Suplementos | Las grandes conglomeraciones urbanas, causan graves problemas sociales ¿Turismo? residencial Entendemos por este término, a la actividad económica que se dedica a la urbanización, construcción y venta de viviendas Por: EL INFORMADOR 29 de marzo de 2009 - 02:27 hs La capacidad de cambio y de adaptación de la actividad turística desde los años 50´s ha sido fundamental para explicar su éxito a nivel mundial, incluso hasta consolidarse como una de las principales actividades económicas en no pocos países. Desde los años 80´s, el turismo residencial se configura como una de las principales alternativas más poderosas del turismo industrial de paquetes de sol y playa. Este tipo de turismo, el residencial, se desarrolla fundamentalmente en esos años en la Europa Mediterránea y más cercano y en nuestro entorno, en las principales playas del Pacífico Mexicano, Mazatlán, Puerto Vallarta y Acapulco,y aún más concretamente en nuestro Estado de Jalisco en Ajijic, en la zona de la Ribera de Chapala; en una marcada devaluación de nuestro peso ante el dólar con el consecuente abaratamiento de las propiedades inmobiliarias para los jubilados Norteamericanos (Estadounidenses y canadienses) llamados Baby Boomers. La experiencia y el conocimiento que tiene el comprador de la región o de la población en donde va a comprar su residencia es muy amplia, ya que al tomar la decisión de cambiar su lugar de origen en lugar de alquilar un alojamiento turístico clásico (hotel) a una residencia propia es porque ya ha estudiado y tomado su decisión de forma definitiva. Las grandes conglomeraciones urbanas, causan graves problemas sociales, lo cual hace que sus habitantes busquen alejarse y tengan una necesidad de evasión, comprando una segunda vivienda en busca de una supuesta mayor calidad ambiental y de vida. Qué es el turismo residencial Pero antes de seguir, vamos a tratar de explicar el término. Entendemos por este término, a la actividad económica que se dedica a la urbanización, construcción y venta de viviendas que conforman al sector extrahotelero, cuyos usuarios las utilizan para vacacionar o residir, de forma permanente o semipermanente, fuera de sus lugares de residencia habitual, y que responden a nuevas fórmulas de movilidad y residencial de las sociedades avanzadas (1). Un alto porcentaje de estas residencias son utilizadas de forma estacional, -usualmente en época de verano-, y están desocupadas casi el resto del año. Esto se traduce en un modelo de oferta turística que genera un mínimo efecto económico local y sí con varios efectos negativos para el empleo. Las características Se puede decir que el turismo residencial está dividido en dos tipos de clientes: el residencialista y el que vacaciona. El llamado residencialista, es el que pasa más de seis meses en su segunda casa. El vacacionista, como su nombre lo dice, es aquel turista que pasa sus asuetos únicamente en sus temporadas de vacaciones (2). Una de las principales particularidades en los municipios que tienen este tipo de turismo, es aquel que tiene un marcado desarrollo urbano, aunque carente de población permanente, empero, cuando es temporada vacacional o como en México la llamamos: “temporada alta” estas poblaciones se congestionan, poniendo muy al límite su capacidad de carga. Otro distintivo del turismo residencial es que en los censos poblacionales, la cantidad de habitantes siempre es muy inferior a la población real en temporada alta. Esto, provoca desajustes entre los servicios públicos como el aseo, la seguridad, sistemas de salud, entre otros, y la población, además, que cada ayuntamiento recibe una cantidad económica estatal y federal de acuerdo al número de sus habitantes. Conclusiones No se debe confundir a la actividad turística con el negocio inmobiliario, basado en la especulación del suelo y en la construcción y venta de viviendas. Este tipo de “turismo” compite de forma desleal con el sector hotelero de los destinos y en muchas ocasiones con el restaurantero, ya que los propietarios de estas viviendas, nunca se hospedarán en ningún establecimiento de hospedaje y casi siempre comprarán sus alimentos para prepararlos ellos mismos en sus unidades de vivienda. Casi siempre los canales de distribución están en manos de empresas extranjeras y en la mayoría de las veces también éstas carecen de una verdadera Responsabilidad Social. El destino receptor del turismo residencial se convierte en una población que fideliza a sus clientes quienes han decidido comprar una casa en dónde pasar una buena cantidad de semanas al año. Académicos y expertos en la actividad turística ponen en duda si a esto verdaderamente se le puede llamar “turismo” o solamente dejarlo en habitantes temporales. Ramón Godínez Ortíz Temas Pasaporte Lee También México y España estrechan lazos por el turismo inteligente Mérida: La vida en rosa… y el vino también Pasaporte mexicano: Estos son los precios para renovarlo por 3, 5 o 10 años Belice, sumérgete en sus maravillas Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones