La más esperada evolución

GUADALAJARA, JALISCO (06/FEB/2016).- Por fuera nadie pensará que el nuevo Audi A4 es un auto muy distinto de su antecesor. Tampoco lo hará al conducirlo en ciudad. Cuando lo exija más, sin embargo, recibirá la más agradable de las sorpresas.

Audi transformó el A4 2017 que llega ahora al mercado mexicano en una especie de “sleeper”, es decir, uno de esos autos que son más rápidos y alegres de conducir de lo que parecen. Porque la evolución exterior es menor que la esencial. Ponga algo de atención y percibirá que ahora hay aristas más agudas entre dos piezas; que los faros tienen un borde filoso en la parte de abajo; que los ángulos del hexágono que forma la parrilla son más perceptibles. En los costados la línea de cintura es marcada por un surco pronunciado y en la parte trasera las calaveras son más delgadas. Prendidas, muestran un juego de leds en forma de dos “C” encontradas. La tapa de la cajuela termina en una protuberancia que sirve como alerón. Todo el conjunto, empero, grita “A4” y deja muy claro a todos que es un Audi. Éste Audi específicamente. El aumento en su longitud es notado sólo por los más observadores, pero ayuda y mucho en la calidad de marcha.

Donde siempre se lucen los Audi es en el interior y el A4 2017 no es diferente. Todo lo que se ve, toca, siente y huele, es impecable. Los materiales fueron elegidos con el cuidado que sólo un producto alemán es capaz de mostrar.

La versión que probamos, el 2.0 Turbo Select Quattro, tenía asientos forrados de piel con buen soporte lateral y ajuste eléctrico; quemacocos; sistema de navegación; pantalla digital que no se controla por toque, sino por el mando central en la consola y un excelente sistema de sonido y entretenimiento compatible con Apple Car Play y Android Auto. Para el precio de 649 mil 900 pesos que la marca pide por él, pensamos que hubiera sido un buen detalle equiparlo con llave de presencia (la que no necesitamos presionar un botón para abrir la puerta) y cámara de reversa, pero esos son detalles reservados para los más equipados Elite y S Line.

Firmeza placentera

El motor, ya saben, tiene cuatro cilindros y llega a 252 caballos de fuerza gracias a la ayuda de una turbina. El poder va a las cuatro ruedas, aunque la base sea una plataforma de tracción delantera. Hay que resaltar que el A4 ya no usa, como lo hizo en el pasado, una plataforma compartida con un modelo de Volkswagen. De hecho la base de este A4 es la plataforma modular MLB, diseñada para motores longitudinales y sólo presentes en modelos Audi y en el Porsche Macan. El Golf, por ejemplo, una la plataforma modular MQB, para motores transversales.

No es sólo por esto, pero el hecho es que el nuevo A4 se siente mucho más sólido a altas velocidades. El nerviosismo anteriormente percibido cuando la aguja ahora digital del velocímetro rebasa la segunda centena de kilómetros por ahora, dio lugar a un aplomo que sólo los grandes exhiben. El A4, finalmente, se acostumbró a correr.

Sin embargo aún hay trabajo por hacer en las siguientes generaciones. Uno de ellos es mejorar su relación con las curvas. Sí, ya hay más cercanía, pero el auto aún las trata de usted y no de tú, aunque esto ya es mejor que tratarlas por “su majestad” como acostumbraba. Entre a una de ellas un poco más fuerte y verá que el frente se muestra tímido ante las sinuosidades que se le presentan y quiere pasarse de largo. Ahí, es necesario que la electrónica actúe y lo haga comportarse como debía. La relación al final existe, pero no es tan natural y hermosa como la que hay entre las montañas y un buen coche de tracción trasera.

Una de las mejores herramientas del A4 en su dinamismo es la caja S-Tronic de siete cambios. Su velocidad es tan grande que asusta. Apenas pensamos subir una velocidad con las paletas detrás del volante y listo. Parece telepatía. La dirección también es equilibrada, suave, rápida y precisa.

Para la gran mayoría de los clientes, el A4 terminará siendo un auto más placentero que sus tradicionales rivales directos, el Serie 3 y el Clase C. Porque ninguno es tan cómodo, aunque sean más rápidos y estables.

Más allá de un cambio estético

Aunque las diferencias parecen pocas con respecto a su antecesor, el Audi A4 2017 convence por su nivel de equipo y emociona por su manejo orientado a la deportividad, sin perder el porte.