Lunes, 09 de Diciembre 2024
Suplementos | Crear la vida a partir del polvo

Mucho con poco

Se cuenta la historia de un grupo de científicos que decidió eliminar toda idea de Dios de la vida de los hombres

Por: EL INFORMADOR

     Se cuenta la historia de un grupo de científicos que decidió eliminar toda idea de Dios de la vida de los hombres. Para ello se pusieron a trabajar con toda su capacidad, para poder hacer por ellos mismos lo que hasta entonces sólo Dios podía hacer: crear la vida. Ya habían logrado avances en la clonación, y habían descifrado el genoma humano, pero todavía les faltaba lo más difícil: crear la vida a partir del polvo, tal como Dios lo hizo con el primer ser humano que existió en nuestro planeta.

     Después de mucho tiempo y de un arduo trabajo, lograron lo que habían soñado: habían podido formar a un ser humano viviente a partir de la síntesis

de los elementos que se encuentran en el polvo; curiosamente, en el proceso se habían dado cuenta de que todos los elementos necesarios para organizar el cuerpo humano se encontraban en el polvo común, con elementos como minerales, componentes primarios, etc.

     Decidieron que ya era tiempo de desterrar a Dios de la vida de los hombres, por lo que formaron un comité de los más expertos de ellos y se presentaron ante el Señor. “Dios --le dijeron--, ya no te necesitamos en nuestras vidas, venimos a pedirte que nos dejes vivir conforme a nuestra voluntad”. El Señor les preguntó: “¿Y ya saben cómo asegurarse de que pueden sobrevivir sin mi intervención?”. “Por supuesto --contestaron ellos--, incluso podemos formar  seres humanos a partir del polvo, tal y como una vez lo hiciste Tú”.

     Acto seguido, sacaron sus aparatos y prepararon su experimento, para poder formar un ser viviente en la presencia misma de Dios. Estaban a punto de comenzar su experimento, cuando Dios los interrumpió y les dijio: “Me gustaría mucho ver su experimento, pero para ello van a tener que conseguir su propio polvo, porque todo el que existe es mío”.

     Dios es el dueño de todo lo que existe, ya que Él lo formó. Él formó los átomos, y de ahí los compuestos con los que hizo todo lo que existe; luego, de esa materia prima llamada polvo formó el hombre, y del tejido orgánico del hombre formó a la mujer, de manera que le pertenecemos de todas las formas posibles: como materia prima, como creación y, en algunos casos, como redención.

     Es por eso que Dios tiene autoridad y control absoluto sobre la materia, por lo que no debía extrañarnos que cinco panes y dos peces sean capaces de convertirse en miles de panes y peces, todos igualmente deliciosos y nutritivos. Esta especie de “reproducción molecular” no es algo nuevo, ya que es el mismo principio que opera para formar a los seres humanos: a partir de dos moléculas que se complementan, Dios establece una forma de multiplicación celular que da lugar a billones de células, cada una increíblemente diferenciada, para formar un ser, el cual, al nacer, tiene el potencial de llegar a ser un adulto maduro, pensante y reproductivo.

     Dios es dueño de cada átomo del universo, e increíblemente comparte su posesión con nosotros, dándonos el cuerpo y la vida a través de su funcionamiento, el aire, los alimentos, la vista, los colores, el oído, los sonidos y muchas, muchas cosas más. Gracias a Dios por su maravillosa generosidad, y a Jesús, por demostrar una vez más que es Dios, al evidenciar su autoridad sobre toda materia.

Angel Flores Rivero
iglefamiliar@hotmail.com   

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