Suplementos | Por: Pedro Fernández Somellera De viajes y aventuras “El Puente Colgante de Ojuela”, una joya de la minería mexicana Por: EL INFORMADOR 24 de octubre de 2010 - 01:30 hs Los 318 metros de longitud del puente, cuelgan sobre la profunda barranca de casi 200 metros. P. FERNÁNDEZ SOMELLERA / GUADALAJARA, JALISCO (24/OCT/2010).- Pendiente de dos enormes torres de madera cuelgan los cientos de metros de cables, varillas, tensores, tablones y vigas del soberbio puente colgante que une la boca de la mina de Ojuela -encaramada en la ladera de un cerro- con la cima de la montaña de enfrente, que es desde donde se inicia la famosa planicie semidesértica del interesante Bolsón de Mapimí. Las dificultades que se tenían en aquellos tiempos para llevar entre montañas y barrancas el material extraído de la mina, hasta los lugares en donde se pudiera hacer el beneficio de los metales, hicieron que Minera Peñoles, que explotaba la mina por ese entonces, buscando la manera de franquear la enorme distancia y los abismos que existían entre un punto y otro, tomara la decisión de construir el singular puente colgante que hasta la fecha nos sigue causando admiración. Por allá del año 1896, el ingeniero Santiago Minguin se las ingenió para diseñar un par de torres de 17 metros de altura que sostuvieran, sin ningún otro apoyo, los 318 metros del puente que colgaría sobre los 180 de la profunda cañada que divide a los cerros. A fines de siglo se concluyó esta obra, que si ahora se considera una maravilla de ingeniería, hay que considerar el prodigio que fue el hacerlo con la tecnología que existía en aquellos tiempos, y en los inhóspitos lugares casi desérticos y remontados de la Sierra del Indio, que es parte de la Sierra Madre Occidental. Gran mérito tuvo el ingeniero Minguin y su equipo de constructores y diseñadores para hacer esta obra, que además de tener maravillosa tecnología, sus valores estéticos fueron sumamente cuidados, tanto en las torres -que inicialmente eran de madera-, como en el tendido de los cables, rieles y andadores, que forman un bello conjunto de arquitectura y de ingeniería. (De hecho, fue el mismo Santiago Minguín quien posteriormente diseñó y construyó el famoso puente de San Francisco). La Mina de Ojuela, que en sus tiempos fue muy importante debido a la gran riqueza que generó con sus ricas vetas de oro, plata, plomo y zinc -el pueblo que se construyó en su derredor que llegó a tener más de dos mil habitantes- fue de gran importancia y trascendencia regional. Y si bien, actualmente quedan escasos y deteriorados los vestigios del elegante salón de cine, del teatro, de la escuela, del hospital, y de algunas de las casas de lujo, o bien de las provisionales para los trabajadores, las estructuras del puente han sido muy bien conservadas tanto durante las épocas dificultosas de la revolución, como de las inclemencias climatológicas de los tiempos actuales. Se cambió la madera de las torres por estructuras de fierro, teniendo el cuidado de conservar idéntico su magnífico aspecto. El piso de tablones de madera y los cables se conservan en perfectas condiciones para ser visitados por el turismo, ya que la mina dejó de ser provechosa porque, además de haberse inundado, las vetas se fueron agotando hasta dejar de ser económicamente redituable. Varias películas han tenido como escenario el Puente de Ojuela: recordemos… Una Mula Vieja para la Marquesa o Gringo viejo; o de personajes como John Wayne, Kirk Douglas y Anthony Quinn que también pasaron por estos lares. Para llegar a Ojuela, hay que subir por la carretera número 49 que sale de Torreón, hasta llegar a Bermejillo; ahí a la izquierda hasta Mapimí; y luego… emprenderla siete kilómetros hacia las montañas por una brechita de tierra muy estrecha que sube entre los cerros, teniendo -quienes la cuidan- que avisar por radio “que coche sube y que coche baja”, puesto que sería imposible cruzarse o tan siquiera pensar en dar marcha atrás. Los paisajes son formidables. Y el puente y la visita a la mina abandonada justifican todo el esfuerzo. Temas Pasaporte De viajes y aventuras Lee También Zacatecas y La Antigua: Viaje a dos joyas históricas de México El arte de saborear Nayarit Agencias de viaje en Jalisco ofrecen descuentos para adultos mayores con Inapam Un viaje por el tiempo en Cuitzeo, Michoacán Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones