Los siete panes de Dios

En los temas que hemos venido reflexionando, acerca del Padrenuestro considerábamos que a Dios pedimos diariamente el pan de cada día y que éste no es precisamente acumulable. El día de hoy es hoy, para mañana ya es ayer.

Y cuando alzamos los ojos y las manos a los cielos para implorar a Dios nuestro alimento, no estamos pidiendo solamente el alimento para el cuerpo, sino que le estamos pidiendo que nos de todo lo que necesitamos para la vida.

Es interesante leer el Evangelio y ver que Jesús reparte siete panes entre la gente que lo sigue ansiosa de encontrar aquello que de sentido a su vida y que satisfaga la necesidad profunda que todo ser humano lleva incrustada en el ser desde el momento mismo que nace.

Si queremos buscar simbolismos a esos siete panes que el Señor Jesús reparte, será relativamente fácil, porque no sólo de pan de harina vive el hombre, sea de trigo o de maíz, se llame pan, o se llamen tortillas.

Ciertamente también este es un primer nivel de alimento necesario para la vida, que sin duda incluye lo que comunmente llamamos: casa, vestido y sustento… y cada persona puede preguntarse qué clase de padre o madre, es si no provee a las necesidades básicas de alimento para sus hijos.

Hoy vamos a considerar los siete aspectos  vitales que son el pan que los padres deben dar a sus hijos en nombre de Dios.

Siete elementos que son necesarios para vivir: alimento, protección, cariño, sabiduría, valores, espiritualidad y religiosidad.

El segundo pan podríamos compararlo con la protección y el cuidado que los mayores tienen como compromiso al llamar hijos al mundo. No es lo mismo querer tenerlos al servicio de la propia persona, que darles esa atención que les protege de los peligros que abundan en todos los ambientes y que atacan a todas las edades.

También en este renglón los padres pueden preguntarse si están creando en familia un sano ambiente que protege y cuida a los hijos, o bien si ni siquiera saben dar el ejemplo que es elemental.

El tercer elemento que los niños necesitan para vivir es el cariño, una dosis adecuada de ternura…

Continuaremos analizando estos temas la próxima semana, mientras tanto elevamos a Dios nuestra oración:

Una oración para hoy:

Padre santo, dueño del mundo y de la vida,
dueño del ser de cada persona.

Tú nos das este cuerpo como una semilla
que tenemos que cultivar adecuadamente,
que tenemos que alimentar con el pan
que cada día nos das

Tú nos das también elementos
para que podamos llegar
a lo más grande y mejor de la existencia.

Ayúdanos Señor a realizar
aquello que Tú soñaste al crearnos. Amén

MBS,fsp