Pequeño en territorio; grande en tradiciones

GUADALAJARA, JALISCO (29/JUL/2012).- Tlaxcala se encuentra justo en el centro territorial de México. Si el país fuera un ser humano, este Estado se estaría justo en el corazón.

Con apenas tres mil 991 kilómetros cuadrados de extensión, Tlaxcala ocupa el 0.2% de nuestro país y es la segunda Entidad más pequeña, justo por encima del Distrito Federal.

Tlaxcala es abrazado en su mayor parte por Puebla y colinda con el Estado de México e Hidalgo. Pero su historia trasciende más allá de sus fronteras. Aquí, la época prehispánica sigue viva, desde los tiempos donde el Imperio Mexica buscaba absorber a esta población y Tlaxcala peleó por mantener su independencia; hasta la llegada de los españoles, donde Hernán Cortés fundó e impuso nuevas costumbres sobre la ahora colonial Tlaxcala, en el año de 1520.

Según dicta la historia, en el año de 1525 el Papa Clemente VII hizo oficial la fundación de la ciudad novohispana de Tlaxcala, bajo las leyes religiosas que en ese entonces se impusieron sobre la población. Con esto, se daba pie a que la entonces Nueva España contara con su primera Catedral, así como un gobernador obispo, que al mismo tiempo se convirtió en la sede del Primer Obispado, entregándosele un Escudo de Armas, cuya leyenda fue inscrita como: Insigne, muy noble y muy leal ciudad.

En 1857, don Mariano Sánchez y don Miguel Lira y Ortega transformaron a Tlaxcala en Estado libre y soberano, liberándolo de la Constitución Española, proclamada en 1812 en la Plaza de Armas de la capital tlaxcalteca.

La historia ha dejado un gran legado en este pequeño Estado, tanto en tradiciones como en diversidad cultural y paisajes. Aquí se pueden apreciar el volcán Malinche, con una amplia extensión de llanos y sierras a su alrededor. En el lugar se puede acudir para practicar rappel, caminatas y ciclismo de montaña.

Por otro lado, en agosto el Pueblo Mágico de Huamantla celebra su feria, teniendo como cereza del pastel la famosa “huamantlada”, donde se celebra una especie de “Pamplonada”, al ser liberados algunos toros por las calles, donde los más valientes se atreven a enfrentarlos.

Otra fecha importante es el Carnaval de Tlaxcala, el cual se lleva a cabo un viernes previo al “miércoles de ceniza” de cada año, en donde se celebra la quema de un muñeco que significa el mal humor y alrededor de él se realiza una verbena con danzantes de origen nahua, que bailan al son de “la danza de los viejitos”.

Acudir a estas celebraciones representa una oportunidad para respirar ese interesante olor que quedó marcado en el suelo prehispánico, así como descubrir la moderna algarabía y tradiciones que enmarcan a este pueblo.

En la actualidad se celebran eventos relevantes en la región, como el Festival Internacional de Títeres (FIT), del 19 de julio al 28 de julio, que en este año contó con la participación de 16 compañías nacionales e internacionales.

Inmuebles con historia

Los lugares más recomendados para visitar, son el Palacio Municipal de Tlaxcala, que data del siglo XVI; la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, que originalmente fue el templo de San Francisco de Asis, en el siglo XVI; y la basílica de la Virgen de Ocotlán.

Nuevamente, para no olvidar ese legado prehispánico, en la zona de Cacaxtla se pueden admirar las obras monumentales plasmadas en murales realizados con pigmentos minerales, que dan lustre al Estado. Otros sitios interesantes que no hay que perder de vista son el Palacio de Gobierno, en la capital, así como la Plaza de la Constitución, el Acueducto de Atempa, el Jardín Botánico de Tizatlán y el Zoológico del Altiplano.

De esta forma, Tlaxcala posee una riqueza cultural, histórica y natural, que invita a descubrirla, y en este periodo vacacional es una excelente destino.

Si has decidido insertar este destino en un itinerario, te recomendamos algunos hoteles para hospedarte: Hotel San Francisco, ubicado en el Centro Histórico y con un costo desde 460 pesos; Misión Atlihuetzia, en Santa María Atlihuetzia, desde 825 pesos; Misión San Francisco, en la capital tlaxcalteca, desde 875 pesos; y Misión Tlaxcala, ubicada en la carreteta Tlaxcala-Apizaco, desde mil 26 pesos.

TOMA NOTA

Cómo llegar

No hay vuelo directo desde la Perla de Occidente a Tlaxcala, pero puedes volar a Puebla, y de ahía trasladarte vía terrestre a Tlaxcala por la autopista México-Puebla, a la altura de San Martín Texmelucan, pasando la caseta rumbo a Veracruz, toma la desviación.

Por Volaris, el vuelo redondo a Puebla cuesta $2,700 pesos.