Suplementos | Por: Pedro Fernández Somellera De viajes y aventuras Xilitla:surrealismo entre la selva Por: EL INFORMADOR 20 de junio de 2010 - 05:33 hs Fantásticas construcciones de impúdico concreto emergen de la lujuriosa selva. ESPECIAL / GUADALAJARA, JALISCO (20/JUN/2010).- Un ejército de artesanos, albañiles, carpinteros, herreros y lugareños, trabajando con extrañas formas de concreto entre la selva potosina allá por los años de 1960; con muchos millones de dólares disponibles y la mente inquieta de Edward James, un extraño personaje inglés que vino a materializar con formas surrealistas e inquietantes las ideas que a borbotones salían de su alma atribulada, y que estando a buen resguardo del jet set artístico, filosófico, social y adinerado al que pertenecía, vino a encontrar en este silvestre lugar llamado Xilitla un entrañable rincón para guardar sus sueños. Xilitla es un pequeño y pintoresco pueblito rodeado de ríos, arroyos y selva tropical lluviosa de la Sierra Madre Oriental, en el Estado de San Luis Potosí, al Sur y no muy lejos de Ciudad Valles. Una buena ruta para llegar allá, es por la carretera que -saliendo hacia la izquierda y unos cuantos kilómetros después de Querétaro- se interna por la indiscutiblemente bella Sierra Gorda. Al pasar por Bernal, con su gran peñón y su caserío pueblerino y muy pintiparado, sus dulces de cajeta y su deliciosa cocina vernácula, sería desatinado el no concederle una visita calmada y gozadora. Ni qué decir de hacer otra visita a las cavas de Freixenet en el poblado de enfrente; un buen trago de Champagne puede ser muy recomendable para llegar hasta Xilitla. Mas adelante, es bueno ir preparado para varias horas de camino con curvas y más curvas; pero si se toman con calma y haciendo paradas en los lugares con vistas espectaculares de la serranía, o deteniéndose a visitar cada una de las misiones, singulares e históricas que sin duda alguna aparecerán en el camino, el viaje será todo un acontecimiento. Al llegar a Xilitla, puede uno hospedarse tanto en las cabañitas que están en el sitio mismo de “Las Pozas” -rodeados por las extravagantes construcciones-, o en “El Castillo”, que es una construcción hecha por Plutarco Gastélum con la inspiración de su mecenas Edward James. Actualmente, ambas son manejadas por los hijos de Plutarco (sobrinos adoptivos del inglés). Hospedarse en cualquiera de ellas resultará una experiencia singular. Experiencia que viene a prepararnos para disfrutar -teniendo la mente abierta y sin tratar de emitir juicio alguno- de uno de los lugares más extraños, surrealistas y auténticos que existen en el mundo. Fantásticas construcciones de impúdico concreto emergen de la lujuriosa selva sin otro objeto que estar ahí; sin más oficio ni beneficio que realizar los sueños de su creador. Grandes columnas de tamaños y grosores diferentes preparadas para no sostener cosa alguna. Arcos góticos que marcan la entrada a ninguna parte. Escaleras que suben, solamente para bajar. Puertas que se abren para encontrar las sólidas rocas de una montaña. Enormes flores de concreto en las que se puede caminar entre sus pétalos. Grandes albercas que fueron hechas para nunca ser llenadas. Edificios de cinco pisos que sólo tienen tres. Recintos majestuosos entre la selva que fueron hechos tan sólo en la imaginación… y sueños, miles de sueños que -sin advertencia alguna- se aparecen ahí, tan inverosímiles como espectaculares y bellos, detrás de cualquier enlamado truzco de concreto. Son muchos los espíritus de los personajes que junto con el de Edward James, parecen aún danzar entre las construcciones: Dalí, García Lorca, Leonora Carrington, Remedios Varo, André Bretón, Vasily Kandinsky, Picasso, Max Ernst, René Magritte, amén de tantos otros, que habiendo sido testigos de los gritos de su alma, parecieran estar ahí vivientes, imbricados entre los concretos que oníricamente se mezclan -no sin un dejo de rebeldía- entre el apacible paisaje de la sierra mexicana. Dejen juicios y prejuicios, y métanse en éste lugar que es la razón de la sinrazón, de un personaje que se atrevió a ser como quería ser, y a hacer lo que quería hacer. Véanlo, vívanlo y tan solo déjenlo fluir sin preguntarse nada. No traten de entenderlo, solo gócenlo y disfrútenlo; es simplemente formidable. Temas Pasaporte De viajes y aventuras Lee También Zacatecas y La Antigua: Viaje a dos joyas históricas de México El arte de saborear Nayarit Agencias de viaje en Jalisco ofrecen descuentos para adultos mayores con Inapam Un viaje por el tiempo en Cuitzeo, Michoacán Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones