Coahuila: Cuna de Dinosaurios

GUADALAJARA, JALISCO (25/OCT/2015).- Bien sabemos que los Estados del Norte de nuestro país se caracterizan por ser zonas más bien planas, desérticas y de climas extremosos. Si. Pero recordemos que todas estas tierras estuvieron bajo el mar durante muchos, muchos millones de años; y que las olas rompían muy adentro, en las playas, esteros y marismas de lo que ahora son los estados de Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, en donde Dinosaurios (*lagartos terribles), Tiranosaurios Rex (carnívoros), Hadrosaurios (*pico de pato), Pterodáctilos (* mamíferos voladores) y otros muchos… deambulaban entre conchas, caracoles marinos (*amonites), artrópodos extraños (*trilobites), y plantas, muchas plantas que formaban un conjunto por demás extraño para nosotros.

Efectivamente, otro era el entorno que existía en esas tierras, hasta que, supuestamente hace unos 65 millones de años, cayó el meteorito Chicxulub en las costas de Yucatán. Enorme roca celeste que lanzó tanto polvo y vapor de agua que el cielo se opacó, el Sol dejó de brillar, las plantas se secaron, los animales herbívoros murieron, y los carnívoros quedaron sin alimento, ocurriendo así una de las mayores extinciones de la historia.

Los cuerpos inertes de estos seres quedaron expuestos a los nuevos escenarios de los continuos cambios del planeta. Algunos de ellos —los más afortunados para nosotros— casi al momento de su muerte fueron cubiertos por finas arenas que, al protegerlos de la destrucción inclemente de los sucesos de esa época, pudieron dejar su impronta mediante el larguísimo proceso de fosilización.

Fosilización le llamamos a la serie de cambios físicos y químicos que —con la ayuda indispensable del agua— le han ocurrido a un organismo que, después de morir conservó sus características estructurales, como huesos, dientes, conchas, caparazones etc., en los que la intrusión de nuevos materiales en sus poros —ahora más abiertos— o la sustitución completa por algunos minerales existentes en el entorno, se lograron conservar, ya sean sus moldes, su figura, sus coprolitos, sus huellas, o quizás  algunas trazas significativas.

Para averiguar la edad de ellos, en algunos casos se ha usado el famoso método del “Carbono 14” —muy difícil de explicar en un espacio como este— que a grandes rasgos, es la medición de la pérdida de los isótopos radioactivos inestables existentes en el objeto. (?)

Unas breves notas para ubicarnos en el tiempo:

1.- Ante el revelación de la posibilidad de la existencia de otros muchos “universos paralelos”, parece ser que “nuestro” Universo vino a aparecer hace unos 13 mil 600 millones de años, a partir —quizás— de la explosión de la “partícula esencial de gravedad infinita” de un agujero negro.

2.- Según minuciosos estudios en rocas, fósiles y meteoritos encontrados, nuestro planeta se formó hace 4 mil 550 millones de años.

3.- Hace 3 mil 800 millones de años, fue que el milagro de la vida comenzó a aparecer en la Tierra

4.- Las primeras formas animales emergieron en el periodo Cámbrico, hace 570 millones de años.

5.- Los Dinosaurios y similares, que existieron durante 135 millones de años, desaparecieron hace 65 millones de años.

6.- Los humanos han existido desde hace tan solo 100 mil años; y los conglomerados sociales más primitivos aparecieron hace solamente unos 5 mil años.

7.- O sea que los humanos, tan solo hemos habitado nuestro viejísimo planeta durante los últimos y brevísimos instantes.

8.- Como las placas continentales se movieron (y se  siguen moviendo) y los hielos de las glaciaciones redujeron la superficie del mar, las tierras norteñas  emergieron para formar ya parte de nuestro continente.

9.- En donde había playas, esteros, lagunas, malezas y pantanos, ahora, bajo esa superficie encontramos carbón. Y donde ahora es desierto, es que podemos encontrar los vestigios fosilizados de quienes alguna vez habitaron el planeta.

10.- Por eso es que en Coahuila -que es parte del Desierto de Chihuahua- entre las desérticas capas sedimentarias podemos encontrar tantos vestigios naturales: invaluables libros abiertos sobre la evolución de la vida y de la geología mexicana.

NB: Para hacer un viaje por la zona recomendamos: primero llegar al espléndido Museo del Desierto en Saltillo, y ahí “perder” un par de días como introducción al tema. En seguida emprenderla por la carretera que va a Torreón para “d e s p a c i t o” curiosear por General Cepeda, Narigua, Jalpa, Rincón Colorado y Parras. Y si se tiene tiempo —y ganas— subir hasta Cuatro Ciénegas para enterarse de los increíbles “estromatolitos”. Fósiles vivientes, que son una de las primeras formas de vida que surgieron hace más de 3 mil millones de años.

Espléndidos lugares para realizar quienes somos y de donde venimos…
                                  
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