Martes, 14 de Octubre 2025
Suplementos | Por: Pedro Fernández Somellera

De viajes y aventuras

Clipperton, la Isla de la Pasión

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (08/MAY/2011).- Ahora que, por estas fechas un pequeño grupo de tapatíos está haciendo una larga travesía en velero cruzando el enorme Océano Pacífico rumbo a la lejana Polinesia, habiendo pasado cerca del misterioso, discutido y controvertido islote perdido llamado Clipperton o la Isla de La Pasión, creí que sería interesante dedicar unas líneas a este lejano e inhóspito atolón coralino en donde sucedieron extrañas, inauditas y hasta macabras historias, cuando la Primera Guerra Mundial estaba en ciernes y en México eran tiempos de la Revolución.

¿Por qué se llama Clipperton? Porque un pirata (para variar inglés) que así se llamaba, dicen que se refugiaba en la isla, en espera de la Nao de China que iba a Acapulco.

¿Por qué se llama Île de la Passión? Porque un par de navegantes franceses llegaron ahí en 1711 y vayan ustedes a saber la demás historia.
¿Dónde está? En medio del Océano Pacífico, a unos mil 100 Km., de la costa mexicana. Sus coordenadas de 10º18’ Norte, y 109º13’ Oeste; o sea… en medio de la nada.

¿A quién pertenecía? A México –claro está– según la constitución de 1857; al igual que Guadalupe, Revillagigedo y las islas adyacentes.
¿A quién pertenece ahora? A Francia, según el fallo que –a sugerencia del Vaticano– dio Vittorio Emmanuel II (?) en favor de ésta. Ahora es administrada por la Polinesia Francesa.

¿Qué hay ahí tan preciado como para ser tan disputado? Siete palmeras cocoteras aferradas a las arenas de un anillo coralino que rodea una inhóspita laguna de aguas ácidas, y… guano, mucho guano, como en la política. 

Aún así, fue muy peleado y reclamado por Estados Unidos, Inglaterra, Francia y claro… también por México, faltaba más.

¿Y que pasó ahí tan tenebroso? No sé si la palabra sea adecuada, ya ustedes la juzgarán; pero de que son inauditos y fuera de serie los sucesos, sí lo son. No creo que a nadie se le antoje ser mandado a un lugar como éste, y luego por circunstancias de la vida se olviden que estás ahí. Les platicaré de esto, intentando ser breve.

 Porfirio Díaz, en 1908 envió una guarnición militar a cargo de Ramón Arnaud para defender la isla; con la promesa de mandar un barco cada dos meses a surtir de provisiones. Sin embargo, con el estallido de la Revolución, el servicio se suspendió y los habitantes fueron olvidados. Victoriano Huerta (muy a su estilo) hacía oídos sordos a lo que le informaban del asunto.

La Primera Guerra Mundial ya había estallado cuando una goleta estadounidense encalló en el islote; suceso que casualmente coincidió con el momento en que tres de los marinos residentes, tratando de pedir auxilio ya habían logrado navegar los dos mil 200 Km.  que distaban del puerto de Acapulco, topándose con el nulo interés de los huertistas por el rescate de sus compañeros.

El salvamento de la nave estadounidense no tardó mucho en llegar, ofreciendo llevar consigo a los 14 hombres, seis mujeres y seis niños que sobrevivían al terrible escorbuto y enfermedades estomacales que los asolaban. Sin embargo, el Capitán Arnaud, celoso de su deber, dijo que no podía abandonar la isla debido a la encomienda que le había sido asignada.

Hambre y muerte fueron lo que siguió en los años posteriores, con su único alimento que consistía en aves, peces y los huevos que conseguían de ellas. Los cocos (con vitamina C contra el escorbuto) eran dejados para los infantes.

Un día el capitán Arnaud, creyendo que había avistado un barco salió con todos sus hombres –menos el cuidador del faro– en pos de él. Una ola traicionera los hizo naufragar muriendo ahogados todos ellos.

Victoriano Álvarez, el farero, habiéndose quedado solo con las 15 mujeres y algunos niños, se auto proclamó Rey de la Isla, habiendo dado comienzo a una serie de violaciones, desmanes; terminado él mismo siendo asesinado por Tirza Rendón –una de las niñeras de los hijos de Arnaud– ayudada por Alicia Rovira, la viuda del capitán, y por las demás mujeres que habían sido victimas del funesto y abusivo farero.

El 18 de julio de 1917,  el barco de la marina estadounidense USS Yorktown, al fin logró rescatar a los sobrevivientes que se encontraban, tanto física como mentalmente en precario estado de salud.

A la fecha, creo que a Clipperton –aunque tenga un montón de historias por contar– le ha disminuido un poco “la pasión”. Posiblemente fue por eso que nuestros amigos navegantes tapatíos, decidieron pasar de largo por la isla.

¡Nuestros mejores deseos, y buen viaje para ellos!

Suplemento Pasaporte

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones