Suplementos | El paraíso campestre es guardian de una bella arquitectura Gogorrón El paraíso campestre es guardian de una bella arquitectura Por: EL INFORMADOR 7 de junio de 2015 - 04:36 hs GUADALAJARA, JALISCO (07/JUN/2015).- El noreste del cerro potosino, La Surtidora, se encuentra el esplendido casco de Gogorrón. En los inicios de la colonización (finales del siglo XVI), en el que sería después el valle de San Francisco, se levantó una fortificación de avanzada o presidio, refugio del capitán Miguel Caldera y su ejército, quienes se enfrentaron con los aguerridos chichimecas. En 1602, el minero y comerciante vasco, Pedro de Arizmendi Gogorrón, estableció una hacienda de beneficio en Tlaxcalilla y luego fundó la hacienda “San Pedro Gogorrón”, con objeto de beneficiar oro y plata de su mina del cerro San Pedro, “convirtió a los indios guachichiles en amigos e hizo posible que se congregaran en paz y trabajaran las minas”. Posteriormente se cultivaron sus campos y se crió ganado. También se edificó una presa para aprovechar las aguas del manantial aledaño al casco. Para 1643 la propiedad era de Antonio Arizmendi Gogorrón y en 1683 era de Pedro de la Fuente Rincón, viudo de una nieta del fundador. En 1685 pertenecía a: Pedro Rivas y Fernando Gálvez. Para 1717 la compró Manuel Fernández Quiroz. Y en 1790, la adquirió Juan Fernández de Jáuregui y Villanueva, en aquel entonces presumía de su gran fábrica de mezcal y, se le anexó la hacienda de Zavala, sumando 36,000 hectáreas. Para la segunda mitad del siglo XIX era de Felipe Muriedas, quien impulsó la cría de borrego, para trasquilar bastante lana y activar una peculiar fábrica textil de cobijas, para ello se edificó la hidroeléctrica “Electra Manuela”, la planta se construyó sobre un sitio arqueológico tolteca (750 a. C.), en 1906 se abrió la “Fábrica de Casimires San Felipe”. De Carranco seguimos a Villa de Reyes, y después continuamos rumbo a San Luis, pasando el pequeño cerro La Surtidora nos desviamos a la derecha por el camino de Gogorrón, unas añejas y bizarras naves de la fábrica de mezcal nos dieron la bienvenida, a un costado se adosó una finca conformada por ventanas arqueadas y un portón arqueado y con un doble enmarcado dórico. Las grandes naves, de tres niveles, de planta rectangular y con vanos arqueados a los costados. Las naves menores, de un nivel, delimitadas por arcos y cubiertas por bóvedas de cañón. A un costado de la cautivadora fábrica, apreciamos una preciosa construcción con vanos conopiales entre columnas toscanas, en sus cortes ochavados los vanos reducen su claro. Enseguida cruzamos el fantástico canal bordeado por robustos sauces, a unos pasos apreciamos seis trojas de piedra con bóvedas de cañón y al fondo un chacuaco con vistoso remate, después admiramos la hermosa capilla, con puerta en arco de medio punto, con dos medias columnas por lado, arriba de la cornisa, la ventana coral, vertical y ligeramente arqueada, por remate un frontón triangular, y más arriba posa un elegante reloj de caratula redonda sobre una torre cuadrada con cúpula y linterna. A cada lado se levantó un elegante campanario de dos cuerpos, el primero de planta cuadrada, con dos vanos conopiales entre columnas dóricas por cara, el segundo de planta octagonal, con un vano conopial por cara, con columnas similares y almenas sobre la cornisa, la cúpula de ocho gajos, con veleta y cruz. Tres arcos dóricos, en sus dos niveles, separan con gracia a la capilla de la casa grande, el tercer arco de arriba nos permitió mirar el primitivo campanario. La casa nos mostró una señorial fachada de dos pisos, la puerta entre cuatro gruesas y altas columnas dóricas, cinco ventanas verticales y con forja por costado. Arriba de la puerta corresponde un balcón corrido, que liga con dos puertas y arriba de las ventanas obedecen balcones sencillos, por remate, un frontón triangular y a los lados almenas. El zaguán conduce a los cuatro fantásticos corredores arqueados. En los acogedores jardines vimos una fuente y una bonita caja de agua, parecida a la de la capital del Estado. En la pintoresca hacienda se rodó una película, “Z”. Temas Pasaporte Veredas Lee También Un viaje por el tiempo en Cuitzeo, Michoacán Abrazo otoñal en la Riviera Nayarit Pasaporte: la vocación de contar el mundo Cuatro imperdibles para tu primera visita a Madrid Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones