Jueves, 09 de Octubre 2025
Suplementos | El canturreo de este brazo acuático maravilla a los habitantes de la zona

Río Purificación

El canturreo de este brazo acuático maravilla a los habitantes de la zona

Por: EL INFORMADOR

Irresistible. El río Purificación, uno de los tesoros naturales del Estado. EL INFORMADOR / V. García

Irresistible. El río Purificación, uno de los tesoros naturales del Estado. EL INFORMADOR / V. García

GUADALAJARA, JALISCO (12/ABR/2015).- En la maravillosa Sierra Cacoma, al Sur de las Bufas Pabelo y al Norte del Cerro el Colmillo, nace el Arroyo el Terraplén, que al acercarse a El Zapote, lo engruesa El Sauz y más adelante se le junta, Los Laureles, que corre al este del precioso Cerro Cacoma, elevación de mil 600 metros, que le dio nombre a su sierra. Enseguida el buen caudal toma el nombre de Río Purificación, por la población que serpentea con gracia aguas abajo, alegrando a sus moradores con su canturreo a agua, a dicha, a vida.

En 1888, Mariano Bárcena, escribió: “Río Purificación, su origen está en los talwegs (línea imaginaria que une los puntos más bajos de un valle) de la Sierra de Cacoma, pasa por 6º Cantón (Autlán) y va a entrar al océano, en las cercanías de Tenacatita: su trayecto es aproximadamente de 24 leguas”. Y en 1895, Juan I. Matute y Cañedo, puso en tinta: “El río Purificación, nace en la hacienda del Alcihuatl, atraviesa la mayor parte de la Purificación de N. a Sur, pasa por la villa de la Purificación, desemboca en el Pacífico al S. de Chamela entre los Careyes y Tenacatita, pasando cerca a Apasulco; tiene un curso de más de 100 kilómetros de los cuales serán navegables solo 20 contados desde su desembocadura”.

En 1904, estaban registrados como agricultores: Francisco Vázquez, La Chililla; Aniceto Villaseñor, Estancia; Matiana Romero Vda. de Tovar, Alcihualt.  

Insólito comportamiento de nuestra madre Tierra, con tanta lluvia fuera de temporal, provocada por el excesivo calentamiento que generamos, será que está protestando. La Tierra funciona como un sensible termostato, que a mayor calor más agua, rompiendo equilibrios, dañando nuestra única morada. Tanta agua nos invitó a acercarnos al Río Purificación.

Una fresca mañana, Marisol y yo nos dirigimos a Autlán, pasando el crucero de Casimiro Castillo, viramos a la derecha por el camino a Villa Purificación. Enseguida de Maestranzos, nos detuvimos a admirar el Río Amborin, de buen caudal, ancho, nítido y fresco, delimitado por desbordantes frondas, enseguida de un saliente de arena, un brazo del arroyo reposa en un extenso charco, donde nos reflejamos, al igual que el follaje aledaño.

Marisol se arriscó los pantalones para percibir aquella deliciosa agua, el río es la continuación del Arroyo el Fresno, que brota en la ladera Sur del Cerro los Morillos y pasando Los Fresnos, se le llama Río Amborin, nombre dado por su proximidad a la Estancia de Amborin. Aguas que pasando la Mesa de las Vigas desembocan en el Purificación, engrosándolo considerablemente.

Continuamos nuestro emocionante paseo y a corta distancia nos sorprendió el Río Purificación, al cual contemplamos desde un puente, de menor caudal que el anterior pero de aguas diáfanas, al Norte, rodeaba una gran piedra y envolvía varias piedras pequeñas, al Sur, se encañonaba entre rocas para luego besar una fosa, con playa de arenas finas, pintoresco paraje. De la referida mesa, el río se aproxima a Lo Arado y después a El Naranjal, entre los poblados, se le suman: Paredones, Limonera, Carmesí y Tecolote.

A escasos kilómetros entramos a la legendaria Villa Purificación, en una esquina de la calle Allende, vimos una finca de antaño, con dos ventanas verticales, ligeramente arqueadas y con dos hojas de madera, con corte horizontal, las inferiores cerradas y las superiores abiertas totalmente, en la esquina una puerta abre a un comercio y, por la otra calle, tres puertas ligan con el mismo espacio, enseguida, una ventana y la puerta de la casa, el techo a dos aguas y cubierto por tejas.

A principios del siglo pasado, el comercio lo representaban: Francisco Acosta, Andrés Flores, Vicente González, Juan Gómez, Pablo Velasco, José Moreno, Ascensión Rúelas, Patricio Sánchez y Demetrio Covarrubias. Otra calle nos llevó a mirar nuevamente el Río Purificación, que corría sombreado por higueras, nítido y susurrando felicidad al formar una islita, para luego zigzaguear con garbo unas huertas, nuestro observatorio era un puente.

Suplemento Pasaporte

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones