Las almas se quedan en Janitzio

GUADALAJARA, JALISCO (01/NOV/2015).- El olor a flor de cempasúchil es una esencia que nos une a vivos y a muertos, es una celebración por la vida de quienes ya no están en la Tierra y es un aroma que rinde pleitesía a su muerte. Todos los años miles y miles de estas flores tan mexicanas como la tierra que pisamos decoran los panteones, altares de muertos y los espacios de nuestros hogares, son una ofrenda para ellos y un atractivo visual para el mundo que goza de nuestras tradiciones.

Y un lugar que se rodea de cempasúchil, veladoras, pan de muerto y esa comida que les gustaba a nuestros fieles difuntos es Janitzio en Michoacán, un lugar donde las almas de nuestros muertos hacen fiesta y conviven con los que aún estamos vivos.

La isla de Janitzio es una oda al sincretismo con el que se vive en México, pues convergen las arraigadas costumbres indígenas con la religión católica que llegó de España, los santos y las vírgenes empalman sus lazos divinos y culturales con los ritos prehispánicos de los pueblos purépechas. La Noche de los Muertos en la Isla de Janitzio, en Pátzcuaro, conserva más fuerte que nunca la velación de nuestros difuntos. Son horas y horas de convivencia con ellos, rezándoles, adorándolos y agradeciéndoles por haber compartido con nosotros un momento de su existencia.

Año con año, Janitzio es un punto de referencia para el turista que está ávido de conocer cómo es que veneramos a la muerte, para ellos es un fenómeno apabullante que los mexicanos gocemos de ella, nos burlemos con ella y le rindamos homenajes, mientras que para otras cultura y naciones el tema es de profundo respeto y prudencia, un tema del que simplemente no se piensa como un festejo fúnebre.

Las celebraciones purépechas en Janitzio comienzan el día 31 de octubre con la tradicional “kuirisi-atakua” o caza del pato, que no es otra cosa más que salir de cacería durante la madrugada al lago de Pátzcuaro y después comer estas aves con el gusto de compartir entre familia y amigos. La Noche de Muertos también se celebra y se replica con velaciones en Uranden, Ihuatzio, Tzitzuntzán, Jaracuaro y Tzurumutaro, otros pueblos impactantes e indelebles al paso del tiempo.

Un lugar de armonía

Pero Janitzio no sólo es atractivo por sus festividades de Día de Muertos, además es un referente de la belleza de un México rico en contrastes, calidez y excelsos paisajes. El lago de este lugar es una preservación de los mismos colonos que lo cuidan porque saben de la significancia en sus tradiciones.

En la isla está una estatua de 48 metros de uno de los héroes de la Patria, José María Morelos y Pavón, monumentos que se construyó de 1934 a 1937 y que fue mandado a construir por el entonces presidente de ese tiempo en México, Lázaro Cárdenas del Río. Está compuesta por más de cinco mil bloques que vienen de la ciudad de Morelia. Esta efigie relata la vida y obra de este personaje icónico en la historia nacional. Tiene dos miradores, uno que está en el hombro donde se puede apreciar una parte del lago  de Janitzio y otro en la mano donde se brinda una espectacular panorámica del pueblo y las islas cercanas.

No pierdas oportunidad de conocer este pueblo mágico purépecha y de paso conocer otros lugares aledaños llenos de magia y belleza como Uruapan, Erongaricuaro y Tzintzunzán. Este día de muertos, honra a tus difuntos en Michoacán, una entidad que en especial resguarda el sincretismo de las costumbres populares de México.

Gastronomía prehispánica

En Pátzcuaro, que es a donde pertenece Janitzio, la comida es un punto de atención al que no hay que perderle el gusto. Si se trata de botanear con una cerveza en mano, están los ricos charales que no se rajan, crujientes y dispuestos a bañarse de jugo de limón y salsa picante. Si el Sol apremia, una rica nieve de zapote es la ideal para darle un dulce sabor al paladar —el zapote es una fruta de la región de sabor muy concentrado—.

Ya si de plato fuerte hablamos, está el rico mole en diferentes presentaciones, la sopa tarasca que es a base de julianas de tortilla crujiente, queso y jitomate, o las corundas, platillo parecido a los tamales que se acompaña con frijoles, carne de cerdo y crema. ¿Y qué tal las carnitas que son típicas del Estado de Michoacán?

EL DATO
La llegada

Si te interesa conocer la festividad de Día de Muertos en Janitzio, desde Guadalajara se hacen aproximadamente cuatro horas en carretera. Pasarás por Zamora de Hidalgo, Morelia y después Pátzcuaro, que es donde se encuentra la isla de Janitzio.

Reserva con tiempo de anticipación en los hoteles cercanos a la zona, pues en esta temporada hay mucha afluencia de turistas. Recuerda revisar el auto antes de viajar y seguir al pie de la letra todos los señalamientos.