Domingo, 12 de Octubre 2025
Suplementos | Una de las mejores formas de descubrir Yucatán es a través de sus hoteles

Xixim, desconexión absoluta

Una de las mejores formas de descubrir la Península de Yucatán es a través de sus hoteles

Por: EL INFORMADOR

Entrarás en contacto directo con la naturaleza y de paso descubrirás nuevas sensaciones en un entorno plagado de belleza. EL INFORMADOR / F. González

Entrarás en contacto directo con la naturaleza y de paso descubrirás nuevas sensaciones en un entorno plagado de belleza. EL INFORMADOR / F. González

GUADALAJARA, JALISCO (10/JUL/2016).- Todos soñamos con un respiro. Un momento para desconectarnos. ¿De qué? Del trabajo, las preocupaciones, el tráfico que asfixia nuestro andar, el ruido infernal de la ciudad y de la aburrida rutina. Correr a la libertad. Caer en una nube y dormir hasta que nuestras fuerzas regresen. Meditar y dejar que nuestra mente recupere vigor. Parecía un sueño imposible. Pero lo viví en Xixim, Yucatán.

Lo primero que pasó por mi mente cuando llegué a Xixim, Unique Mayan Hotel fue que me encontraba ante las puertas del mismísimo Edén. El aire fresco y el cielo regado por miles de estrellas me saludaban. El complejo está enclavado a poca distancia de Celestún, donde la naturaleza abunda, donde el color verde se desparrama por todos lados. Donde el canto de las aves y el rumor del Océano Pacífico se apodera de los sentidos. Era mi primera visita a Yucatán, y prometía ser realmente memorable.

El viaje había durado todo un día, llegué a la Península ya con la noche en ciernes y pensaba en descansar. El personal del hotel me recibió con sonrisas y palabras suaves. Entendí que había dejado mi casa unas horas antes, para llegar a otro hogar, uno muy especial.

¿Que cómo son los cuartos? Nada parecido a lo que pintaba mi mente. Primero era necesario olvidar todas las ideas que tenía de un “hotel tradicional”. Segundo, porque no son cuartos propiamente dicho donde me alojé, sino una estancia mucho más parecida a una cabaña. Delicadamente construidas a orillas del mar y rodeadas por árboles, plantas y flores. Espacios finamente decorados con una fusión de elementos tradicionales de Yucatán y la vanguardia. Cómodo y fresco. Había llegado al rincón donde le diría adiós a las tensiones y al cansancio.

Había leído que el hotel estaba lejos de la ciudad, y pensé que eso se iba a traducir en una noche silenciosa. Error. Cuando duermes en el corazón de una zona tan rica en vegetación, el murmullo de los animales, del mar y de las plantas se monta en el viento.

Aquí quiero hacer un comentario. Xixim está integrado a la naturaleza. “Integrado” significa que los animales e insectos que allí vivían antes de la construcción del hotel se mantienen en la zona. Es maravillosa la diversidad que hay en la zona. Hay un poco de todo, y no debes de tener miedo si en tu habitación hay algún bicho, pues el personal del hotel estará atento de tus necesidades. ¡No tengas miedo de ningún animalito! Pero toma en cuenta que hay mosquitos en la zona -y son muchos-, por lo que un poco de Vitamina B antes del viaje te caerá muy bien (la cama cuenta con moquiteros, y sí, el colchón es una nube).

El despertar

“En Xixim te desconectarás de todo”, pensaba antes de caer en un profundo sueño. Al despertar comencé a sentir lo profundo que puede llegar a ser esa desconexión.

El hotel cuenta con todos los servicios para que estés cómodo, pero también te propone que te desenchufes de lo innecesario. Las estancias (hay de dos tipo, Junior y Master Suite), no cuentan con televisión. Pero tienen hamacas fabulosas. No tiene una gran señal de celular (estarás en el Paraíso, ¿realmente necesitas llamar a la ciudad?), pero cada mañana te llevarán café y una rebanada de pan a tu estancia.  

Eso no quiere decir que el hotel no tenga televisión o señal de celular. Ambos los puedes encontrar en el bar y el restaurante, pero lo que te recomiendo es que te olvides de ambos. Xixim es la oportunidad perfecta para presionar el botón de pausa en la agenda diaria y hacer otra cosa.

Apenas unos metros separaban mi cama de la playa. ¿Cómo resistirse a dar una caminata matutina? La arena es suave al contacto de los pies y la mar una piscina a la que puedes entrar sin miedo. La marea suave y la temperatura del agua son una caricia a los sentidos. El canto de las aves (hay más de 260 especies diferentes en la zona) vuelven la experiencia un paseo por el cielo.

Pero ya hace hambre, ¿qué tal si vamos a ver qué hay en la cocina?

De sorpresa en sorpresa


Somos benditos de haber nacido en Jalisco, un Estado muy rico en gastronomía. Pero Yucatán, ¡ah, qué bárbaro, vaya que saben comer bien!

El restaurante de Xixim se llama Zaxim, y la carta es esencialmente un resumen de los platillos más populares de la gastronomía de la península. Dada su amplitud, tendría que haberme quedado semanas para explorarla mejor, pero en los días que estuve pude probar por primera vez la cochinita pibil.

De aroma y sabor intenso, siempre acompañada por su cebolla morada y el indispensable chile habanero, la cochinita en Zaxim viene servida, tanto que reconozco que me venció y no me la pude terminar. Las porciones en este y todos los platillos son generosas (chilaquiles, quesadillas papadzules y hasta la hamburguesa de la casa, que es una chulada), por lo que mi recomendación es ir dispuesto a comer bien. Y ya encarrerados, probar los postres, especialmente el “Guerrero Xixim”, una maravilla de chocolate que encanta a todos los paladares.

El renacer del alma

Escaparse a la naturaleza siempre sana. La propuesta aquí es conectarte con tu interior con diversos tipos de amenidades. Desde disfrutar de la lectura en la biblioteca, un rato en el bar donde hay juegos de mesa, hasta pasear por el pabellon de yoga. O quizás quieras una masaje relajante, practicar la jugo terapia o un descanso en la alberca (hay familiar y para adultos).

Si quieres liberar tensión, puedes correr en la playa, en el gimnasio totalmente equipado o pasar un rato meditando sobre la hamaca (y vaya que vale la pena).

El hotel también te da la opción de explorar los alrededores, con paseos en bicicleta para aventurarse por los circuitos aledaños, o preferir un cayak para jugar en el mar, aprender de botánica en los senderos interpretativos, o de ecotecnias, haciendo un paseo “detrás de cámaras”. También puedes tomar una clase de cocina, visitar el faro o las salinas.

Después de unas vacaciones en Xixim el mundo se ve de otra forma. Descubres lo bueno que es tomarse de vez en cuando una pausa de la rutina. Lo importante que es darte gustos. Lo básico que es pasar un rato conectado con tus emociones. Entenderás que sí, hay pedazos en la tierra que parecen haber sido sacados de un sueño.  

Lo básico:


De fiesta.
Xixim, Unique Mayan Hotel, inaugurado en 1996 como Hotel Eco Paraíso, con 15 cabañas. 

Para presumir. Actualmente galardonado por Food and Travel Reader Awards México, como Mejor Hotel Ecológico en México

Proyección mundial. Actualmente Xixim, es reconocido nacional e internacionalmente como un hotel de primer nivel y forma parte de una selecta lista de sitios especiales alrededor del mundo.

Los informes.
Para tarifas, promociones y novedades, te recomiendo visitar hotelxixim.com

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ

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