La magia de los frutos rojos

GUADALAJARA, JALISCO (20/FEB/2014).- No se trata nada más de su atractiva presentación, ni de que su color sea apasionante. Tampoco de que estén de moda, y repentinamente su nombre aparezca, una y otra vez, en distintos comerciales. Los frutos rojos tienen propiedades que van mucho más allá de las campañas de marketing.

Primero, hay que definir, ¿qué son los frutos rojos? La lista incluye al arándano, moras, manzanas, granadas, frambuesas, ciruelas y fresas, entre otras. Y lo que las hace fantásticas, es que son excelentes antioxidantes orgánicos, que ayudan a proteger al organismo de numerosas patologías, previniendo de paso enfermedades cardíacas, problemas circulatorios, accidentes cerebro vasculares y también ayudan a disminuir la tensión arterial. Los frutos rojos tienen ciertas características generales: Se deben de comer crudos y frescos, aunque también es conveniente ingerirlo, si se quiere, como mermelada.

LAS CAMPEONAS

1 La fresa:

Fruto ampliamente repartido en la naturaleza. En México los centros de producción más importantes son Irapuato y Zamora. Es pobre en proteínas, pero también en grasas. Tiene mucha fibra, vitamina C, ácido fólico (ideal para embarazadas) y vitamina E. Su ácido salicílico es considerado una aspirina roja de la naturaleza, y se suele recomendar para aquellos que son alérgicos a las aspirinas. Retrasa en envejecimiento, aminora el dolor de los reumas, combate la oxidación y su contenido en hierro es buen auxiliar ante las anemias.

2 La manzana

“Una manzana al día mantiene alejado al doctor”. Esta frase, que parece apropiada para enseñar a los niños a tomarle aprecio a esta fruta, es mucho más real de lo que parece. En México, uno de los principales productores es el Estado de Chihuahua, donde en los últimos años las sequías y la violencia ha afectado sensiblemente la producción.

Es el árbol frutal más cultivado en el mundo, y dadas las bondades que tiene, no es extraño entender por que: Es un antiinflamatorio ideal para nuestro aparato digestivo, por su contenido en pectinas, un antiácido natural. Sirve para tratar la diarrea, y en ocasiones, puede servir como un suave laxante (especialmente su piel). Su contenido en fósforo la vuelve un alimento ideal antes de dormir, ya que tiene propiedades se sedar suavemente.

3 La frambuesa

La pequeña frutilla se ha vuelto una de las favoritas en años recientes. En China y Europa ya conocían sus propiedades medicinales, además de ser parte de la dieta nórdica desde hace milenios.

Primero, tiene altas propiedades astringentes, lo que la convierte en un perfecto compañero en el tratamiento de la diarrea, por su alta cantidad de taninos. Estas mismas propiedades pueden ser de mucha utilidad para el tratamiento de dolores de garganta, anginas, llagas en la boca e inflamación de las encías. Se recomienda consumirla con moderación, ya que su exceso puede causar estreñimiento.

4 La granada

La otra gran estrella de los últimos años, presente en jugos y como parte de platillos. Es un potente antioxidante, sirve para tratar el estreñimiento y además, es muy maleable como parte de platillos de cocina. Tiene una concentración de polifenoles (que sirven como protección celular), superior al vino, los arándanos y al té verde.

Está compuesta en un 80 por ciento de agua, un 15 de azúcares y un 3 de fibras.

PARA QUE RINDA EN LA COCINA
Su conservación

Lo más recomendable, es adquirir los frutos rojos cuando ya están en grado de madurez, pero si el consumo va a ser inmediato, debe ser un poco más avanzado. Se recomienda guardarlas en el refrigerados, y mantenerlas alejadas de sus dos principales enemigos: La luz y el calor.

Si se van a consumir, lo mejor es no quitarles el tallo hasta que se vayan a servir, y tampoco tenerlas partidas. El lavado previo debe ser cuidadoso, y con agua fría sobre el fruto entero. No es conveniente remojarlas, porque así pueden perder ciertas cualidades nutritivas.

PARA SABER
La mejor temporada

La mayor parte de los frutos rojos son de temporada, y esto suele reflejarse en su precio, pues son más baratas cuando abundan. Por lo tanto, es importante saber como se dan:

Arándano: de mayo a octubre.

Frambuesa: de junio a julio.

Fresa: de diciembre a junio.

Grosella: todo el año.

Manzana: todo el año.

Mora: de agosto a octubre.