La diverticulitis se produce cuando estos divertículos se inflaman e infectan, lo que puede ser un problema grave, que incluso puede poner en riesgo la vida. Los divertículos también pueden sangrar, lo cual también es un inconveniente serio."Una serie de enfermedades digestivas se han relacionado con la obesidad", indicó el equipo de la doctora Lisa L. Strate, de la Escuela de Medicina de la University of Washington, en Seattle."Algunos de los (factores) relacionados con la obesidad que se cree que jugarían un papel importante en estos desórdenes también influirían en las complicaciones diverticulares, que son la relación más notable entre la obesidad y la inflamación crónica", agregaron los investigadores.Para analizar mejor el tema, los expertos examinaron datos de 47 mil 228 hombres que participaban en el estudio Health Professionals Follow-up.Los sujetos tenían entre 40 y 75 años y no padecían enfermedad diverticular cuando comenzó la investigación, en 1986. El seguimiento se realizó hasta el 2004.Durante el estudio se produjeron 801 casos de diverticulitis y 383 casos de sangrado diverticular, según el informe, publicado en la revista Gastroenterology.El análisis mostró que los hombres obesos eran un 78 por ciento más propensos a desarrollar diverticulitis y un 219 por ciento más proclives a tener divertículos sangrantes que los varones de peso normal.Del mismo modo, un aumento muy pronunciado de la circunferencia de cintura aumentaba las posibilidades de diverticulitis y hemorragia diverticular un 56 y un 96 por ciento, respectivamente.Asimismo, una elevada proporción entre la cintura y la cadera también se relacionó con ambos problemas, más allá de si los participantes eran obesos o no."Un asociación entre la grasa corporal y las complicaciones diverticulares tiene consecuencias clínicas importantes, debido a la creciente prevalencia de estos desórdenes y el considerable riesgo de problemas recurrentes", concluyó el equipo.