Lunes, 17 de Febrero 2025
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Los tesoros de San Juanito de Escobedo

Una opción para conocer la riqueza de Jalisco en historia y tradición

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (06/JUN/2010).- Ubicado en la parte centro occidental del Estado de Jalisco, se encuentra un poblado que, aunque es municipio, guarda entre sus calles el sabor tradicional de las ciudades pequeñas, en las que la plaza todavía es el punto de reunión elemental en la vida social de sus habitantes y el aire que se respira es refrescante y tranquilo, diferente al de las grandes urbes.

Se trata de San Juanito de Escobedo, lugar que a lo largo de su historia ha tenido que cambiar su nombre un par de veces, debido a extrañas artimañas de la historia.

La fundación del hoy municipio se remonta al año de 1700, cuando cinco familias -Ruiz, Meza, Orendáin, Montes y García- de las antiguas pobladoras del pueblo de San Juan Atlitic decidieron fundar en la rústica ermita que se había construido para señalar el sitio en que había sido masacrado Fray Juan Calero, una nueva población a la que llamaron Pueblo Nuevo de San Juan Atlitic, en memoria del que habían abandonado sus antepasados en la isla de Atitlán. En 1835, debido a su limitado crecimiento, se convirtió en San Juanito.

Cuatro años más tarde, el 7 de febrero, por decreto número 4499, la Comisaría de San Juanito fue elevada a la categoría de municipio con las localidades segregadas de Etzatlán, llevando el nombre del ilustre etzatlense Antonio Escobedo, quien fue Gobernador de Jalisco en varios años: 1836, 1837, 1844 y 1846.

Durante 58 años el municipio llevó por nombre Antonio Escobedo, hasta el 23 de diciembre de 1997, cuando el Congreso del Estado de Jalisco, de acuerdo al decreto número 17112, le reintegró su antiguo nombre, con un añadido: San Juanito de Escobedo.  

Un tesoro bajo la superficie


Si bien San Juanito de Escobedo, como todos los rincones del Estado, ofrecen a los visitantes distintos atractivos turístico, la mayoría relacionados con su arquitectura, gastronomía, folclor, artesanías y leyendas, en este municipio hay algo más que no se puede encontrar en todas las localidades de Jalisco.

Se trata de una serie de piezas arqueológicas que han guardado sus tierras por más de tres mil años. Específicamente es el relato de la ex Isla de Atlitic (ubicada a unos kilómetros de la cabecera municipal, en el corazón de lo que fue la Laguna de Magdalena, secada en la década del 50), de la que brotan al ras de la tierra miles de fragmentos de vidrio volcánico que se extienden como una gran alfombra de 15 hectáreas y que son la evidencia de que ahí existió el taller de obsidiana más grande y especializado de Mesoamérica.

Descontando las piezas que ya han sido saqueadas, algunas para la venta en el mercado negro y otras que pueden verse en las casas de los pobladores, se han conservado puntas de proyectiles de hace cinco o siete mil años; entierros del periodo Formativo Temprano (mil 500 a mil 900 años antes de nuestra era), con cerámica que se parece a la de Capacha (Colima) y a la Costa de Jalisco; distintas plataformas de la industria de obsidiana; un posible juego de pelota; una pirámide acostada en un cerro; una capilla que los españoles construyeron encima de estructuras (una de las primeras que se construyeron en el Occidente del país); 12 cuevas artificiales construidas por culturas precolombinas (sólo quedan dos y media); puertos de canoas usados antes de La Conquista; en el cerro de enfrente se ubica El Mirador, una fortificación desde la cual protegían el pueblo; y ofrendas de indígenas Wixárika (huicholes) que peregrinaban a este sitio considerado como “sagrado”.

Y es que Atlitic era un sitio sagrado en el que los Wixárika (huicholes) dejaban ofrendas, pero la abandonaron desde que secaron la laguna de Magdalena con la intención de utilizar las tierras para el cultivo.

La isla también es conocida como Las Cuevas, porque hay excavaciones artificiales dentro de la toba, que es material volcánico que no tiene más de 10 mil ó 15 mil años de antigüedad.

En una de las cuevas se han encontrado tumbas estilo El Opeño (1800-800 antes de Cristo) y, en otra, se descubre una interesante arquitectura al interior, con un altar, un fogón destruido por los saqueadores y un pequeño manantial que fue utilizado tanto en tiempos prehispánicos y recientemente por los huicholes.

En una de las partes más altas de la isla se encuentra La Ciudadela, una estructura prehispánica encima de la cual los españoles construyeron una capilla y que actualmente está destruida; a unos 10 metros, también se ubica un probable juego de pelota, que podría ser de los más grandes de México.

Otros atractivos

Sin lugar a dudas, es la Parroquia de Nuestra Señora del Pueblito la más importante obra arquitectónica de San Juanito de Escobedo. En 1750 se construyó el primer cuerpo de piedra labrada y bóveda a expensas del subdelegado de Etzatlán, Francisco Martínez, con un espacio de 20 varas de largo por ocho de ancho, sin torres.

Tres décadas después, lucía ya con una espadaña en la que se colocaron tres campanas con un peso de nueve quintales. Tuvo que pasar más de un siglo y medio después, para que la parroquia contara además con dos torres (en 1921) y hasta 1935 se concluyó el crucero posterior, considerando su arquitectura tipo colonial.

Otras construcciones de tipo religioso que destacan en la población son la Pequeña Capilla del Divino Redentor, la de San Antonio, así como la construcción del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Colonia Vista Hermosa.

Otras obras que no pueden dejar de visitarse en San Juanito de Escobedo, son las ruinas de la ex hacienda de Santa Fe, de Providencia, de La Estancia y de Estancia de Ayllones.

En la pintura mural que se puede encontrar en la población, destaca el tema religioso. Así, los visitantes podrán encontrarse en los muros de la entrada al curato frescos que representan a Cristo entregando las llaves a San Pedro y, en otra imagen, el hijo de Dios con la oveja perdida en sus brazos.

Adentrándose en san Juanito


San Juanito de Escobedo fue el hogar de tres escritores que, a través de la palabra, se ocuparon de narrar la historia de su lugar de origen.

Entre éstos se puede mencionar a Antonio Domínguez Ocampo, autor de Cuento campirano (1974); El rumor del viento (1975); El viejo Clemente (1978); Nada (1980); Historia de mi pueblo, San Juanito (1981); El canto de los búhos (1982); y Ensayo biográfico de Antonio Escobedo, Jalisciense Probo. 1777-1849 (1987), entre otros.

Están también Agustín López Arciniega, quien escribió el libro Investigación histórica relativa al lugar en que fue martirizado Fray Juan Calero (1956); y José López Ruiz, autor de XXV aniversario de la coronación de Nuestra Señora del Pueblito (opúsculo).
Una historia para contar
 

Existe una leyenda en el municipio, a la cual se ha dado por llamar Todo o nada. Èsta cuenta la historia de un hombre que al caminar por el cerro La Machaca se encontró con una cueva que contenía una verdadera fortuna en monedas de oro macizo. Al querer salir con ella cargado de tesoros, escuchó una voz que le decía “Todo o nada”, mientras se cerraba la salida. Decidió entonces devolver la fortuna; sin embargo, la puerta no se abrió y en su lugar, retumbó en sus oídos la frase una vez más: “Todo o nada”. Al darse cuenta de que no había otra opción, el hombre arrojó tres monedas que había dejado en su talega y para su sorpresa, la puerta se abrió y pudo escapar del lugar.
Recuadritos
Centros turísticos

Los lugares de interés que se ofrecen a los visitantes son:

*La Parroquia de Nuestra Señora del Pueblito, en la que se contempla una imagen de la santa patrona obsequiada al pueblo en el año de 1772

*El balneario de Almoloya, en la delegación de Estancia de Ayllones.

*El casco de la hacienda de Providencia; las cuevas precortesianas de la isla Atitlán (La Otra Banda).

*Los Tres Cerritos, donde se encuentra el monumento de Cristo Rey.

*Las ruinas de la finca de beneficio de la desaparecida mina La Candelaria.

Para comer

Los visitantes no pueden perderse las delicias de la cocina de San Juanito de Escobedo:

*Pozole, birria, tamales, mole, gorditas de polvo de maíz y la capirotada en los días de Cuaresma.

*De sus bebidas destaca el tequila elaborado en San Juanito
Tradiciones

*El último domingo del mes de septiembre se lleva a cabo La Mogiganga, como preludio de las fiestas patronales de octubre.

*La Romería, con la cual se celebra el regreso de Etzatlán a San Juanito de la Virgen del Pueblito.

*El canto del Alabado a las doce de la noche, en el velorio de un cadáver.  

Con información de http://es.wikipedia.org/wiki/San_Juanito_Escobedo y www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/jalisco/mpios/14007a.htm.

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