La vida en shuffle

La duda metódica será un ejercicio muy saludable en el año próximo a comenzar. Será un periodo muy revelador en el que los ciudadanos sabremos de qué están hechos los periodistas de prensa, radio y televisión.

El cañonazo está anunciado y hay quienes cuentan que incluso están buscando irse a alguna beca para no estar ante el micrófono en esos momentos en que el periodismo local y nacional atravesará por una de sus más duras pruebas. La de la lucha contra el narcotráfico es una que compran los que quieren ser héroes, pero la de los pesos constantes y sonantes a cambio de una nota, una entrevista, un comentario o hasta un reportaje, será la que nos muestre la calidad de medios que tenemos.

A partir de 2009, el nuevo Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), prevé que la compra de spots para las campañas electorales sólo la haga el Instituto Federal Electoral (IFE) y ya no los partidos, con la idea de que los inmensos recursos que éstos manejaban para ese objetivo dejen de influir en el comportamiento informativo de los medios electrónicos.

Para el año próximo, el IFE gestionará y monitoreará 23 millones de spots propagandísticos. La mitad serán repartidos de forma igualitaria entre los partidos contendientes en el proceso electoral, el resto será para la promoción del voto y lo que defina el propio órgano electoral.

De esta forma, y como nunca en la historia de México, escucharemos y veremos propaganda a cualquier hora del día. Lo mismo lo hará su hijo viendo Chabelo o cualquiera en el corte comercial de la telenovela de las cinco de la tarde. Seremos bombardeados. Los partidos se ahorrarán algo así como tres mil 500 millones de pesos (lo que necesitaría Guadalajara para cambiar todo sus sistema de drenaje), y el IFE usará el tiempo oficial para colocarlos.

Suena bien para los partidos y sus intereses, que no son los de los ciudadanos necesariamente. ¡No tienen que gastar en spots de radio y televisión! Tienen ahorros, y eso es tremendo, porque a poco se iban a quedar sólo con lo que les diera el IFE, donde quiera el IFE y a la hora que quiera el IFE. Pues no, y tendrán muchos, muchos cientos de miles de pesos para gastar, para como dijo un diputado del PRI: “diseñar estrategias de mayor impacto en la conducta del votante y buscar espacios en Internet, entrevistas, notas informativas o comentarios favorables por comunicadores”. Esto no quiere decir otra cosa que comprar contenido en los medios de comunicación, para que aparezca como información, lo que en realidad es propaganda.

La práctica no es desconocida por ningún partido político y tampoco por muchos, muchísimos medios de comunicación corruptos, que se presentan como espacios periodísticos y sólo son espacios publicitarios para el mejor postor.

Las famosas gacetillas en la prensa escrita, que a veces, con pudor por la hipocresía llevan cursivas en el título o están enmarcadas para distinguirlas de la información real no pagada, o de plano aparecen como una nota cualquiera; y las entrevistas pagadas que son el pan de cada día en la radio y la televisión, serán la forma en que los candidatos aparezcan en los medios donde quieran y como quieran. Habrá cartera para ello, y medios que se vendan.

Y a aquel periodista que no quiera aceptar entrevistas pagadas, menciones como no queriendo a un candidato, trato favorable y cotidiano a lo que hace un suspirante, tendrá seguramente como argumento de su patrón una sencilla pregunta: “¿Qué, no quieres que entre dinero a la empresa? Si de eso comes”.

Esta práctica que los lectores, los radioescuchas y los televidentes sufrimos a diario en detrimento de nuestro derecho de recibir información libre, honesta, verídica, de parte de los medios de comunicación, podría ser en 2009 una enfermedad extendida. Lástima, porque los que se creen figuras de la democracia o promotores de la misma, con esas acciones sólo van contra el periodismo, y éste no es otra cosa que un elemento clave de transformación de la sociedad.

Como nunca en la historia de México, en 2009 escucharemos y veremos propaganda a cualquier hora del día. Lo mismo lo hará su hijo viendo Chabelo o cualquiera en el corte comercial de la telenovela de las cinco de la tarde. Seremos bombardeados. Los partidos se ahorrarán algo así como tres mil 500 millones de pesos (lo que necesitaría Guadalajara para cambiar todo sus sistema de drenaje), y el IFE usará el tiempo oficial para colocarlos.