Lunes, 16 de Junio 2025
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Salón del automóvil de Detroit 2009

La austeridad convivió con un cierto optimismo

Por: EL INFORMADOR

unca se había visto un salón de Detroit tan sombrío y austero como en esta edición. Pero la esperanza aún vive.
No hubo el clima cinematográfico que es marca registrada del lugar. No se vieron los pabellones espectaculares de otros años. No estuvieron presentes las inagotables cornucopias de comidas y bebidas gratuitas ofrecidas a los visitantes. En este principio de 2009, lo que se vio en los salones del Cobo Hall, en Detroit, fueron pocos lanzamientos y una atmósfera de austeridad tan grande que llegaba a ser falsa. En estos tiempos de crisis, los mandamás de las marcas, principalmente las locales, aprendieron que la mejor imagen a pasar es la de empresas que cuidan el dinero.

Todos los ojos estaban centrados más que nada en General Motors y Chrysler, las dos empresas que estaban funcionando gracias a la ayuda del Gobierno de Estados Unidos. Regañados por el Congreso estadounidense por acudir a Washington en aviones privados, los jefes ejecutivos de esas marcas hicieron lo posible para mostrar que están cuidando sus dólares con la mayor devoción posible. Así, en las enormes áreas dedicadas a ambas marcas, lo que se vio fueron coches sobre alfombra, con una que otra excepción en la que ponían una novedad sobre una plataforma giratoria. Se han visto locales de exhibición más espectaculares en los salones de la ciudad de México.

En ese ambiente, ambas marcas optaron por apuntar hacia los coches eléctricos como solución para el futuro. Chrysler exhibió dos versiones de autos ya existentes, como el Jeep Wrangler y el Patriot, mientras que diseñó un modelo completamente nuevo, el hermoso 200C, que bien merece tener una más realista e inmediata versión de gasolina lo más pronto posible.

General Motors hizo hincapié en el Volt, que saldrá al mercado hacia finales de 2010, como afirmó Rick Wagoner, su jefe ejecutivo. GM mostró autos ya conocidos anteriormente, como el compacto Cruze; la SUV Orlando y el ya citado Volt. Pero también destapó un magnífico concept de Cadillac, el Converj, un auto eléctrico de dos puertas y líneas sensuales que conquistaron de inmediato a la audiencia. Pero también puso en el piso la Equinox 2010,cuyo frente recuerda la Captiva, pero mejora aún más en terminados y le gana en espacio interior tanto a su antecesora como a la Captiva.

Ford mostró el Mustang Shelby GT 500, que tendrá ahora 540 caballos de fuerza. También destapó el nuevo Taurus, que aún no sabemos si llegará o no a México. Lincoln dio a conocer la camioneta MKT, cuya versión final se aleja del atrevimiento del concepto, pero aún promete mucho lujo y espacio para sus pasajeros.

Una orgullosa Toyota lanzó el Prius 2010, que intentará conquistar el mundo brincando en su alcance de 40 países donde llega hoy en día a 80, México entre ellos. El coche es mayor, más espacioso y, según el fabricante, aún más económico que antes.

Honda dejó en su stand el Insight, para que todos lo viéramos y tomáramos fotos. Pero no hubo una presentación como tal. Su modelo híbrido, curiosamente, nunca se pareció tanto al competidor Prius, como ahora.

Entre las europeas, que no ahorraron tanto en sus pabellones, destacaron el roadster concepto de Volkswagen, el Bluestar. Audi exhibió el R8 con motor V10 de diesel y el concepto Sportback, que muchos piensan puede ser un adelanto de un nuevo modelo que se llamaría A7.

BMW mostró por primera vez en público el más bonito, largo y atrevido Z4; mientras MINI se veía sin techo por primera vez en la actual generación.
Mercedes-Benz tuvo en el roadster SLR Stirling Moss y en los eléctricos BlueZero sus novedades.

Subaru también destapó un concepto de futuro Legacy, que en color aluminio dio muestra de lo que podrá ser el próximo sedán de la marca nipona.
Jaguar presentó su nueva gama R, incluyendo el nuevo XF-R y los renovados XK, también en su versión deportiva.

Los chinos, que por primera vez estuvieron en el salón principal del auto show de Detroit, también exhibieron conceptos. Las marcas BYD (Build your Dreams) y Brilliance, que mostró cuatro productos, todos ya presentes en el mercado chino. BYD fue más allá y propuso el concepto E6, un auto eléctrico cuyo tiempo de carga de su batería sería de 10 minutos para lograr 50 % de su capacidad total. Completamente cargada, esa batería daría al auto 400 kilómetros de autonomía. De ser cierto, marcaría una revolución que puede hacer el auto eléctrico más viable de lo que parece hoy en día.

Fue, sin duda, un salón atípico. La cantidad de periodistas invitados fue indiscutiblemente menor que en años anteriores y hubo una sombra de duda sobre el futuro inmediato de la industria, es cierto. Pero también es verdad que, en el fondo, existe la fuerte esperanza de que, con la llegada de Barack Obama al poder el próximo día 20, las cosas comiencen a cambiar para mejor. Ojalá y este sentimiento se transforme en realidad.

Sergio Oliveira/Detroit

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