Suplementos | Pedro Fernández Somellera De viajes y aventuras El ámbar, una historia petrificada y una artesanía sofisticada Por: EL INFORMADOR 14 de marzo de 2009 - 22:06 hs Muchas veces en el lugar donde vivimos se pueden descubrir cosas tan sorprendentes como la más apasionante que se pueda encontrar en algún recóndito lugar; verán. En días pasados fui invitado a la apertura de un taller de orfebrería llamado Co`Tantik, que con el afán de ayudar a una comunidad de Ocosingo en Chiapas, un grupo de chavos instalaron en la Colonia Seattle aquí en Guadalajara. Mucho me impresionó que en aquella pequeña galería, con modestia pero con increíble orgullo, se presentaban algunos de los ejemplares que con mucho arte habían convertido lo mismo en arriesgadas esculturas como en elegantes piezas de joyería; y lo más sorprendente era ver la simbiosis de joya-escultura en algunas de ellas. Vale la pena hacer notar que el nombre Co`Tantik, habla tanto de su arte como de su misión social: Co`Tantik en idioma tseltal quiere decir Nuestro Corazón ¡Y vaya que si lo tiene…! Así fue que me encontré con el misterioso y cristalino ámbar y con el mundo que lo rodea: artistas, filántropos, geólogos, mineros, arqueólogos, paleontólogos, talladores, orfebres, joyeros y coleccionistas, todos se encuentran entre sus fervientes admiradores. Encontré también que el ámbar de Chiapas, y principalmente de Simojovel, está catalogado como uno de los más valiosos en el mundo, tanto por su color como por el tipo de inclusiones que tiene. Cosa curiosa es saber que el ámbar: única “piedra” preciosa de origen vegetal, es una resina exudada por los troncos de ciertas coníferas (pinos) extintas hace millones de años; y que en ocasiones al caer sobre pequeños animales o plantas, estos fueron atrapados conservándose intactos al solidificar el líquido-sólido transparente -de característico “color ámbar”- amarillento de diferentes tonalidades. Cataclismos fueron y vinieron, y aquellas gotitas, ahora convertidas en piedra, conservaron momificados algunos admirables vestigios de aquellas épocas. Sin embargo, éste no es su único atributo: la belleza de sus colores, sus formas y su textura es lo que lo hace ser considerado como joya. Otra curiosidad de este ámbar de Chiapas, es que no proviene de la resina de las coníferas como los demás, sino que procede de la Himenaea Courbarii, una planta leguminosa (p.e. el frijol) que hace unos 25 millones de años florecía en aquellos campos. Raro como el oro, extraño como el jade o los diamantes, el ámbar desde siempre ha atraído la atención de los hombres. Lo ha utilizado unas veces como adorno; otras con fines curativos; en ocasiones por sus supuestos poderes sobrenaturales, o también por el hecho de provenir de la noche de los tiempos; otras veces por atraer la clemencia de los dioses o por también por rechazar las ondas negativas. Se dice que quien lo usa está protegido contra los malos espíritus (?). Dígase lo que se diga… ¡Es una bella joya! En Simojovel casi toda la comunidad de tzotziles, zoques y tzeltales se dedican al oficio de “ambareros”, buscando los grumos de la brea petrificada a la que le llaman apozonalli o espuma de agua. Las oportunidades de encontrar una piedra de buen tamaño son bastante escasas y la posibilidad de encontrar un comprador que pague un precio razonable es aún peor, pese a su gran demanda. Las condiciones de trabajo, además del riesgo físico, son deplorables. Las piedras son bellísimas, y la labor altruista de éste grupo de jóvenes… admirable. Sorprendente fue encontrar en ese modesto taller; por una parte las bellas piedras ambarinas y por otra, los elegantes diseños de joyas y esculturas exhibidas. Ya ni que decir de la labor de éstos quijotes, que sin más fin que hacer prosperar aquella comunidad chiapaneca, pusieron ahí mismo una escuela de orfebrería, donde además pueden hospedar a los turistas interesados en éste arte, viviendo una vida campirana en una comunidad indígena mientras aprenden las labores propias del oficio. Cerca del pueblo de Ocosingo en Chiapas, tienen unas bonitas cabañas, con baño, comedor y demás servicios, donde estarán más que contentos de recibir a gentes con la mente inquieta y el corazón dispuesto. Para llegar a su taller-exhibición aquí en Guadalajara, hay que subir por Av. San Jorge en la Colonia Seattle, hasta la gasolinera; ahí vuelta a la derecha dos cuadras, y otra vez a la derecha media cuadra; y en el Nº 34 de Torres Quintero (Tel 3165-5696), encontrarán algunas de las piezas de creación Co`Tantik. Que de a de veras son hechas… ¡de todo corazón! deviajesyaventuras@informador.com.mx Temas Pasaporte De viajes y aventuras Lee También Zacatecas y La Antigua: Viaje a dos joyas históricas de México El arte de saborear Nayarit Agencias de viaje en Jalisco ofrecen descuentos para adultos mayores con Inapam Un viaje por el tiempo en Cuitzeo, Michoacán Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones