Suplementos | Preciosas estampas pueden disfrutarse al pie de este caudal Río Marabasco Preciosas estampas pueden disfrutarse al pie de este caudal Por: EL INFORMADOR 1 de diciembre de 2013 - 05:08 hs Contrastes. Lo arbolado y sus tonos hacen juego con el agua y crean una imagen imprescindible para su disfrite. / GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2013).- Cuautitlán atesora magníficos ríos, delimitados por hermosas montañas y valles, uno de ellos es el Marabasco. En 1873, Longinos Banda refirió: “El río de Chacala, Cihuatlán o Maravasco, que algunos reputan como línea divisoria entre Jalisco y Colima, en una gran parte de su curso tiene cerca de 30 leguas de longitud, desde el nacimiento hasta su desagüe en el mar Pacífico en un punto llamado Barra de Navidad”. En 1888, Mariano Bárcena citó lo mismo pero con la variante de 20 leguas. Y en 1895, Juan I. Matute y Cañedo agregó: “cerca de Chacala se le junta el arroyo de San Juan Almoloyan ó de Comitán que recorre el Estado Colima; con este contingente mantiene todo su caudal todo el año, experimenta fuertes crecientes que duran unos dos días y que impide el cruzarlo en sus vados de Sayulita, Zihuatlán y Chacala; recorre una extensión de 120 kilómetros y desemboca en la laguna de Terronate que se comunica con el puerto de Navidad”. La Carta Topográfica de CETENAL, impresa en 1973, indica que, el río Cuzalapa, pasando El Chico cambia por el nombre de Marabasco, y luego de Seguaya se le une el río Ayotitlán, que río arriba cuenta como principal afluente al río Minatitlán. Disfrutamos una sosegada noche en el Hotel Plaza de Cuautitlán. Fuimos a la Fonda de Lety, quien nos atendió amablemente. De nuestra mesa apreciamos fragmentos de la plaza, pues la abrazaba una nube baja, que se deslizaba lerdamente, pedimos canela y saboreamos unos blanquillos con guajes, cilantro y queso, acompañados con frijolitos y gordas infladas. El humo de un molino se fundía en la neblina. Una llovizna se hizo presente y la acompañamos con un rico café de Cuzalapa. Dejó de llover y partimos para el río Marabasco, rumbo a Cuzalapa, al encontrar su río, el camino lo fue bordeando cuesta abajo, regalándonos pintorescos parajes, parajes que nos iban deteniendo para admirarlos, gozarlos y despedirnos con un retrato, para revivirlos. Nos parábamos a mirar cómo se mezclaban algunos arroyos al río Cuzalapa, se perdían sin hacer olas, absorbidos por el gran caudal. Arroyos embellecidos por higueras y parotas, sus raíces acariciaban el lecho con gracia. Un arroyo fue llamado La Parota. El roce del agua con cada piedra se hacía notar, por la resistencia que oponían. Los cerros Los Pasos y Las Enramadas se dejaban ver a lo lejos, al Norte y, al Sur los cerros Pilingüi y Caballo, elevaciones que dimensionaban el espacio, dándole fondo y perspectiva, bellas elevaciones tapizadas por diversas plantas. Los prados estaban salpicados por estrellitas, aceitillas, cimarrones, mantos de virgen, alegrías, cigarritos, amapolitas, glorias de mañana, margaritas y violetas, múltiples mariposas de magníficos diseños revoloteaban por doquier. El espejo del río se acortaba y se holgaba, se aquietaba y hacia olas, creando atractivos movimientos. Unos muérdagos le daban colorido a unas parotas y unas enredaderas cubrían algunos troncos. Pasando El Chico, el río nos siguió manifestando su belleza, pero con diferente nombre, Marabasco. A la entrada de Chacala lo encontramos encajonado y zigzagueando en un hermoso peñascal blanco, completamente blanco, contrastaba mágicamente con el río, un tanto marrón, a lo lejos el follaje verde olivo y de fondo el cielo, era una pintura viva, que murmuraba agua. Continuamos para Seguaya, el sendero estaba sombreado completamente por la abundante vegetación, túneles verdes, de insólitas frondas de higueras y parotas. Al bajar una ladera, el horizonte se abrió, enseñándonos un fabuloso cañón, cubierto de árboles, unos de flor blanca hacían la diferencia. El cañón delataba al encantador Marabasco, que lo apreciamos desde un alto puente, que une a Jalisco con Colima, el río con mayor lecho y caudal, pues un tramo arriba se le había sumado el Ayotitlán. Al Este se bifurcaba por unas piedras al virar y al Oeste hacía un gran espejo en una fosa, antes de las pilastras del viejo puente, luego al girar se escondía detrás de una loma arenosa. Saber más El Hospedaje v Para disfrutar del paisaje en Cuatitlán, Jalisco, hay una muy buena opción de hospedaje en una zona céntrica del municipio: v Hotel Plaza García Barragán 75 Col:Centro Cuautitlan, Jalisco 48950 Teléfono: 357.384-6015 v Entre sus servicios destacan los básicos como agua caliente, aire acondicionado, así como “room service”. Además, la vista que ofrece es muy atractiva, ya que se encuentra en pleno centro del poblado donde le da vida el andar de su gente. Temas Pasaporte Lee También Un viaje por el tiempo en Cuitzeo, Michoacán Abrazo otoñal en la Riviera Nayarit Pasaporte: la vocación de contar el mundo Cuatro imperdibles para tu primera visita a Madrid Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones