Tehuacán, la cuna del maíz

GUADALAJARA, JALISCO (26/JUL/2015).- El municipio de Tehuacán se localiza en la parte Sureste del Estado de Puebla, y con motivo de las vacaciones de verano se incrementa el número de paseantes en el primer cuadro de esta ciudad, considerada como la cuna del maíz.

Durante un recorrido por el corazón de la ciudad, se pudo apreciar la belleza de su centro, un espacio vivo donde se dan cita las familias, parejas de enamorados y amigos para pasar una tarde agradable, para la tertulia o para la degustación de un agua fresca, nieve o botana.

En el Parque Juárez, como se le conoce a la plaza principal, se puede apreciar su quiosco, el cual porta en una de sus paredes una placa de mármol en mosaicos en ocre y jade, que refiere sobre la inauguración de la obra de reconstrucción el 15 de enero de 1943.

Colores para los sentidos

Vendedores de globos, golosinas, boleros de zapatos forman parte de los elementos indispensables en esta plaza, que en su alrededor están los portales, 35 arcos frontales y dos laterales.

Metros más adelante se halla la Catedral de Tehuacán, que para la mayoría de los lugareños es nombrada como la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción y Cueva, cuya construcción inició el 21 de agosto de 1724, y concluyó 4 años después su edificación, pese a no contar con los avances tecnológicos de ahora.

De acuerdo a cronistas locales, la catedral mide 57 metros de largo desde el pórtico principal, 14 metros de ancho, 25 metros de largo en el crucero, 15 metros de altura en la nave principal con una cúpula y campanarios que alcanzan los 28 metros.

De igual manera se observa el Palacio Municipal, en cuya esquina cuelga una gran placa en la que se informa que dicho inmueble también era conocido como La Casa de los Altos y se edificó en el año 1804 por el señor Domingo de Apresa. Fue el primer edificio de dos pisos en la ciudad y utilizado a partir de 1855 como recinto de los poderes municipales.

Se trata de un edificio de inspiración morisca con arcos trilobulados, al interior cubierto por murales donde se plasma la evolución de esta ciudad y sus cinco regiones desde la época prehispánica hasta nuestros días.

El  mural lleno de multicolor que lo decora es un trabajo de Luis Rutilio y Santiago Carpinteyro, quienes lo titularon “Tehuacán y sus cinco regiones”, en el cual, a través de imágenes narra toda la historia de la ciudad desde su fundación hasta la época moderna.

Conservación perfecta

Al caminar en el mismo centro, sobre la calle 2 Oriente y Reforma Norte, los turistas podrán conocer el ex convento del Carmen, un inmueble del siglo XVIII hoy es considerado como la Plaza de la Cultura, debido a los importantes recintos que alberga.

Entre ellos, la Casa de la Cultura, el Museo de Mineralogía, la Biblioteca Municipal y el Museo del Valle de Tehuacán.

Este espacio cuenta con hermosos jardines verdes y limpios, con la presencia de jóvenes que se reúnen para diversas actividades, así como personas de la tercera edad que disfrutan de una clase de danzón al aire libre.

Las cafeterías al aire libre son aprovechadas por los lugareños y turistas para tomar un descanso.

La recomendación en este sitio es visitar disfrutar de la tranquilidad de su explanada o bien, visitar el Museo del Valle de Tehuacán que ahí se alberga y es custodiado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).Un poco más alejado del centro, pero por caminos accesibles, los paseantes también pueden conocer los Manantiales de San Lorenzo, donde se ofrece un recorrido guiado y degustación de las reconfortantes aguas minerales.

Sabores eternos

Al visitar este municipio no se puede perder la oportunidad de degustar de los típicos muéganos, así como reprogramar una próxima cita para los meses de septiembre y octubre, cuando se vende el tradicional Mole de Caderas, un platillo prehispánico, pero de temporada.

Lucha por la originalidad

Uno de los elementos más apreciados por los visitantes a Tehuacán es la gastronomía, misma que en meses recientes se ha visto atacada por un nuevo enemigo: La piratería.

El mole de caderas, elementos clave en la gastronomía de la región, enfrenta la competencia de quienes venden un producto similar, con el mismo nombre, aunque con una calidad rebajada.

Los restauranteros de ese municipio apuntaron que en lugares de Veracruz como Orizaba, Córdoba y Xalapa, además del Distrito Federal, se ofrece a los comensales un “mole de caderas” elaborado con carne similar, aunque sin la preparación ni condimentación necesaria, lo que afecta su sabor, y además hace que el platillo haya perdido prestigio en meses recientes a lo largo de toda la región.

Otro de los factores que afectan la venta de este producto, señalan los restauranteros, es la llegada de nuevos productores ganaderos, quienes se han interesado poco por el platillo.

Un fenómeno que se observa en los mercados donde se comercializa este platillo es que hasta hace unos años era uno de los más solicitados, mientras que ahora se ha convertido en un elemento “exótico” en el menú.

Una de las formas de combatir esta situación ha sido con el trámite para registrar el mole de caderas de Tehuacán ante el Instituto de la Propiedad Intelectual.