Suplementos | Las pequeñas tiendas especializadas en vinos ayudan a encontrar la botella ideal Guían a enófilos por laberintos vinícolas Las pequeñas tiendas especializadas en vinos ayudan a encontrar la botella ideal para cada ocasión, gusto y bolsillo Por: EL INFORMADOR 27 de octubre de 2013 - 01:46 hs Oferta. En Cava Luna hay una amplia variedad de vinos provenientes de España, Argentina, Chile y más. / GUADALAJARA, JALISCO (27/OCT/2013).- Si le gusta el vino, pero cada vez que entra a la sección vinícola en supermercados o en amplias vinaterías se siente confundido ante la variedad de uvas, países y precios, y prefiere pasar de largo para no invertir en una botella que no sabe si le va a gustar, entonces usted quedará encantado cuando visite una de las boutiques de vinos que hay en la ciudad. Estas pequeñas tiendas especializadas en el placer vinícola no se deben evaluar por su tamaño y, mucho menos, catalogar como exclusivas proveedoras de vinos con precios inalcanzables y nombres rimbombantes. Al contrario, la oferta y demanda de vinos en Guadalajara permite que ahora se cuente con un selecto grupo de establecimientos que, si bien no cuentan con los metros cuadrados que tienen las grandes vinaterías, sí se enfocan en la atención personalizada, tienen un portafolio selecto y guían al enófilo de acuerdo a su gusto, pero también, a su bolsillo. “Hay clientes que saben de vino y saben pedir exactamente lo que requieren, pero hay quienes no. Entonces tienes que preguntarle: ¿como qué estás buscando?, ¿lo vas a regalar o te lo vas a tomar?, ¿lo vas a usar para una comida en especial?, ¿cuál vino te has tomado que te haya gustado? Y así, aunque no tengas ese vino en específico, le puedes recomendar otros que sean similares a lo que a él o ella le gusta para que conozca más vinos dentro de esa misma gama”, comenta la sommelier Esperanza Mendiola, propietaria de Cava Luna, una boutique de estilo mediterráneo donde además de promover los vinos que distribuye en Guadalajara (entre ellas, 12 marcas de casas vinícolas de Ensenada) y de exhibir otras etiquetas de gran demanda, presenta productos de algunos importadores que no cuentan con otro punto de venta al público en la ciudad. En la mayoría de las boutiques de vinos locales, el rango de precios es muy amplio. Ofrecen botellas desde 80 ó 90 pesos hasta los cuatro mil o más pesos, estos últimos para los llamados “vinos premium”, como cuando se trata de una cosecha magnífica, una mezcla ganadora de premios internacionales o que por distintas razones son escasas, difíciles de conseguir o muy apreciadas. Así como se atiende a coleccionistas y sibaritas con sus pedidos especiales, con la misma calidez y paciencia se recibe y asesora a los clientes que buscan buenos vinos, pero a precios razonables. “Hay gente que nos dice dudando que quiere vinos de, pues, más o menos, unos 400 ó 500 pesos la botella, pero ¡en ese precio tenemos súper buenos vinos! Lo que pasa es que traen el estigma de que cuando llegan a El Palacio… tienen que gastar dos mil pesos en una botella de vino para que el cuate que los está atendiendo los deje de ver para abajo. Aquí hay muy buenos vinos de 80, 90 ó 100 pesos, que nos gustan a nosotros y que nosotros mismos compraríamos”, comenta Carlos Valenzuela, propietario de la Tienda de Vino de Vinísfera.Com, proyecto que engloba también la revista virtual y la tienda de vinos online, del mismo nombre. Otra ventaja de acercarse a estos recintos es que a leguas se percibe la pasión y el amor que le tienen al producto de la vid. Las acogedoras y limpias salas de exhibición están a la temperatura idónea para conservar adecuadamente los vinos (ya sea generada de manera natural o artificialmente), la atención es personalizada y sin límite de tiempo, y el portafolio de vinos, un reflejo fiel de los gustos y la selección de los mismos propietarios, quienes aparte de ser sommeliers o enólogos son también consumidores de sus propios productos. Desde la sonrisa franca y el trato respetuoso, pero sin tantos formalismos, hasta el montón de información que brindan (maridaje, temperatura de servicio, tips de conservación) al cliente —ya sea que compre una caja o una botella— el visitar estas boutiques garantiza pasar un rato agradable descubriendo más y más sobre los vinos. “La idea de nuestra tienda es dar un servicio más directo al cliente porque somos un país que empieza a consumir vino, pero muchas veces llegas a las tiendas y si no conoces las etiquetas, te pierdes y te vas por lo que alguna vez probaste en un restaurante o alguna vez probaste en España. La diferencia que ofrecemos es la atención personalizada con un sommelier que te puede ayudar, con el que puedes platicar y puedes saber qué es lo que te estás llevando y qué te vas a tomar”, explica la sommelier Michel Naveja, quien junto con su hermana Estefanía inauguraron hace 10 meses Mesa Gourmet, tienda con una cava subterránea donde se resguardan 450 etiquetas distintas (abrieron con 150), de países como México, Argentina, Chile, España, Rumania, Grecia, Uruguay y Sudáfrica. Por si fuera poco, en estos recintos se promueve la cultura del vino de diversas formas, entre ellas la organización de degustaciones y catas frecuentes, o a través de dinámicas poco ortodoxas. “Normalmente nuestros clientes vienen a degustar, a hacer su propia cata, o puedes venir a la sala de catas con tus amigos a tomar una copa o a trabajar, o a estar haciendo tiempo para un evento, o a despejarte de tu oficina. Para eso tenemos la Enomatic, una máquina italiana que da degustaciones de muestra, media copa o copa completa, sólo compras una tarjeta (la primera vez cuesta 200 pesos y tienes un año para acabarte ese crédito), la pones en la máquina y dependiendo de la botella que esté disponible es el costo de la copa: puedes escoger entre ocho vinos diferentes, que cambian cada 28 días, y si te gusta alguno, pues ya lo compras”, menciona Estrella D’Acosta, encargada de La Contra Guadalajara, una de las 13 boutiques que hay en la República dedicadas exclusivamente a los vinos mexicanos y cuyo concepto fue creado por el reconocido enólogo Hugo D’Acosta y su esposa Gloria. Aumenta la demanda Para los encargados de las boutiques de vinos en la ciudad, los tapatíos están ávidos de saber más sobre el apasionante mundo vinícola y cada vez más dispuestos a descubrir novedades. Prueba de ello es la desbordante respuesta a iniciativas como Fevino, en junio pasado, y la nutrida asistencia a catas como la de los “11 Vinos Mexicanos Top”, organizada por Tienda de Vino de Vinísfera.Com, que desde una semana antes tenía el cupo lleno con 30 personas, dejó a 20 en lista de espera y otros tantos interesados sin poder participar por falta de lugares. “Me acuerdo que cuando empecé hace 15 años la gente se sabía bien las uvas Cabernet, Merlot, Chardonnay y Sauvignon Blanc, y no la podías sacar de ahí, si acaso conocían los vinos de Rioja, Ribera del Duero y ya”, recuerda Esperanza Mendiola, “eso ha cambiado muchísimo, ahora la gente no tiene miedo de probar nuevas uvas o denominaciones de origen desconocidas. La gente está abierta a probar cosas nuevas y eso está padre porque puedes tener un portafolio más amplio. Antes hasta sacábamos productos de la lista de precios porque no se vendían, como me pasó con un Zinfandel tinto californiano, muy bueno, que acabé tomándomelo en un cumpleaños”. Temas Negocio de Bebidas Pasaporte Lee También Receta para bebida de electrolitos casera Un viaje por el tiempo en Cuitzeo, Michoacán Abrazo otoñal en la Riviera Nayarit Pasaporte: la vocación de contar el mundo Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones