Suplementos | Las universidades metropolitanas destacan por su apuesta en el cuidado del ambiente Hacia la sustentabilidad ecológica Las universidades metropolitanas destacan por su apuesta en el cuidado del medio ambiente Por: EL INFORMADOR 26 de mayo de 2013 - 21:10 hs ITESO. En la institución es muy importante la armonía entre los edificios y los espacios verdes. ESPECIAL / GUADALAJARA, JALISCO (27/MAY/2013).- ¿Una semana sin barrer ni recoger la basura? Sonaría absurdo que esta idea forme parte de un programa integral de cuidado al medio ambiente y conciencia ecológica. En el Instituto Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, sí lo es y cada periodo escolar se realiza. No hay mejor manera de educar que con el ejemplo. En el Tec de Monterrey esta ideología permite que la comunidad estudiantil, docente y administrativa, refuerce las actividades de cuidado y protección al medio ambiente, pues durante toda una semana, el personal de aseo tiene la instrucción de no limpiar las plazas y pasillos para que el alumnado y colaboradores internos noten la cantidad de basura que se genera en el campus, así como el desastre visual y aromático que se propicia cuando los desechos no se colocan en los contenedores adecuados. Este ejercicio forma parte de los programas y acciones ecológicas y sustentables que algunas universidades tapatías emprenden con el fin de hacer de las instituciones centros educativos amables con el ambiente, pero sobre todo, augurando que sus futuros profesionistas egresen con un espíritu de colaboración, prevención y cuidado al ecosistema. Además de la práctica diaria de separar los residuos por categoría (orgánica, inorgánica y sanitaria), las casas de estudio también desarrollan planes educativos en el que el estudiante conoce sobre los impactos ambientales y sociales, que la cultura antihigiénica y destrozo al medio natural tendrán en el futuro. En este sentido, la Universidad del Valle de México (UVM), la Universidad Panamericana (UP), el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y el Tecnológico de Monterrey (Tec), han personalizado aplicaciones, infraestructuras y actividades en sus respectivos campus, con el propósito de realizar ahorros en cuanto a consumo de agua, electricidad, reciclaje de papel y plásticos, entre otros servicios. Certificación, un reto progresivo En el caso de la Universidad de Guadalajara (UdeG), su área de comunicación social detalló que la máxima casa de estudios superiores de Jalisco no se cuenta con un programa integral que conjunte a los 15 campus -metropolitanos y foráneos- en un sistema homogéneo de separación y reciclaje de residuos, así como ahorro en el consumo de servicios como agua y electricidad, puesto que cada centro educativo es responsable individual del actuar en este temática. No obstante, la mayoría de las universidades privadas de la metrópoli cuentan con certificados oficiales que avalan a las instituciones como empresas socialmente responsables y apegadas a las normas ecológicas y nuevos conceptos de sustentabilidad y amabilidad con el ambiente. Como muestra, en este 2013, la Universidad del Valle de México recibe por cuarta ocasión el distintivo de Empresa Socialmente Responsable (ESR), reconocimiento que acredita a nivel nacional a la UVM como “institución comprometida con el bienestar de sus estudiantes, empleados, proveedores, autoridades y comunidad en general”, al cumplir con “la revisión de las acciones emprendidas por las empresas en materia de ética y gobierno corporativo, calidad de vida en el trabajo, vinculación con la comunidad y medio ambiente”, respaldado por el Centro Mexicano para la Filantropía A.C (Cemefi), en colaboración con la Alianza para la Responsabilidad en México (AliaRSE) y Fórum Empresa. De igual forma, el Tec de Monterrey logró obtener, en 2011, el Certificado de Calidad Ambiental, otorgado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), una vez que el campus Guadalajara acreditó los requisitos derivados de una auditoría ambiental a la que se sometió voluntariamente, además de recibir el reconocimiento como “Escuela Modelo” que concede la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semades) a aquellas escuelas que cuentan con un plan de manejo de residuos. También por iniciativa propia, el ITESO logró en verano de 2012 la certificación “Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental”, que brinda el Consejo de Edificación Verde de Estados Unidos (LEED, por sus siglas en inglés), ante la planeación, diseño y construcción del edificio de Talleres de Innovación para el Diseño (TID), el cual, se considera el primer inmueble sustentable en el ámbito educativo de Jalisco. Infraestructura de ahorro Oscar Humberto Castro, investigador en el departamento de Hábitat y Desarrollo Humano del ITESO, destaca que en los últimos siete años la universidad jesuita ha construido sus nuevas edificaciones siguiendo las recomendaciones de la Norma Oficial Mexicana NOM-008-ENER-2001 “Eficiencia energética en edificaciones, envolvente de edificios no residenciales”, la cual es obligatoria y aplicable en todos los edificios, excepto vivienda e industriales. El experto señala que los conceptos, ejercicios y aplicaciones ecológicas en las universidades tapatías progresivamente avanzan, tomando en cuenta las bondades climáticas que Guadalajara tiene al ser un entorno noble y adaptable en cuanto a las intervenciones arquitectónicas que se realizan de manera correcta y respetando el entorno natural. En el caso del ITESO, el académico comenta que una de las lógicas de construcción y diseño que se emplean en esta universidad, está relacionada al movimiento del Sol, característica que puede determinar la orientación, ubicación y materiales a utilizar en un inmueble. De esto dependerá también el tiempo de vida del edificio y los gastos posteriores que generará para asegurar su mantenimiento. Para la certificación LEED del edificio del Talleres de Innovación para el Diseño (TID), el ITESO, tuvo que pasar una serie de procesos avalados que constaron desde el diseño, construcción, visión de mantenimiento, operación y disposición final de la edificación que aspiró y logró ser sustentable. “Cuando se construye se remueve la capa vegetal que está sobre el terreno para hacer la cimentación, en muchas ocasiones esa capa vegetal tiene un alto valor (orgánico), que por distintas razones es desperdiciado o se contamina, pero este proceso (LEED) obliga a que esa capa sea retirada con cierto cuidado, que se mantenga húmeda y no se contamine, para después volverla a colocar una vez que la obra haya concluido”. También hay que cerciorarse de que los residuos generados por la construcción se separen y tengan una adecuada disposición, que no se mezclen y vayan juntos a un botadero. “Lo más caro de un edificio va a ser su proceso de mantenimiento, no su construcción. Todo lo que se logre ahorrar en el proceso de mantenimiento, es una apuesta a largo plazo (...) Avanzar o lograr una serie de estrategias que apuntan hacia la sustentabilidad no es muy difícil. El orientar bien un edificio respecto al movimiento del Sol, no cuesta más que otro, pero es un asunto de diseño en el que hay que tener cuidado. La selección de un tipo de material sobre otro no necesariamente cuesta más, lo que se necesita entender es en dónde colocar”. En la UVM esta idea es comprobable. David Ochoa Angulo, gerente de Mantenimiento del campus Zapopan, señala que desde la construcción del inmueble -hace nueve años- fue pensado “para ahorrar la mayor cantidad de luz, con un diseño integral en ubicación, orientación y altura, para que el mismo aire entrante por los ventanales permita el enfriamiento del aula”, y así, evitar el mayor uso de aire acondicionado. Actualmente, de los 60 mil metros cuadrados de terreno total de la UVM, 28 mil metros cuadrados corresponden a las áreas verdes entre canchas de futbol naturales y jardines, mismos que son regados por el agua que se limpia en la escuela mediante su propia planta tratadora, que al día trata hasta 100 metros cúbicos de agua. Campus UVM Zapopan fue construido para no descargar aguas negras hacia el municipio; toda el agua saliente de sanitarios se trata y es destinada a la hidratación de áreas verdes y sanitarios nuevamente, a excepción de la empleada en lavabos y bebedores, cual es complementada con agua nueva de pipas y trabajada específicamente según se los recomienda la Comisión Nacional del Agua. En el ITESO y Tec de Monterrey, también se cuenta con plantas tratadoras de aguas residuales, cuales son destinadas al riego de áreas verdes con aspersores que permiten ahorro y distribución correcta de líquido; en la UP, las llaves sanitarias son eléctricas para evitar el desperdicio de agua. Reciclaje educativo En la Universidad Panamericana, José Alfonso Jiménez, director de Operaciones, explica que el campus tiene un sistema de reciclado de papel mediante la instalación de cajas ecológicas en el aula, donde el alumnado deposita el periódico, papel, cuadernos o cartón que ya no necesitan. Lo recabado se suma al material administrativo residual y es enviado, en su totalidad, a la empresa Basurama, la cual emite un certificado detallando el número de árboles que se “rescataron o salvaron”, con lo recaudado por la universidad. En el caso del Tec de Monterrey, el programa de reciclaje y conciencia ecológica es más elaborado, según explica Eloy Ábrego de León, coordinador del área de limpieza del campus Guadalajara, pues desde 1999 se instalaron contenedores específicos para cada residuo, desde el orgánico, hasta el PET y aluminio. Pero semestralmente, la “Semana de limpieza responsable”, es una de las cartas fuertes del Tec para demostrar a la comunidad universitaria la cantidad de basura que se reúne, pues “El personal de limpieza deja de levantar la basura en las plazas o/y andadores, ponemos jaulas donde ven la cantidad de basura que generamos”. En la UVM, semestralmente, los alumnos de ingeniería realizan una muestra de iniciativas a través de la asignatura Energías Renovables, en la cual proponen creaciones de materiales biodegradables o reutilización de basura; también se cuenta con la realización del servicio social o prácticas en asociaciones civiles que reciclan y construyen casas para personas con bajos recursos. Mensualmente se realizan campañas estudiantiles para la separación de botellas, cartón, PET, aluminio, cartón y hojas de papal bond, materiales que se venden para donar lo recaudado a una institución de beneficencia, teniendo esto, un impacto positivo en la calificación del alumno, como sucede en la licenciatura de Moda, la cual organiza pasarelas estudiantiles con material reciclado. Temas Ecología ITESO Panorama estudiantil Lee También El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal De un sueño a una universidad regional: así nació el ITESO Año de “ballenas flacas” Ayuntamiento de Guadalajara avala convenio con Extra AC: donará 100 mil árboles Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones