¿Por qué estaba dormido?

     Jesús es el hombre que ha mostrado el mayor dominio propio del mundo. Soportó hambre y sed por períodos de 40 días, con frecuencia dormía poco para poder atender a las personas, y para pasar horas en oración, muchas veces renunció a su propio descanso o comodidad; nunca perdió la compostura por causa de la comida, y jamás tuvo el mínimo impulso impuro hacia las mujeres. En pocas palabras, era un hombre acostumbrado a controlar su cuerpo y sus apetitos.
     Esto hace doblemente interesante el pasaje bíblico de Marcos 4, en donde se nos relata que Jesús junto con sus discípulos subieron a la barca para pasar a la otra orilla. En cierto momento del viaje, apareció un huracán y las olas comenzaron a inundar la barca, lo que provocó el pánico de los discípulos. Lo curioso es que Jesús se encontraba durmiendo profundamente en la popa, de tal manera que fue necesario despertarlo, ya que la tormenta no había sido lo suficientemente fuerte como para despertarlo. La pregunta es: ¿Por qué estaba dormido Jesús?
     La respuesta llana y simple es que probablemente Jesús se encontraba extremadamente cansado, y por esa razón en cuanto se sintió tranquilo en la barca, aprovechó para dormir. Esto es evidente, pero es posible encontrar otras razones que nos ayuden a entender lo que estaba sucediendo a bordo de esa pequeña lancha.
     Debemos considerar que Jesús siempre dispuso que su vida fuera una continua enseñanza para sus discípulos; ese era el estilo de los rabinos, quienes prácticamente vivían las 24 horas del día junto con sus alumnos, para que éstos no sólo oyeran las palabras de su mensaje, sino que pudieran constatar la manera práctica de vivir esas enseñanzas a lo largo del día. Sin duda que esta experiencia ayudó a los discípulos no sólo para asombrarse del poder de Jesús, sino para que vieran que Dios siempre tiene el control de las cosas.
     También podemos ver en este evento una aplicación práctica de lo que es clamar, y ser escuchado: los discípulos seguramente despertaron a Jesús con grandes voces por causa de su necesidad. De la misma manera, Dios nos ha dejado en la Biblia la instrucción de que pidamos y recibiremos, que busquemos y hallaremos, y que llamemos y se nos abrirá. Dios está siempre cercan al clamor de los necesitados.
     Otro elemento que podemos considerar es el propósito de Dios, cuando aparentemente “se tarda” para respondernos. Cuando un gran amigo de Jesús enfermó gravemente, las hermanas de este hombre mandaron aviso al Señor para que fuera pronto a sanarlo, dada la gravedad de su mal; pero lo que hizo Jesús fue extraordinario: se retrasó intencionalmente varios días, para dar oportunidad de que este hombre muriera, y entonces poder resucitarlo. Habrá ocasiones en que Dios “llegue tarde” a nuestra necesidad, no porque quiera hacernos sufrir, sino porque quiere ser glorificado de una manera más relevante. ¿Está Jesús aparentemente alejado de ti? ¿Pareciera que no te escucha? No temas, a su tiempo Él llegará a donde tú estás.


Angel Flores Rivero
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