La alternativa veloz

GUADALAJARA, JALISCO (25/AGO/2012).- Tiene más equipo y 34 caballos de fuerza más. Son ingredientes difíciles de olvidar por un entusiasta. Y es justamente por ellos que Suzuki trae el Swift Sport a México. Falta ver si estarán dispuestos a pagarlo.

El Swift es un éxito en nuestro país. Desde su arribo, ha logrado un lugar en el corazón de los jóvenes de edad o espíritu, que buscan un coche de apariencia juvenil, con un manejo lleno de agilidad y un buen nivel de calidad por el precio que se paga por él. Pero le faltaba el elemento esencial para cautivar a los apasionados: potencia. Ya no. Con el Sport, el Swift está completo.

Por fuera, diferenciarlo del Swift normal no será tan simple a primera vista. El frente tiene una parrilla mayor y la pintura negra alcanza también la fascia, lo que de alguna manera ya suena a truco viejo, pero funciona. Las ruedas y los faros de niebla, al igual que algunos juegos de accesorios, también son exclusivos.

Por dentro llama la atención la construcción cuidadosa, los buenos materiales, la sensación de espacio y, por supuesto, el nivel de equipamiento. El Swift Sport tiene bolsas de aire frontales, laterales y de cortina, algo no tan común en autos de su tamaño que no ostenten un logotipo Premium. Tiene estéreo con Bluetooth, entrada auxiliar y USB. Cuenta también con faros de bi-xenón; control de crucero; frenos con ABS, control de estabilidad ESP y otros detalles que lo ponen en el nivel más alto de seguridad activa y pasiva.

Los cuatro pasajeros tendrán buen espacio para piernas, hombros y cabeza, lo que es producto de la distancia hacia los cristales, consecuencia de su forma casi cuadrada. Sólo la cajuela, con sus 211 litros, es absurdamente chica. Pero si esto suena a un problema en una versión familiar, es más justificado en la deportiva.

Existe la versión tres puertas, que sería mucho más atractiva para un auto con pretensiones deportivas, pero ésta, fabricada en Hungría, no tiene exención de aranceles para venir a México. La opción fue traer la japonesa, que tiene las mismas cinco puertas del Swift normal. Ni modo.

Sobresaliente al volante

Lo mejor de todo, sin embargo, es conducirlo. Si el Swift normal ya es ágil, este llega al siguiente nivel, aunque esto se percibirá mucho mejor en carretera, ya que el motor sigue siendo el de cuatro cilindros con 1.6 litros. Como Suzuki no usa un turbo para llegar a los 136 caballos de fuerza, es necesario revolucionar la máquina más allá de las 4,400 rpm, cuando se encuentra el punto máximo del torque de 160 newton-metro. En ciudad, es muy difícil conducir a este ritmo. Pero en una autopista, como las que tuvimos cerca de Cancún, el auto es una delicia, responde rápido, con buena y precisa dirección y una caja de cambios de relaciones cortas, ideales para una conducción más alegre.

El precio puede parecer algo elevado, pero por los 274,900 mil pesos que Suzuki pide por el auto, no se encuentra en México nada tan divertido, rápido, seguro y equipado. Al menos no en esta categoría. Suzuki lo sabe. Como  también sabe que este no es un coche de gran volumen, pero sí uno que ayudará a construir imagen, a generar lealtad y a dejar a los que se animen a ir por uno de ellos, muy contentos con la decisión que tomaron.

RADIOGRAFÍA

Suzuki Swift Sport

Motor: 4 cilindros en línea; 1.6 litros; 16 válvulas; 134 CV @ 6,900 rpm: torque de 160 newton-metro @ 4,400 rpm.

Dirección: Piñón y cremallera con asistencia eléctrica.

Transmisión: Manual de seis velocidades (6+R).

Suspensión: Independiente tipo McPherson adelante y de eje de torsión atrás.

Frenos: De discos ventilados adelante y sólidos atrás, con ABS y EBD.