Viernes, 26 de Julio 2024
Tecnología | Aspiradoras que se controlan solas. Automóviles que se estacionan sólos. Muñecos que responden a comandos de voz.

Conspiración Robot: Estamos rodeados

La compañía iRobot reportó que ha vendido más de 2.5 millones de sus productos robóticos para el hogar, entre los que se incluyen las aspiradoras Roomba, los limpiadores de pisos, de albercas y de tuberías, Scooba, Verro, y Looj; y los robots de vigilancia para el hogar, ConnectR.

Por: EL INFORMADOR

ALBANY.- Aspiradoras que se controlan solas. Automóviles que se estacionan sólos. Muñecos que responden a comandos de voz.

Quizá no estemos viviendo en el mundo de Los Supersónicos todavía, pero los robots definitivamente se están volviendo parte de la vida cotidiana.

La compañía iRobot reportó que ha vendido más de 2.5 millones de sus productos robóticos para el hogar, entre los que se incluyen las aspiradoras Roomba, los limpiadores de pisos, de albercas y de tuberías, Scooba, Verro, y Looj; y los robots de vigilancia para el hogar, ConnectR.

La Feria del Juguete de este año introdujo varios juguetes electrónicos, entre los que se incluyen el Elmo Live, que está animado electrónicamente y puede actuar cuentos, y Kota, el Triceratops, de Playskool, un dinosaurio bebé de tamaño real, dirigido a niños en edad preescolar, que reacciona al tacto moviendo la cabeza, la cola y los cuernos y que emite un rugido amigable cuando se le habla, por un costo de 300 dólares.

También está el automóvil Lexus LS 460 L de primera generación, con su “Sistema avanzado de orientación de estacionamiento”, y el LawnBott LB3500 de KA Home Robotics, al que se le puede indicar cuándo y qué lugares podar desde un teléfono celular o PDA.

De hecho, el límite entre aparatos electrodomésticos e inteligencia artificial es cada vez más borroso.

De acuerdo con el experto en robótica, Daniel H. Wilson, para que una máquina sea clasificada como robot sólo debe tener la capacidad de percibir el entorno, “pensar” qué hacer y actuar en el mundo físico.

Ese proceso de percibir-pensar-actuar es “una definición bastante amplia”, admitió Wilson en una reciente entrevista. “Pero estamos rodeados por todas estas máquinas que están tomando decisiones sin intervención humana. No es necesario que se muevan para ser robots, pueden enviar órdenes al mundo real”.

Según ese criterio, incluso una alarma contra incendios es un tipo de inteligencia artificial. Al igual que los frenos ABS de su automóvil.

En su libro “Cómo Construir un Ejército Robot”, Wilson toma como ejemplo a robots comunes que pueden encontrarse en un hogar actual para convertirlos en aliados en la nueva lucha contra los villanos de la cultura pop (zombies, hombres lobo y el gran tiburón blanco).

Las instrucciones en tono de broma incluyen añadir un bidón de gasolina a su Roomba para convertirla en una mina terrestre móvil, o enviar bichos voladores en miniatura, como la libélula robot manejada a control remoto, FlyTech Dragonfly de Wowwee, con sensores infrarrojos de navegación, para hacer recorridos de reconocimiento en áreas hostiles.

Pero la realidad es que el propósito de Wilson va mucho más allá del humor. “Su objetivo real es enseñarle a la gente sobre los robots”, dijo el joven de 29 años originario de Portland, Oregon, quien terminó en 2005 su doctorado en el Instituto de Robótica de la Universidad Carnegie Mellon. Para ser sinceros, Wilson no cree que los robots sean una amenaza potencial para la raza humana. Sino todo lo contrario.

Para su proyecto de tesis, Wilson diseñó un ambiente robotizado que monitoreaba a una persona mayor en una habitación, una especie de enfermera robot, según él mismo.

Sin embargo, sugiere que su ambiente inteligente podría quitarle el empleo al personal que trabaja en esta área. “No quiero reemplazar a nadie. Los lazos sociales pueden mantener viva a la gente. Pero mucha gente miente sobre lo que puede y no puede hacer, y con mi proyecto los trabajadores sociales tendrán un panorama mucho más preciso. Ese es un tema importante de la robótica: respetar el contacto humano”.

No hay duda de que el contacto humano es sumamente importante, pero la gente también puede sentir un gran apego hacia sus amigos mecánicos, sólo pregúntele a cualquier niño con un Tamagotchi o Furby.

El AIBO de Sony, un perro electrónico que puede reconocer el rostro de su dueño, fue utilizado en un estudio realizado por la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Purdue, el cual reveló que las mascotas robóticas pueden resultar igual de benéficas para los adultos mayores que los animales de carne y hueso.

Algo que disuelve aun más la línea entre juguete tierno y ayudante mecánico es el robot experimental en miniatura, Keepon, que se asemeja a un par de pelotas de tenis, una sobre otra, con un par de ojos que “miran” fijamente y que se mueve en respuesta a su ambiente. Este robot no sólo es una novedad: el Keepon está siendo utilizado para enseñarle a niños autistas a mantener el contacto visual con los demás.

“Esa es la cosa con los robots”, comentó Wilson. “A simple vista son sólo bonitos, pero existe una amplia explicación de cómo y por qué fueron desarrollados. Detrás de un robot existe una enorme estela de documentos técnicos, sin importar lo lindo que sea”. (Traducción: Mariana Toledo).

alcr

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