GUADALAJARA, JALISCO (19/NOV/2016).- Luego de ser extrañado en el mercado mexicano, Volkswagen nos regresó un poco de alegría al anunciar el pasado abril que relanzarían al Polo GTI, ahora en su edición modelo 2017. Con varias modificaciones en diferentes rubros, este compacto europeo fue puesto a prueba en suelo nacional.Lo primero que notamos al ver a este hatchback es un diseño sobrio, juvenil y sobre todo, atractivo. La parte de este coche exhibe las hechuras características de la marca, como la parrilla, que inserta una línea roja que corre hasta los faros, mismos que ahora tienen tecnología Full LED; cuenta con una defensa delantera de corte deportivo, la cual es adornado en los costados por un par de faros de niebla de forma semi rectangular. Los costados son adornados por una línea fuerte en la parte inferior y por emblemas con la leyenda GTI, además de nuevos rines de aluminio de 16 pulgadas de patrón exclusivo para este compacto. La parcialidad posterior es un tanto más atrevida, gracias a un alerón colocado por encima de la ventana trasera de este tres puertas. Las calaveras son amplias y el conjunto es terminado por una colilla doble de escape.El interior resulta cómodo y más amplio de lo que se podría pensar. Si, puede ser que el hecho de contar sólo con tres puertas sea una limitante, pero aún así, los ocupantes de la banca trasera no sufrirán tanto por espacio, siempre y cuando viajen en par.Los terminados son buenos, incluso mejor que la edición anterior del Polo GTI. Esto puede ser atribuible a la mudanza que este coche tuvo, pues dejó de ser producido en India para ser fabricado en España. Dicho aspecto es notable en mejor sensación de materiales, como el tablero, elemento que es de una sola pieza, suave al tacto y anti reflejante. Los asientos son forrados en tela Clark, misma que tiene el patrón distintivo de los que llevan el apellido GTI, es decir, un diseño cuadriculado acentuado por costuras aparentes rojas en volante; funda de palanca y asientos. Otros ornamentos son notables, tales como el marco del estéreo en “Piano Black” y vivos en aluminio pulido en algunas partes del habitáculo. También cuenta con un amplio quemacocos y un ingenioso compartimento debajo del asiento del copiloto. Con mayor bríoEl manejo es simplemente soberbio, pues la motorización dejó de lado el bloque de 1.4 litros y fue reemplazado por un impulsor de 1.8 litros con turbocargador y 190 caballos de fuerza, mismo que hace mancuerna con una caja automática de doble embrague (DSG) de siete cambios.La potencia extra es notable y pese a que el coche en ciudad puede presentar cierto “Lag”, en carretera las condiciones cambian a su favor. Los rebases y curveo son tarea sencilla para este “cohete” europeo, hecho que es mejor apreciado con el uso de las paletas de cambio detrás del volante; además, al pisar el acelerador podemos escuchar ese ronco sonido que proviene del motor y amplificado por el sistema de escape, que ayuda a hacer de la experiencia de manejo algo más placentero.La suspensión tiene cierta rigidez, más no es incómoda como la de muchos deportivos, ya que filtra de manera razonable las imperfecciones de los caminos de nuestra ciudad.En términos generales se trata de un coche para entusiastas con pretensiones definidas y virtudes balanceadas, aspecto loable porque en el sector hay competencia interesante como la del Fiesta ST y el Peugeot 308 GT, por ejemplo.En caso de decidirte por este europeo, será necesario desembolsar 335 mil pesos, precio que en nuestra opinión, vale la pena pagar.