Con el Dios de la vida

No nos cansaremos de gritar que el Dios de Jesús es el Dios de la Vida; y si el dios que llevamos en  el corazón es dios de muerte, tenemos por seguro que ese es un ídolo que no es el Dios de Jesús, no es el Dios que vino a enseñarnos y a revelarnos Cristo Jesús nuestro Señor.

El Dios que Jesús nos ha revelado es Dios de amor que da vida, que cuida la vida, la protege y la ama.

Quien está contra la vida está contra Dios

De esto hemos hablado ya, pero hay pecados muy graves que a veces se toman a la ligera, a los cuales ni siquiera se les da la debida importancia.

Estamos hablando concretamente del aborto, que es propiamente un atentado contra la vida, un asesinato deliberado.

Recuerdo hace años que Francisco Calderón publicó un cartón en el cual decía: “La mujer es un ser libre. Puede hacer de su cuerpo lo que quiera: pintarse, tatuarse, etc.Nadie puede reprocharle, agredirla, golpearla, ni matarla, sea cual sea su condición, y mucho menos si es un ser pequeñito, que no puede defenderse porque todavía es un fetito...”.

Otra forma sutil de matar

Otra forma sutil de matar que a veces ni se considera como pecado, es el tráfico y consumo de drogas.

Quien induce a la droga y lo hace por negocio, está cometiendo un pecado, porque mata en su víctima las neuronas y la dignidad, y muchos otros valores que cada uno puede mencionar, y lo ata como con cadenas invisibles a un vicio del cual difícilmente se podrá desprender.

Quien las consume se autodestruye. Automáticamente busca la droga porque ya no puede prescindir de ella.

Los nuevos “zombis”

Antiguamente nos impresionaban las leyendas de “zombis”, que eran seres humanos sin vida, pero que podían mmoverse, caminar, comer, trabajar en forma mecánica y dirigida. Después vinieron las leyendas, fantasías y un poco realidades sobre los robots, totalmete mecanizados.

El “zombi” ciertamente impactaba más. Pero no tenemos que ir demasiado lejos para encontrarlos. La persona drogada es exactamente un “zombi” que ha perdido la conciencia y la voluntad, y muchas veces también la capacidad de razonar.

Pobres criaturas, jóvenes y hombres, así como niñas, adolescentes y mujeres, que viven atados a las drogas y cometiendo delitos para obtenerlas y consumirlas. Quienes comercian la droga son verdaderos asesinos que están robando a la persona su verdadero ser.

Pensar como Jesús

¿Qué diría Jesús si tuviera ante sí una situación concreta como las que vivimos en la actualidad?

Sin duda, daría de latigazos a quienes tan infamemente lucran con la salud y la vida de aquellos a quienes tienen atados y envilecidos con tanta maldad.

Sin duda, también tomaría la palabra y diría con palabras consoladoras: Dios quiere a sus hijos de pie, sanos y libres, gozando de una vida plena, donde el eje sería el amor que la impulsa y la lleva por senderos donde se vive lo bueno y mejor.

Y aún hay más

Hay otros vicios en los cuales la persona se hunde por sí misma, pero también hay quienes le ayudan, por ejemplo los juegos de azar. El juego debería ser eso, no negocio, no extorsión. Cuando se involucra ganar o perder dinero, se pierde inevitablemente la dignidad, la fama, y se pierde vilmente el dinero, los bienes y con frecuencia hasta el patrimonio.

Autodestrucción

Este tema obliga también a decir una palabra acerca del suicidio, en el cual la persona misma se sale de la vida por la puerta falsa, se auto-autoriza a cortar la trama de la propia existencia.

Así no sólo se mata la vida, sino la esperanza y la posibilidad de futuro; lo cual también sucede en otras formas de atentados a la vida que estamos considerando, además del aborto y las drogas, cualquier otra forma que corta el fluir natural de la vida que Dios ha dado a los seres humanos con tanto amor.

Vida que Jesucristo defiende a costa de la suya propia, con la cual se abre una puerta a la vida perdurable y feliz que promete para toda la eternidad, a quienes viven y caminan por el mundo según sus enseñanzas.

María Belén Sánchez  fsp