Jueves, 02 de Mayo 2024
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Tenango, una buena puntada

En la sierra hidalguense se bordan las tradiciones, la vida cotidiana, los ritos y los mitos otomíes

Por: SUN

Los bordados de Tenango de Doria, una expresión de la creatividad otomí.  /

Los bordados de Tenango de Doria, una expresión de la creatividad otomí. /

TENANGO DE DORIA, HIDALGO (18/DIC/2011).- María de los Ángeles dobla la manta en un cuadrado; la ve, piensa, entrecierra los ojos, reflexiona, duda, mide, se decide, toma el plumón de agua de color negro y deja correr la tinta sobre la tela. Traza las primeras líneas y empiezan a surgir los personajes que revolotean en su mente, en su imaginación, en su memoria.

Para llegar con la artesana hay que viajar hasta la sierra hidalguense, en el municipio de Tenango de Doria. Entre los puestos del tianguis de los domingos es posible encontrarla.

Ahí está. Su rostro refleja los 31 años que lleva usando su imaginación para bordar carteras, vestidos, blusas y manteles.

Mientras ella levanta su puesto, nosotros nos adelantamos a El Cirio, una roca a pie de carretera en donde se hacen ceremonias para pedir por las buenas cosechas y alejar las malas vibras del pueblo.

Nos adentramos al bosque y encontramos pinturas rupestres de las que el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) ni siquiera tiene conocimiento. Son pocas pero muy visibles. Fueron los otomíes quienes las plasmaron representando aves, estrellas y plantas, al sol y a la luna.

Esas mismas figuras las encontramos bordadas sobre los tenangos, con hilos de algodón y colores vivos. Así se le conoce a esa manta bordada.

María de los Ángeles dice que un buen tenango es aquel que tiene la puntada apretadita y chiquita.

Una colcha o un mantel puede llevarle de tres a seis años en terminarlo, pero el resultado es excepcional.

Lo laborioso justifica el precio que va desde los 15 pesos hasta los 10 mil, o más.

Bordar es una herencia, a ella le enseñó su mamá. Ahora ella es la maestra de sus hijas y nietas. Los tenangos son creaciones 100% femeninas, y los hombres los venden.

“Nuestra artesana quiere que la tradición no se pierda, quiere mostrarle a la gente que no sólo un vestido de seda es elegante”.

Por algo, diseñadores mexicanos han ido con ella para que les borde sus colecciones.

Para conocer, aprender y comprar tenangos de María de los Ángeles o de otras artesanas que habitan el municipio, se recomienda contratar un tour. Precios y contratación de guía al 045 771161 0346.

PARA SABER
Una costumbre muy arraigada


* Las mujeres de la región otomí–tepehua se han ganado el prestigio internacional por el colorido y escenas de la vida rural que plasman con sus bordados en grandes manteles, carpetas o lienzos.

* Los “tenangos”, como se conocen a estas piezas de manta bordadas con hilos de colores, decoran amplios espacios en lujosos hoteles o cubren las mesas en ocasiones especiales de sus poseedores.

* Son constantes en sus diseños los dibujos de gallinas, conejos, caballos o perros ambientados con grecas que mucho asemejan pétalos de nochebuena pero de colores muy vivos: amarillos, rojos, verdes y azules. También hacen piezas especiales en donde contrastan fondos negros con bordados en blanco o dorado; fondos amarillos con bordados blancos o rojos y muchas combinaciones más.

* La calidad y distinción de los bordados son dignas de enmarcarse montadas en elegantes bastidores para darle colorido a muros en donde se rompe la solemnidad.

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