Jueves, 23 de Enero 2025
Suplementos | Uno de los rincones más tradicionales de San Luis Potosí

Jardín de San Francisco

Uno de los rincones más tradicionales de San Luis Potosí, listo para ser explorado por los visitantes

Por: EL INFORMADOR

Un día de tantos en el Jardín de San Francisco, punto de encuentro perfecto para quienes buscan un respiro a su paso por la ciudad. EL INFORMADOR / V. García

Un día de tantos en el Jardín de San Francisco, punto de encuentro perfecto para quienes buscan un respiro a su paso por la ciudad. EL INFORMADOR / V. García

GUADALAJARA, JALISCO (03/ENE/2016).- Las calles: Guerrero, Vallejo y Galeana, de San Luis Potosí, delimitan el hermoso Jardín de San Francisco, Martín Ernesto García Muñoz puso en tinta: “El monumento más significativo construido en el siglo XVII por los franciscanos, de 1660 a 1670, será el convento y el templo de San Francisco, obra que nos enfatiza la calidad y la sencillez de lo que se conoce como barroco sobrio, mezclado con barroco salomónico…  la sacristía de la iglesia del siglo XVIII. En el templo del convento se encontraban retablos barrocos de madera sobredorada que se destruyeron en el siglo XIX. Sin embargo, los franciscanos consolidaron, en lo que hoy es la plaza de San Francisco, una ciudadela cerrando el conjunto dos templos de menor importancia en jerarquía… El de la Tercera Orden fue construido en 1694 como parte del convento. En su portada se encuentran imágenes de Santa Isabel de Hungría, San Fernando y San Luis Rey de Francia, a los que está dedicado el templo. En 1718 fray José de Arlegui construyó el templo de Nuestra Señora de Los Remedios (Sagrado Corazón); así la plaza formaba un atrio para los tres templos a principios del siglo XVIII”.

Por la tarde fuimos al Jardín de San Francisco, aunque su nombre oficial es “Guerrero”, pero ha predominado San Francisco por su añejo templo. Nos dio la bienvenida una bonita escultura de un hombre de pie, con el pantalón mal fajado, sin camisa pero con casaca, sombrero alto y de ala corta, colgado un morral con un jarro saliente, de expresión alegre, era Juan del Jarro. Rafael Montejano y Aguiñaga citó: Juan de Dios Azíos, careciendo de todo, abundaba en crédito y estimación, y allegando para otros, mendrugos y desechos, allegó para sí cariños y respetos… la vestimenta, el andar, la estampa, la sustanciosa charla, el jarro, dieron prestancia a ese nuevo mendigo… todo bondad, todo amor al próximo, cuanto recogía, lo repartía luego a otros necesitados y nada dejaba para sí… No vivía más que para hacer caridades… Lo buscaban mucho, por sus infalibles adivinaciones”.

El romántico Jardín es de planta rectangular, animado por gruesos árboles, unos follajes se reflejaban en una fuente circular de dos copas, también se reflejaba un fragmento de la atractiva portada del templo de San Francisco. La puerta con capiteles dóricos y arco poligonal con decoración barroca, el escudo franciscano en la clave. Dos columnas estriadas con capiteles dóricos por lado, entre ellas, San Buenaventura y San Antonio. Arriba de la cornisa y en el eje de la puerta, un buen nicho con el hermano de Asís, las columnas se repiten,  pero salomónicas y entre ellas, las ventanas del coro, verticales y con reja. La cornisa ondulada y con volutas, al centro posa San Luis Obispo, flanqueado por dos frailes, A los costados de la portada se levantaron campanarios, que no armonizan, el izquierdo, el primitivo, de planta cuadrada y de dos cuerpos, el primero con un vano arqueado por cara y enmarcado por medias columnas salomónicas, el segundo octagonal. El derecho, posteriormente adosado y de tamaño desproporcionado, demasiado  grande, elemento que rompe la armonía del conjunto.

En el interior, apreciamos vestigios del órgano tubular barroco, con su tribuna soportada por cabezas de león; pinturas de Antonio Torres, que manifiestan pasajes la vida de San Francisco; la cautivadora cúpula de tambor octagonal y de ocho gajos con linterna y, la sacristía, cerca de la puerta: el hermano mayor y fray León, pilares  estípites, techada con cúpula similar a la del templo.

Del costado derecho del templo, admiramos el edificio de La Lonja (edificado en 1910) con bonitos balcones en sus dos fachadas, y del costado izquierdo, un portal de tres arcos y el templo presbiteriano, con una torre con puerta y una ventana por lado, góticos y arriba de la puerta, una gran ventana gótica, rebasando el nivel del techo, a dos aguas, con pendiente para nieve.

Por Vicente García Remus

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