Suplementos | Entre soga y chaparreras Los valientes de “a caballo” Por años, la charrería ha traspasado fronteras y es el referente de México como su deporte nacional Por: EL INFORMADOR 18 de septiembre de 2011 - 01:40 hs La “cala de caballo” muestra el control total del charro con su bestia. E. FLORES / GUADALAJARA, JALISCO (18/SEP/2011).- Unas manos gruesas y fuertes. Rostro cubierto por un ancho bigote y una personalidad recia, pero sin duda, caballero de muchos amigos. Se les reconoce el 14 de septiembre por ser su día. Así se define a un charro, aquel hombre que se ha dado a la tarea de mantener vigentes nuestras raíces, nuestro deporte. La charrería nace hace cientos de años, data desde antes de la Independencia de México, y se crea bajo la necesidad de la doma del ganado bovino y caballar en la época en que los españoles comandaban las haciendas en nuestro país. Los indios subordinados tenían prohibido en aquel tiempo montar a los pencos, pero la necesidad de realizar las labores campiranas era tal, que los caciques conquistadores decidieron cambiar esta regla. Las faenas campiranas imperaban desde entonces todas y cada una de las herramientas que actualmente siguen vigentes en la charrería, que, por cierto, son pocas, pero efectivas: un caballo, una soga, el sombrero y que no falten las vaquetas, ya sea para las monturas, chaparreras y hasta las cuartas. A nuestros días, la charrería es el principal referente de nuestro país en el mundo. Pese a que fue en el Estado de Hidalgo donde floreció este deporte, Jalisco ha sido cuna de grandes charros y asociaciones. Es, sin dudarlo, la Entidad con más auge en cuanto a la actividad charra. El deporte nacional por excelencia, nombrado así por el ex presidente Manuel Ávila Camacho, es de los pocos que permanecen casi intactos desde su inicio. Efecto de esto es el desarrollo de las actividades campiranas que en aquel tiempo se realizaban con mayor frecuencia, pues el manejo del ganado imperaba estas hazañas sin ser necesariamente un deporte como tal. Las suertes Dentro de la charrería existen nueve diferentes tipos de suertes que los equipos o charros deben realizar; cada una tiene una puntuación específica y un grado de dificultad que es de reconocerse. La primera de ellas arranca con la “cala de caballo”, en ésta se representa el buen manejo del animal en cuanto a rienda y movimientos se refiere, demostrando el control total sobre el penco. Seguido a esto se procede con la suerte más difícil, considerada así por la mayoría de los que practican este deporte. Nos referimos a los piales en el lienzo, cuyo objetivo es lazar con una soga las patas traseras de una yegua bruta que pasa a gran velocidad, provocando que el charro “chorrié” su soga en la cabeza de la silla de su caballo hasta parar a la yegua en juego. La tercer suerte es el “coleadero”, y su finalidad es derribar un toro que sale de los corrales, al sostener la cola en una carrera conjunta con el caballo. Posteriormente se viene el jineteo de toro, para enseguida realizar la “terna”, que es catalogada como la “surte madre” de la charrería, pues es la que más alusión hace a las faenas del campo, y consiste en lazar al toro de patas y cabeza hasta dejarlo rendido en la arena. De ahí le sigue el “jineteo de yegua”, para después ejecutar las “manganas a caballo y a pie”. La primera de éstas permite apreciar al charro en el floreo de su soga, mientras la yegua bruta pasa alrededor del ruedo para que el charro lace sus manos hasta tumbarla. Esta misma acción se realiza para las manganas a caballo, con la diferencia de que el floreo y la lazada son arriba de un equino. La última suerte se conoce como “paso de la muerte” y consiste en pasar al galope de un caballo manso a una yegua bruta. Jalisco, cuna y ejemplo Nuestro Estado es un referente importante de la charrería en el ámbito nacional a nivel nacional. Diferentes municipios de Jalisco se distinguen por mantener vigente esta actividad y por gozar de un gran número de actividades charras. La Región de Los Altos de Jalisco es líder en este sentido, pues la práctica frecuente del deporte, así como la realización de un gran número de festejos a lo largo del año, convierten a esta zona de nuestro Estado como la más fuerte. Atotonilco y Tepatitlán A don Carlos González Estrada se le atribuye la fundación de la charrería en este municipio, así como en Tepatitlán de Morelos. Él, con los “Güeros Franco”, inició lo que hoy es toda una tradición en ambas localidades. Héctor González, su hijo, relata: “Mi papá fundó la charrería en Tepa y después en Atotonilco; él hizo su propio equipo y así comenzó la tradición que ahora pues es ya todo un referente”. Añade que su padre tuvo esa inquietud debido a que siempre fue de campo, pues refiere que desde temprana edad fue el administrador de la Hacienda La Peñuela, propiedad de don Andrés Z. Barba. “La especialidad de mi padre eran los piales de ‘piquete’, sin remolinear la soga, y todo lo aprendió en el campo, ahí en la hacienda. Él me heredó la charrería”, comenta Héctor González, quien también fue charro y pialó por más de 35 años. “Pialar es una de las suertes más difíciles de la charrería. Yo lo practiqué por más de 35 años y tuve la fortuna, primero, de que Dios me cuidara mis manos, pues la soga no respeta los dedos. Por otra parte, me tocó pialar las mejores yaguas de ese tiempo; pesadas, recias y hasta con clase”. Y es que se trata de una de las acciones más peligrosas, incluso el propio charro ha tenido, en más de una ocasión, que recoger dedos de pialadores en los lienzos charros. Actualmente Atotonilco mantiene vigente esta tradición y es, junto con Tepatitlán, de los municipios con mayor actividad charra, pues el deporte sirve también como atractivo turístico. Los visitantes pueden apreciar una charreada los fines de semana, que es cuando la actividad se concentra más todo el año. Unión de San Antonio Unión de San Antonio, ubicado a unos minutos de la cabecera municipal de Lagos de Moreno, brilla en septiembre con este deporte, es conocido por su famoso “coleadero de San Antonio”, la concentración charra más importante en México. Al municipio acuden asociaciones de toda la República Mexicana, así como visitantes de diferentes lugares. Tequila La cuna de la bebida nacional es también albergue de la charrería. En los últimos años, el nacimiento de industrias tequileras ha permitido que el patrocinio para los que gustan de practicar la charrería tome mayor auge, y con ello los festejos. En Tequila se puede encontrar mayor actividad charra para sus fiestas, que tienen lugar en el mes de noviembre y diciembre. Para tomar en cuenta¡No te lo pierdas! Septiembre es la época del año en la que los festejos charros aumentan, debido a que el día 14 de este mes es el Día del Charro, además de tener una fuerte afinidad con la Independencia de México. En Guadalajara, el lienzo de Charros de Jalisco, situado a espaldas del parque Agua Azul, es un estupendo sitio para visitar en la ciudad, pues realiza charreadas todos los domingos a las 12:00 horas. Temas Pasaporte Lee También Un viaje por el tiempo en Cuitzeo, Michoacán Abrazo otoñal en la Riviera Nayarit Pasaporte: la vocación de contar el mundo Cuatro imperdibles para tu primera visita a Madrid Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones