Hacienda de San Martín

JOCOTEPEC,JALISCO.- Esta hacienda tiene un lugar especial en la historia de Jocotepec Jalisco, centro de producción agrícola al igual que las haciendas vecinas de la zona, su arquitectura arqueada ha sobrevivido un cuarto de siglo

Ubicada al sur de la cabecera municipal a tan solo tres kilómetros el centro del poblado en una de las dos haciendas que aun sigue en pie y en buenas condiciones, a su arquitectura se ha añadido una amplia alberca que se puede admirar desde todo lo largo del pasillo que a usanza de aquellos años es decorado por repetidos arcos que dejan entrar los rayos de luz a odas horas.

Sus tierras fueron productoras de granos como: frijol, garbanzo, maíz y trigo. La extensión de sus tierras de cultivo  abarcaba hasta los límites de la población de San Pedro Tesistán  y por el frente hasta la orilla del lago. Su antigüedad se asocia a un dato encontrado en los libros de historia de la zona en el que se menciona al sitio de San Martín como gran productor de granos durante el año de 1733.

Se conocen datos de que en la hacienda se encontraba una fábrica de tequila co una taberna anexa, en donde los familiares y amigos del hacendado  se reunían. Como la mayoría de estas haciendas productoras hacia el año 1910 cuando estallo la revolución contra los hacendados, los dueños se vieron forzados a abandonar el lugar para marcharse al extranjero. Entre las personas que se conocen como mas recientes dueños del lugar se encuentra: don Manuel Bermejillo, después de él tomaron posesión  de la hacienda entre otros: Justo Fernández del Valle y el señor José Guadalupe Barocio Olmedo, quien la heredo a su hijo el ingeniero Humberto Barocio  Fregoso.

La hacienda se encuentra, tres kilómetros al sur del entronque a Jocotepec, del lado derecho de la carretera se encuentra un letrero que dice San Martín, de ahí un camino terregoso entre cultivos de frambuesa lleva directo al lugar, en ruinas se encuentran los graneros y partes del casco que no tienen forma alguna, cruzando el portón; el jardín conduce a una huerta hasta la fecha productiva, al costado derecho del portón y a la sombra de un viejo ciruelo, la capilla completamente en pie con sus altas bobedas y una majestuosa puerta de madera que da la bienvenida se encuentra justo a espaldas de la casona, casona que sigue conservada en sus dos plantas y que perfectamente amueblada, en sus interiores conserva algunos muebles de antaño y todo el misterio que guardan estos antiguos lugares.

Texto y Fotos de Veronica Venegaz Muñoz