Izapa, pasado y presente de la mano

GUADALAJARA, JALISCO (26/JUL/2015).- Con el nombre de Izapa se conoce a un extenso yacimiento arqueológico que se localiza en Chiapas, en el municipio de Tuxtla Chico —muy cerca de Tapachula, a poco de la frontera con Guatemala—, un sitio que fue una de las ciudades más antiguas de Mesoamérica y donde se evidencia la transición entre las culturas olmeca y maya, gracias a los vestigios que incluyen estructuras piramidales, esculturas, juegos de pelota, estelas y altares tallados en piedra.

No puede negarse el atractivo turístico que representa la zona pues, desde 2006, tras del impulso que se dio a Puerto Chiapas, en la Costa del Pacífico, y el creciente número de cruceros que llegan ahí —26 de ellos la pasada temporada, de octubre de 2014 a mayo de 2015—, la mayoría de los visitantes extranjeros eligen Izapa como principal destino.

Actualmente, los montículos de la zona —plazas, edificaciones y patios— se organizan en siete grupos, los denominados A y B (en la zona principal de monumentos), además del Grupo F (hacia el Norte), son los que están abiertos a los visitantes.

Atractivo creciente

Fue en 1961 cuando, con apoyo de la New World Archaeological Foundation (NWAF) de la universidad Brigham Young (BYU) de los Estados Unidos, se realizaron los primeros trabajos de exploración sobre esta zona, poco después encabezados por quien ha sido su más emblemático investigador, el arqueólogo y astrónomo norteamericano Garth Norman; con todo, hace más de 30 años que no se realizan más indagaciones en el lugar.

A pesar de todo, ahora su importancia turística ha crecido y pueden apreciarse en los sitios abiertos los edificios y espacios públicos, las estelas y altares (con deidades antropomorfas de rasgos animales), los grandes basamentos piramidales y las plataformas de tierra recubiertas con piedra, así como diez grandes plazas que se ubican entre cuatro grandes estructuras que, a su vez, se alinean sobre tres ejes paralelos que incluyen a los cercanos volcanes Tacaná y Tajumulco.

¿Por qué se consideran las estelas de Izapa como un elemento atractivo? Entre otras razones porque en algunas de ellas se aprecian retratados personajes que aparecen en las leyendas del célebre “Popol Vuh”, libro de las antiguas tradiciones originarias de los mayas; asimismo, son el testimonio de lo que se conoce como “estilo izapeño”, que se caracteriza por el tallado en bajorrelieve de escenas que se dividen en tres planos —el celeste, el terrenal y el inframundo— y presentan imágenes alegóricas de gran belleza (como la famosa estela del “árbol de la vida”).


Larga historia

El origen del asentamiento se ubica, generalmente, alrededor del año 1500 a. C. y se cree que los primeros habitantes debieron ser de la cultura mixe-zoque (que se relacionan con los olmecas) pero hay también rasgos evidentes de la cultura pre-maya; asimismo, es patente la presencia de la lengua náhuatl en los nombres de los poblados hasta El Salvador, en Centroamérica.

Levantada con base en patrones básicos de planeación, Izapa tuvo una población de más de 10 mil habitantes en su época de mayor apogeo, lo que ha hecho pensar que fue una “ciudad-estado” en la era maya; además de las pirámides y los juegos de pelota, lo que más atrae a los arqueólogos son los grabados de sus estelas de piedra, donde se aprecian escenas rituales con deidades, personajes y descripciones de la narrativa oral que después se distribuyeron por toda la península yucateca.

Ahora, la región es fértil y el clima húmedo, lo que propició el cultivo del cacao (que se usó como moneda de cambio para el comercio, desde las comunidades centroamericanas hasta el altiplano de México) y una bonanza económica que permitió el desarrollo científico, artístico y tecnológico a un grado que ha hecho suponer a algunos investigadores que aquí pudo tener su origen el calendario maya.

SABER MÁS

Servicios de la zona

Hay un pequeño módulo de servicios al norte de la carretera (en lo que se conoce como Grupo F de la zona arqueológica); tanto en el Grupo A como en el B se pueden comprar artesanías, refrescos y agua embotellada. Ahora bien, en Tapachula existen varias agencias de operadores turísticos que ofrecen tours a los principales grupos de edificios (A, B y F).

Horarios: de lunes a domingo, de 9:00 a 17:00 horas (el Grupo F tiene diferentes horarios de apertura), la zona permanece cerrado los martes.
Contacto: Centro INAH Chiapas; teléfono (01-961) 612 8360 y 612 2824.

Recomendaciones: Para recorrer los 2.5 kilómetros entre los principales grupos de edificios que pueden visitarse (A, B y F), se recomienda llevar zapatos cómodos, ropa ligera, una sombrilla o manga larga (suele llover por las tardes, desde las 14:00 horas), llevar suficiente agua potable, bloqueador solar y repelente de insectos.

TOMA NOTA

Largo trayecto

Basta con ubicarse en Tapachula, ciudad que posee un aeropuerto internacional y muy cerca de Puerto Chiapas, donde desembarcan los cruceros del Océano Pacífico; de la ciudad, se toma la carretera a Tuxtla Chico, a sólo 10 kilómetros; de ahí, sobre la carretera 200 (o “Ruta de la Costa y Soconusco”), en el kilómetro 304, hay una serie de grupos de edificios tanto al norte como al sur de la carretera y para los automóviles hay áreas de estacionamiento.