PARTE 2 DE 4Tapatío de origen y de corazón, don Jorge Álvarez del Castillo Zuloaga vio la luz primera en esta ciudad el 22 de enero de 1917, mismo año en que nació EL INFORMADOR. Fueron sus padres el periodista don Jesús Álvarez del Castillo Velasco y la señora Manuela Zuloaga.“Correspondió a mi padre -recuerda su hijo Jaime-, el cambio del sistema de impresión caliente (linotipos) al frío, con cintas perforadas a través de computadora”. Además, creció la empresa, con formatos modernos.Don Jorge posicionó al periódico en la vanguardia tecnológica y en equipo humano con el firme compromiso de dar a los jaliscienses información oportuna, veraz y con un criterio positivo, constructivo, orientador y de respeto a la dignidad humana.Lee también: Una historia en cuatro generaciones: Don Jesús, fundador (Parte 1 de 4)Entre los numerosos reconocimientos que recibió don Jorge por parte de diversos sectores públicos y privados, instituciones académicas, deportivas y culturales, organismos sociales y de ayuda humanitaria, figura la condecoración “Ramón Corona” que le otorgó el Congreso del Estado de Jalisco el 7 de octubre de 1992, “por destacar de manera sobresaliente en el cultivo de los valores humanos, en su grave responsabilidad de informar con veracidad y oportunidad, a través del diario EL INFORMADOR de esta capital”.Asimismo, en el marco de la celebración del 75 aniversario del periódico, el Concejo Municipal de Guadalajara le rindió un histórico homenaje al 4 de octubre de 1992 al imponer el nombre de “Avenida Circunvalación Jorge Álvarez del Castillo” a la antigua Avenida Circunvalación Providencia.De igual manera, en sesión solemne de Cabildo, celebrada el 14 de febrero de 2001, el presidente municipal Fernando Garza Martínez le entregó la medalla “Ciudad de Guadalajara” al mérito ciudadano.Otra importante distinción le fue conferida el 19 de diciembre de 2003, cuando recibió la medalla “Francisco Arroyo Chávez”, del Consejo de Colaboración Municipal de Guadalajara.En junio de 2004, recibió también la Medalla al Mérito, que otorga la Fundación “Víctor Sarquís Merrewe”.En este mismo año, el 8 de noviembre, fue develada su estatua en el Jardin San José, frente a la Fundación “Jesús Álvarez del Castillo”.El 1 de diciembre del mismo año la Universidad de Guadalajara lo distinguió como el “Bibliófilo 2004”, motivo por el cual le rindió un emotivo homenaje. Igualmente, el 8 de marzo de 2005 el grupo de Jóvenes Empresarios de la Coparmex Jalisco, le otorgó el galardón “Salvador López Chávez”, al Mérito a la Innovación.Unió su vida con la señora Stella Gregory Remus, de cuyo matrimonio nacieron Jaime, Carmen, Mónica, Estela y Carlos.Muy joven aún, fue llamado por su padre para integrarse al equipo de trabajo de EL INFORMADOR, realizando sus primeras labores en los departamentos de Publicidad y Fotografía. Años después trabajó también en las áreas Cultural y Editorial.Fue en esta misma ciudad donde realizó sus estudios de primaria y secundaria. Cursó la preparatoria en Estados Unidos, de donde volvió más tarde para estudiar Derecho en la Universidad Autónoma de Guadalajara. También hizo estudios de ingeniería civil, arquitectura y periodismo en México, Monterrey, Veracruz, Mérida y Torreón.A la muerte de su padre, el 25 de mayo de 1966, asumió la responsabilidad como Director-Editor del periódico y se dio a la tarea de modernizarlo, sustituyendo los sistemas tradicionales por técnicas avanzadas, en un proceso permanente de cambios que continúan hasta la fecha bajo la dirección de su hijo Carlos y de su nieto Juan Carlos.Atento siempre a la buena marcha de su periódico, don Jorge acostumbraba recorrer sorpresivamente Redacción, Talleres, Fotomecánica, Fotografía y demás departamentos, a cualquier hora del día, de la noche o de la madrugada, para saber cómo iban las cosas, y si era necesario ordenar modificaciones. Don Jorge falleció en esta ciudad la mañana del 6 de junio de 2005, dejando entre quienes le conocimos gratísimos recuerdos y enorme gratitud por su generosidad, don de gente, cariño y entrega por la tierra que lo vio nacer.Un día después de su fallecimiento, EL INFORMADOR publicó, en medio de otras muchas muestras de gratitud y reconocimiento de los más diversos sectores sociales, el editorial titulado “Don Jorge”, que en uno de sus párrafos dice:“El cariño por Jalisco, Guadalajara y su gente, fue el móvil de sus acciones. Por eso no extraña que un hombre lleno de fe en la vida, característica de las almas grandes, luchara siempre por plasmar en el quehacer cotidiano de EL INFORMADOR una parte esencial de su personalidad a través de su constante recomendación a los redactores de este diario, para hacer un periodismo positivo, constructivo y orientador.Con el fin de enriquecer los acervos culturales y promover la difusión del arte en Guadalajara, creó la Fundación “Jesús Álvarez del Castillo”, de la cual fue presidente honorario hasta su muerte.Su constante interés por la promoción cultural, lo llevó a formar una gran biblioteca, administrada hoy por la Universidad de Guadalajara, misma que abrió sus puertas en 1988.Dentro de su contenido de microfilm este acervo guarda, entre otros tesoros bibliográficos, la Crónica de la Cámara de Comercio, crónicas antiguas de los franciscanos, la Biblioteca Sutro y la Biblioteca Taurina.Fue dotada además de fototeca, hemeroteca y una sección de filatelia con una colección de estampillas de México, especializada en Jalisco, así como las secciones de numismática, pinacoteca, videoteca, cine, teatro, museo taurino y una audioteca con discos compactos de arte, cultura y música clásica.Este artículo forma parte de la edición conmemorativa de los 100 Años de EL INFORMADOR. 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