GUADALAJARA, JALISCO (25/SEP/2016).- El amor está… ¿en el acuario? ¿En la barranca? Para Volopapilio está en todos lados, hasta en el aire cuando el helicóptero emprende su vuelo. Las experiencias románticas y de celebración que ofrece esta empresa mexicana no son nuevas, pero en Guadalajara se suman escenarios poco convencionales para romper la rutina cuando un brindis es muy especial.Enrique Papilio, emprendedor de este proyecto, destaca que los tapatíos no se andan con rodeos y si de celebrar con algo muy original se trata, no dudan en buscar aquellas opciones que les permitan disfrutar de una cena romántica, memorar un aniversario o proponer matrimonio de manera personalizada y exclusiva.La idea de organizar experiencias románticas aprovechando los paisajes de la naturaleza y la imponente de la arquitectura mexicana ya tiene ocho años en el mercado capitalino y progresivamente se expande a otras ciudades como Guadalajara, la segunda plaza más importante para Volopapilio ante la gran demanda de peticiones de los enamorados tapatíos.“Primero abríamos Monterrey, pero decidimos hacerlo en Guadalajara por la gran demanda que hemos tenido con muchos interesados en vivir estas experiencias. Guadalajara actualmente representa 30% de nuestro mercado”.Con más de 90 locaciones disponibles, Volopapilio lidera el servicio de experiencias románticas innovadoras que retoman el tradicional romanticismo, pero bajo una propuesta vanguardista y cosmopolita única en su tipo en el continente, pues hasta ciudades como Sao Paulo en Brasil o Miami están buscando que Volopapilio amplíe su cobertura.Entre las novedades que Volopapilio integra a su menú de experiencias en Guadalajara, destaca los traslados en helicóptero para disfrutar de un peculiar picnic de día en los alrededores del municipio de Tequila, así como cenas románticas en antiguas haciendas que bañadas de misticismo por las ruinas que las rodean, acompañadas por un espectáculo de pirotecnia.Otra opción que paulatinamente gana popularidad son las cenas en el acuario del Zoológico Guadalajara, así como aquellas organizadas con vista a la Barranca de Huentitán, sin olvidar el gran prestigio que las clásicas bohemias aderezadas con el romanticismo y talento de Carlos Cuevas y Nicho Hinojosa: “al estar cenando, inesperadamente entra uno de estos artistas, hemos tenidos también a Reyli Barba en el Lago de Chapala”.
