GUADALAJARA, JALISCO (15/JUL/2017).- Desde 2004 este pequeño alemán hace voltear las cabezas a su paso. La gran mayoría para admirar su diseño, pero unas cuantas volteaban hacia el otro lado al ver un TT, pensando en su manejo menos deportivo que otros en su clase. No más. El RS, con sus 400 caballos, logra abrir sonrisas en el rostro de todos.Su forma es tan atractiva como siempre, pero el RS gana detalles especiales como el deflector de aire frontal en el que está inscrita la palabra Quattro; una parrilla con elementos interiores distintos; un alerón fijo en la tapa trasera y rines exclusivos de la versión.Por dentro encontramos el mismo buen trabajo de siempre de Audi, con materiales premium, acabados de primer nivel y un muy buen nivel de equipamiento. Los asientos están forrados de piel con costuras diagonales. Son amplios y con buen soporte lateral. Claro que hablamos de los delanteros, porque los asientos traseros están ahí no para transportar realmente a alguien, sino para bajar impuestos en algunos países, como Estados Unidos. En la práctica el TT es un biplaza.El conductor tendrá buena visibilidad delantera y razonable -para un deportivo- hacia adelante y hacia atrás. Cuando no quiera escuchar el hermoso ruido del motor, podrá oír el excelente sistema de sonido Bang & Olufsen. Si necesita encontrar algún camino, el Virtual Cockpit transformará el cuadro de instrumentos en un enorme y precioso mapa, con dos pequeños relojes sobre él para marcar la velocidad y las revoluciones de la máquina. En la consola central hay una gran perilla que nos permite acceder y controlar el sistema de información y entretenimiento, en cuya parte superior podemos dibujar números y letras para facilitar búsquedas.La hora de la emociónPor supuesto que el Audi TT no es un muscle car, pero de alguna manera hay momentos en los que se siente como uno. Una de las cosas que lo hace sentirse así es la brutal capacidad de aceleración, que lo hace llegar a 100 km/h en 3.6 segundos (en nuestras pruebas). Mucho de este desempeño se debe a la tracción integral, que no deja que las ruedas patinen y logra un empuje inmediato. Pero al contrarío de un Mustang, por ejemplo -un rival del TT RS cuando pensamos en un cupé con 400 o más caballos- que es tracción trasera, o más cercano aún, de un Porsche Cayman S 718, el TT no te permite tanto juego con su trasera en las curvas. No es un auto sencillo de sacar la trasera de lado, aunque esto se puede lograr al quitar el pie del acelerador en la mitad de una curva, por ejemplo.La suspensión es algo dura, lo que es reforzado por unos neumáticos de bajo perfil 245/35 R19. Y eso que en México la suspensión de serie es de rigidez variable, llamada Magnetic Ride. La dirección es rápida y precisa, como debe de ser y los frenos muerden las pinzas con determinación, aunque en nuestro auto de pruebas había mucho ruido al frenar. El que quiera frenos carbocerámicos los puede conseguir como un opcional que cuesta 91,500 pesos. ¿Escape deportivo? Aumente 19 mil 700 pesos al 1.269 millones que son necesarios para tener este magnífico juguete en su cochera.Como buen Audi, el TT RS viene con su velocidad máxima limitada a 250 km/h, pero la misma marca ofrece la posibilidad de que ese límite vaya a 280 km/h, un operación que cuesta otros 29 mil 500 pesos. Pero el simple hecho de que la marca lo ofrezca, muestra que este es un TT distinto a sus antecesores, es un auto que deja de ser atractivo solo en los salones de vehículos o en las calles lentas de la ciudad donde el dueño presume su capacidad financiera al ostentarlo. El TT RS cupé, con sus cinco cilindros, turbo y sus 400 HP; su caja de doble embrague y siete cambios, ya sabe jugar. Y cómo.