Magia en Baja California

GUADALAJARA, JALISCO (20/ENE/2013).- México ostenta de una maravillosa península, bañada por el Océano Pacífico y por el mar de Cortés o Golfo de California, donde nadan ballenas grises, azules, jorobadas y orcas. Estuvo poblada por los pericúes al sur, los guaycuras al centro y los cochimíes al norte. En 1534, el español Fortún Jiménez de Bertadoña fue el primero en encontrarse con los naturales, al año siguiente, Hernán Cortés arribó en una cautivadora bahía, que llamó de la Santa Cruz, en honor al día que llegó, fundó una población, que no prosperó. Para 1596, Sebastián Vizcaíno desembarcó en la referida bahía, que rebautizo como “La Paz”. Tras la espada vino la cruz, transcurrió un año y el jesuita Juan María Salvatierra fundó la misión “Nuestra Señora de Loreto”. La expresiva franja de tierra fue llamada California, palabra que en el siglo XI, la canción francesa de Rolando, sobre los disgustos de Carlomagno, la incluyó. En 1510, Garci Ordoñez de Montalvo, la refirió en su obra Las Sergas de Esplandián. Provincia del Virreinato de la Nueva España. Delimitada al norte con Oregón. Franciscanos y dominicos la partieron en Alta o Nueva California y en Baja o Antigua California. Para 1804 la Alta California tenía como sede el puerto de Monterrey y la Baja el puerto de Loreto, en 1830, La Paz sustituyó a Loreto, pues había sufrido fuertes tempestades. En 1848, se perdió la Alta California y en 1853 se firmó el Tratado de la Mesilla y el de Guadalupe, y se demarcó el limite. En 1888 se dividió políticamente en dos y para 1917 la península se conformó en dos distritos: Norte y Sur, separados por el paralelo 28, posteriormente se les dio el nombre de Territorio Norte y Territorio Sur. En 1953 el Territorio Norte fue erigido en Estado, quedando el Sur como Territorio Federal y en 1974 se constituyó en Estado.

La zona sur o meridional comprende de La Paz a Cabo San Lucas, envolviendo Mulegé, Santa Rosalía, San Ignacio, El Triunfo, San Luis Gonzaga, San José y San Miguel de Comondú, Todos Santos, San Antonio, Miraflores, Pescadero, Santiago, y San José del Cabo. Las regiones biográficas, atendiendo a la distribución de la vida orgánica, se consideraron las siguientes regiones: Distrito de Ensenada, Distrito del Colorado, Distrito de las Sierras, Desierto del Vizcaíno y Distrito del Cabo (San Lucas-San José), comprendiendo las montañas de Victoria o Sierra de la Laguna, alcanzando dos mil 90 metros de altura, donde canturrean los arroyos San Miguel, Raymundo y San Benito, sin olvidar el Río San Ignacio. Sierra que es un verdadero oasis, conformado por 70 especies vegetales, tales como, órganos, choyas, nopales, encinas y torotes, cobijando un sinfín de animales, como, berrendos, borregos cimarrón, águilas y halcones. Espacios que conservan interesantes pinturas rupestres.

El cautivador estado es irregular en su configuración, ensanchándose a la altura de las bahías: Sebastián Vizcaíno y Magdalena; en la región de La Paz se angosta, la máxima anchura comprende 250 km y la mínima 120, conformando una superficie de 73 mil 475 km2. Sus más amplias bahías son: La Paz y Magdalena, otras magníficas bahías son: San Juanico, Asunción, Ballenas, Concepción y San Carlos.  Preciosas islas embellecen el horizonte, al poniente: Magdalenas, Asunción, Natividad y Margarita; al oriente: Tortuga, San Marcos, Coronado, Danzante, Carmen, Montserrat, Santa Catalina, Santa Cruz, San Diego, San José, San Francisco, Partida, Espíritu Santo (con atractivas cavidades marinas y cautivadoras playas: Ballena y San Gabriel) y Cerralvo, santuarios de vida. La formación peninsular asemeja una larga lengua de tierra, y las orillas muestran profundas erosiones. Los terrenos sudcalifornianos son esteparios.

El sorprendente estado ofrece sensacionales actividades, tales como: disfrutar de sus magníficas playas, pesca deportiva, desafiantes campos de golf con bizarros parajes al mar y a la sierra, spas, escalda, observaciones de ballenas o focas, paseos en bicicleta, tenis, kayak, buceo,  surfeo y en algunas áridas brechas, se celebra la carrera motorizada, “Baja 1000”. El hechizante estado nos está aguardando para compartir sus bellezas.

TOME NOTA

Para volar

Los vuelos a Los Cabos tienen una variación entre los dos mil 500 pesos hasta los siete mil pesos, según la aerolínea y la clase en la que se viaje. Interjet y Aeroméxico ofrecen sus opciones.

Dónde quedarse

La oferta de hospedaje varía entre los 900 a los cuatro mil 500 pesos por noche. Algunas opciones son: Quinta del Sol by Solmar o el Hotel Barceló. busca en: www.pricetravel.com.mx