz ya dejaron atrás a 31 Minutos, el éxito internacional del programa –avalado por reconocimientos como el prestigioso Prix Jeunesse Iberoamericano y nominaciones al Emmy Internacional– los ha mantenido ofreciendo charlas en el continente sobre su experiencia.
La cita de hoy es para los inscritos al Congreso Dsemboca del ITESO o, para el público en general, hay precios diferentes con paquetes que les permitirán entrar a otras actividades del encuentro universitario. 9:00 am, en el Auditorio Pedro Arrupe del campus del ITESO.
Uno de los más celebrados ejemplos de los últimos años surgió en Chile en 2002 y fue una serie de humor con toscas marionetas que producían un noticiario, que llegó hasta México por las señales de Once TV y Nickelodeon: 31 Minutos.
Dos de los creadores de este noticiero ecologista, pacifista y educativo, visitan hoy Guadalajara para presentar una conferencia magistral que inaugurará el encuentro universitario DSemboca, a las 9:00 horas, en el campus del ITESO.
Los invitados son los periodistas Pedro Peirano y Álvaro Díaz, fundadores de este experimento de televisión que consiguió tres temporadas, tres discos con música original –más un tributo en el que participaron artistas como Ximena Sariñana, el tacubo Rubén Albarrán y Belanova–, paquetes de DVD, una película, numerosos apoyos a campañas de publicidad ciudadana y varios premios internacionales a televisión educativa y de entretenimiento. Ambos hablarán en el ITESO acerca de la experiencia de producir 31 Minutos.
Los niños (y adultos) que conozcan 31 Minutos podrán explicarle fácilmente a sus padres cómo fue este noticiario, conducido por el divo del periodismo Tulio Triviño Tufillo: incluía no sólo “notas” de entretenimiento basadas en chistes, sino también parodias y miradas irónicas a asuntos de Chile y América Latina.
El reportero estrella, por ejemplo, era un conejo rojo, estrábico y adicto a las apuestas bautizado Juan Carlos Bodoque, que preparaba reportajes sobre problemas ambientales reales, como el desperdicio del agua –un tema tan cercano a los tapatíos–, la contaminación de las aguas negras –otra vez, algo familiar para Guadalajara– y los descuidos que producen incendios forestales –¿les suena a algo, vecinos de Los Colomos, El Nixticuil y La Primavera?–.
Otros personajes eran el súper héroe Calcetín con Rombos Man, una media con gafas y superpoderes cuya responsabilidad era defender los derechos universales del niño; Policarpo Avendaño, un reportero de espectáculos de la “vieja guardia” muy similar a los conductores de los programas mexicanos de paparazzi, que organizaba un popular top de videos musicales originales, con rock, rap gvangsta y baladas románticas como Diente blanco, no te vayas; y Mico el Micófono, profesional de las encuestas en la calle a ciudadanos comunes.
Aunque Peirano y Díaz ya dejaron atrás a 31 Minutos, el éxito internacional del programa –avalado por reconocimientos como el prestigioso Prix Jeunesse Iberoamericano y nominaciones al Emmy Internacional– los ha mantenido ofreciendo charlas en el continente sobre su experiencia.
La cita de hoy es para los inscritos al Congreso Dsemboca del ITESO o, para el público en general, hay precios diferentes con paquetes que les permitirán entrar a otras actividades del encuentro universitario. 9:00 am, en el Auditorio Pedro Arrupe del campus del ITESO.