Miércoles, 12 de Febrero 2025
Suplementos | 6 de junio 2010

Jesús nos dice: “No tengan miedo”

Caminamos entre luces y sombras y en ocasiones aquello que vemos es tan grande, tan asombroso, que no alcanzamos a percibir lo bueno y lo bello

Por: EL INFORMADOR

El mundo en que vivimos lo ha dado Dios a los seres humanos, para que aprendan un estilo de vida que será el que podrán vivir en la eternidad.

     Pero caminamos entre luces y sombras y en ocasiones aquello que vemos es tan grande, tan asombroso, que no alcanzamos a percibir lo bueno y lo bello que Dios nos tiene reservado para que podamos ser felices

     Los hechos que hemos venido celebrando desde Semana Santa a esta parte, tienen un telón de fondo que nos invita a reflexionar seriamente en la presencia y la acción de Dios en nuestro mundo y en la historia.

     Tanto la Encarnación de Cristo Jesús como la presencia del Espíritu Santo, quieren ser un motivo de esperanza, de alegría y de serena certeza de que Dios no nos deja solos ni nos abandona a nuestra suerte; parece que quisiera decirnos con fuerza: “No tengan miedo, nada hay más grande que mi amor…”.

     Es un hecho que uno de los mayores males que sufrimos en este mundo es el miedo, ya que cuando invade a una persona le paraliza la vida…

     Lo que sucede es que a veces trasladamos nuestros sentimientos a todos los estratos de la existencia, y en vez de acogernos a la infinita ternura de Dios, le atribuimos también nuestros prejuicios y le tenemos miedo.

     Pero tener miedo a Dios no es lógico, porque si Él nos creó, no ha sido para fastidiarnos ni para darnos una existencia miserable, sino para que veamos el mundo y la vida desde el mejor ángulo, admirando la belleza y gozando lo bueno que ha puesto en el universo para nuestro bien.

     De la misma manera que la Biblia nos dice que en los albores de la creación puso Dios a Adán y  Eva en un jardín para que lo cuidaran y cultivaran, así pone a cada uno en este mundo para que lo haga mejor, más amable, más habitable y para que cada persona que pasa por aquí lo deje un poco más hermoso.

     Por tanto, no es lógico ni sensato comportarnos irresponsablemente, destruyendo el entorno y deteriorando aquello que fue hecho para nuestro bienestar.

    “No tengan miedo”, dice el Señor… pero esto no quiere decir que seamos inconscientes, porque ya sabemos que Dios siempre perdona, que las personas a veces perdonamos, pero que la naturaleza, nunca perdona.

      Por lo tanto, si tenemos miedo a los desastres naturales que acontecen en la tierra, debemos recordar que muchas veces son ocasionados por los desequilibrios que provocamos los mismos seres humanos…

     Tantos experimentos y agresiones al medio ambiente, no pasan indiferentes.

     Lo mismo sucede con otros miedos a niveles más personales, ocasionados frecuentemente por el desorden que resulta del pecado y del mal que enturbia la vida.

     Vivir en la claridad de Dios nos va a librar del miedo y de la oscuridad de su ausencia. La misma muerte, vista desde la óptica divina, no es un mal al cual haya que temer como lo peor, porque sabemos que nuestra existencia terrena tiene una meta, la vida humana no desembocará en el vacío, sino que llegará tranquilamente un día, a los brazos amorosos de nuestro Padre Dios.

     Es por eso que la invitación a no tener miedo, tiene su fuerza y fundamento en el amor comprensivo de Cristo Jesús nuestro Señor, que es capaz de darnos lo que más necesitamos en el momento oportuno, incluso haciendo un milagro extraordinario para que nuestra alegría sea plena.

     Ciertamente también pone condiciones, como puede ser andar por sus caminos y cumplir fielmente su santa voluntad.

María Belén Sánchez fsp

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones