Suplementos | Por Pedro Fernádez Somellera De viajes y aventuras Un Principito y un Piloto en mi cumpleaños Por: EL INFORMADOR 14 de febrero de 2010 - 05:41 hs “Déjenme volar en un avión” dijo el piloto “Dibújame una oveja” dijo El Principito “Déjame escribir en tu periódico” dijo el iluso Y…el Piloto voló; el Principito tuvo su oveja; y el iluso escribió. Claro que los tiempos en que se dijeron esas frases fueron diferentes. Diferentes en espacios y lugares; y también por motivos diferentes. Aunque quizá, allá en el fondo y siendo muy sinceros, lo que cada uno quería era compartir con los demás las cosas aprendidas. “Las tormentas me aterran”, dijo uno. “La tontera de los hombres me desespera” dijo el otro. “Las páginas en blanco me hacen maripositas en la panza” agregó el tercero. Hace 90 años el piloto voló en su avión. Hace 68 años el principito vio a su oveja. Hace 10 años que escribo en el periódico. Por este motivo, y por la libertad que la imaginación nos da, tuve el atrevimiento de invitar a esos cautivadores personajes a mi cumpleaños. Bien sé que a nadie le importan (y con justa razón) ni tan sólo un cacahuate mis andanzas. Ni que si llevo 10 años escribiendo para EL INFORMADOR. Ni las angustias que he pasado llenando las aterradoras páginas en blanco. Pero… para mí sí son importantes; y no yo, sino el niño que hay en mí, rebosante de alegría quiere compartir este cumpleaños con ustedes. ¡Felicidades…! ¡Yúúújuu…! Gracias quienes admitieron al piloto en su regimiento. Gracias a quien dibujó una caja con agujeritos para que el principito pudiera ver la oveja que quería. Gracias a Carlos que me abrió las puertas para realizar mis ilusiones con las letras. Gracias a los lectores por no haber reclamado el desperdicio de papel del periódico de los domingos. Gracias a la vida por haberme dado la oportunidad de compartir las cosas que sin merecerlo he tenido la suerte de vivir. ¡Gracias…! Mis invitados especiales, son de sobra conocidos por ustedes: Antoine de Saint Exupery era un aguerrido y valiente piloto de guerra, escritor, y mi héroe indiscutible; y El Principito, con su personalidad firme y cautivadora, que llena de profundos pensamientos sutilmente los expresa como si fuera un cuento. ¿Qué es muy inmerecido y pretencioso de mi parte invitar a tan ilustres personajes a mi cumpleaños? Lo sé. Lo acepto. Y hasta un poco de pena me da. Pero creo que en esta vida todo se vale… menos lastimar a nadie; y no creo que nadie se lastime con la arrolladora personalidad de mis invitados. Y con el mismo atrevimiento, me permito invitar a todos ustedes a participar de la ingenua alegría, en una fecha para mi tan importante: 10 años que se dicen pronto, pero… “Para ver claro basta con cambiar la dirección de la mirada” St. Ex. * “St. Ex.” (así le decían sus compañeros) era un valiente piloto que volaba en frágiles y primitivos aparatos tanto de día como de noche, tan pronto rozando las arenas del Sahara como saltando las montañas de los Andes, sin más instrumentos de navegación que sus narices respingadas. * Escribió El Principito, uno de los más profundos y bellos cuentos que se han escrito. Correo del Sur; Vuelo de noche; Tierra de hombres; Piloto de guerra y Ciudadela (póstuma), son algunas de sus joyas literarias. * Nacido de familias aristócratas en Lyon (Francia) en el 1900, vivió en carne propia los rigores de las dos Guerras Mundiales. * Obtuvo por cuenta propia el título de piloto civil, y en 1921 el de piloto militar. Su primer accidente lo tuvo dos años después, con una peligrosa fractura de cráneo. Inhabilitado, un día se dijo… “Solo podré escribir si vuelo” (frase creo más filosófica que literal). * A los 26 años cubría la ruta postal Toulouse-Dakar. En su primer viaje tuvo que aterrizar en el desierto, y comentaba: “No es fácil de noche encontrar en el desierto aldeas o luces que ayuden a orientarse; no es extraño volar de costado o boca abajo hasta estrellarse con una duna; no es seguro volar en estos aparatos hechos con varillas y tela estirada”. * Así continuó transcurriendo su azarosa vida, hasta que el 31 de julio de 1944 partió de Cerdeña en una misión sobre el Mediterráneo y… nunca regresó. * En años recientes se supo (por propia confesión del piloto nazi) que tristemente había sido él -que tanto lo admiraba- quien lo había abatido. Su brazalete y los restos del avión, recientemente han sido plenamente identificados. * El Principito… sigue viviendo entre nosotros. “Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos” St. Ex. deviajesyaventuras@informador.com.mx Temas Pasaporte De viajes y aventuras Lee También Agencias de viaje en Jalisco ofrecen descuentos para adultos mayores con Inapam Un viaje por el tiempo en Cuitzeo, Michoacán Abrazo otoñal en la Riviera Nayarit Pasaporte: la vocación de contar el mundo Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones