Suplementos | Ballarat y su riqueza cultural Pueblo Mágico en Australia Paisajes arquitectónicos e históricos atraen la mirada en este bello poblado con apenas 96 mil habitantes Por: EL INFORMADOR 15 de mayo de 2011 - 01:58 hs Ballarat es una hermosa ciudad australiana que poco tiene qué ver con las grandes urbes. / GUADALAJARA, JALISCO (15/MAY/2011).- Si existiera el nombramiento de Pueblos Mágicos en Australia, la ciudad de Ballarat sería el ejemplo perfecto de lo que en Jalisco valoramos de Tapalpa y Tequila. Cien kilómetros al noroeste de la capital de Victoria, Melbourne, se encuentra un pequeño poblado de apenas 96 mil personas pero que, gracias a su majestuosa arquitectura, riqueza cultural e historia, de pequeño no tiene nada. La ciudad yace sobre las planicies bajas de la Gran Cordillera Divisoria, la tercera cadena de montañas más grande del mundo, y fue fundada a mediados de 1800. Poco después, en lo que se conoce como Poverty Point, los pobladores descubrieron oro y gracias a ello se suscitó la fiebre de oro más importante de la entonces colonia de Victoria. En cuestión de meses, la población se incrementó sin precedentes y los migrantes se contaban por miles, convirtiendo a Ballarat en un punto clave de la recién establecida colonia. A finales del siglo XIX, debido a la cada vez menor extracción de oro, la ciudad no pudo mantener sus índices de prosperidad y pareció haberse petrificado en el tiempo. Como si el tiempo se hubiera detenido, y gracias al empeño por preservarla, los dos millones de turistas que visitan la ciudad cada año pueden satisfacerse con ejemplares de la más detallada y ferviente arquitectura victoriana. Entre sus calles y callejones se puede apreciar, además, una mezcla única de arquitectura gótica inglesa con edificios art déco de principios y mediados del siglo XX, dándole a la ciudad un aspecto hollywoodense en medio de una ciudad propiamente europea. Ballarat combina la excentricidad de la corona inglesa, estampada en sus edificios neogóticos, con el glamur y la sofisticación que caracterizaron a la industria cinematográfica de los años veinte y treinta. La principal atracción en Ballarat es Sovereign Hill, un museo al aire libre de 25 hectáreas donde se recrearon 60 edificios de la época para que los turistas pudieran revivir la fiebre de oro. Situado en 1850, se puede constatar la forma de vida que llevaban sus habitantes, sus casas y comercios. Para recrear la escena, los guías del museo se visten conforme a la época y un centenar de actores, con ayuda de carruajes, maquinaria, vestimenta, caballos y antigüedades, se esfuerzan por hacer la experiencia lo más real posible. Los visitantes pueden, además, adentrarse en alguna de las minas y excavar por oro, aunque por pura diversión, pues ciertamente las probabilidades de encontrar algo son casi nulas. Otras atracciones incluyen el parque de vida salvaje, donde se puede convivir con canguros y koalas, tan representativos de Australia. Contrario a los zoológicos donde sólo se pueden observar, en Ballarat los visitantes pueden tocarlos, alimentarlos, abrazarlos y tomarse fotos con ellos. La Galería de Arte de Ballarat es la galería regional más grande y antigua del continente y la ciudad cuenta con la concentración de estatuas públicas más extensa, las cuales se pueden apreciar a lo largo de sus camellones y banquetas. Para llegar a la ciudad sólo se necesita tomar un tren regional desde cualquier estación de Melbourne y el transcurso del viaje es de poco menos de una hora. Visitar Ballarat es una experiencia única lejos de parecerse a la de visitar las urbes desarrolladas de Australia, y ofrece lo que cualquier pueblo mágico mexicano: historia y cultura en su más íntima expresión. Fernando Gutiérrez Champion Temas Australia Pasaporte Lee También Zacatecas y La Antigua: Viaje a dos joyas históricas de México El arte de saborear Nayarit Un viaje por el tiempo en Cuitzeo, Michoacán Abrazo otoñal en la Riviera Nayarit Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones