Miércoles, 24 de Abril 2024
Suplementos | Basado en el Fit, el más reciente producto de Honda en Brasil sería un éxito en México

Hace más sentido de lo que parece

Basado en el Fit, el más reciente producto de Honda en Brasil sería un éxito en México

Por: EL INFORMADOR

PERSONALIDAD. El diseño le aporta un estilo único en el mercado. EL INFORMADOR / S. Oliveira

PERSONALIDAD. El diseño le aporta un estilo único en el mercado. EL INFORMADOR / S. Oliveira

GUADALAJARA, JALISCO (17/JUN/2017).- Cuando vemos las fotos del Honda WR-V, lo imaginamos mucho más parecido al Fit de lo que realmente es. En vivo el pequeño crossover, o el alto hatchback, como prefieran decirle, tiene personalidad propia y virtudes para hacer que muchos paguen más para tenerlo en su cochera.

Luego de ser presentado en el salón del automóvil de Sao Paulo en 2016, el WR-V comenzó a venderse en Brasil hace un par de meses, con buena respuesta de parte del público. Por supuesto que se percibe de inmediato la similitud con el Fit del que toma prestada la base. Pero hay varios elementos que lo hacen único. El primero es el cofre más alto y paralelo al piso, lo que ayuda al conductor a percibir los límites frontales del vehículo y le confiere una buena solidez visual. Luego está la mayor altura libre al suelo, de 20.7 cm, que lo hace pasar baches y topes con cierta facilidad, incluso a salir eventualmente del asfalto, por supuesto sin pretensiones de ser catalogado como todo-terreno. En los costados se percibe bien esa mayor altura. La canastilla superior y molduras de plástico negro cubriendo los arcos de la rueda, marcan las diferencias. En la parte posterior son las calaveras horizontales que se encargan de equilibrar el conjunto visualmente, aunque probablemente este sea el ángulo estéticamente menos favorecido del auto.

Equipo y manejo

Por dentro, vemos que el WR-V es menos parecido al Fit de lo que se piensa, pese a que el tablero y los acabados sean similares. La distancia entre ejes es 2.5 centímetros mayor, lo que aumenta el espacio. En la versión EX hay 4 bolsas de aire y 6 en la EX-L. La pantalla es de 5.5 y 7 pulgadas respectivamente y no cuentan con CarPlay ni AndroidAuto. Lo que ninguna versión tiene es control de estabilidad. El WR-V básico cuesta prácticamente lo mismo que el Fit más equipado.

En Brasil su motor es de 4 cilindros y 1.5 litros con 115 HP. La caja puede ser manual de cinco velocidades o CVT. La tracción es delantera. Su manejo es de buena agilidad en el tráfico urbano y no muy poderoso en carretera. Si en la ciudad su altura permite mejor visibilidad y facilita vencer obstáculos como baches y topes, en carretera aumenta la inclinación de la carrocería en curvas y hace extrañar aún más al sistema de control electrónico de estabilidad.

Diseñado en conjunto entre Honda Brasil y Japón, es poco probable que el WR-V llegue a México, al menos importado de Brasil. Para que se pusiera en suelo nacional habría que encontrar una ecuación de negocios para que su eventual producción en Celaya se justificara, lo que significa encontrar clientes como Centroamérica o, mejor aún, Estados Unidos y Canadá. Ojalá esos clientes se encuentren, porque si para América Latina el WR-V tiene más sentido que el Fit, para Norteamérica no debería ser difícil venderse un vehículo que habita el segmento de mayor crecimiento de mercado a escala global, el de los crossovers subcompactos.

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