Capulálpam, un sitio para la aventura

GUADALAJARA, JALISCO (28/SEP/2014).- En 2007, la localidad de Capulálpam de Méndez, en Oaxaca, fue declarada de manera formal por la Secretaría de Turismo (Sectur) como uno de los Pueblos Mágicos del país; se trata de un sitio situado en uno de los extremos de la Sierra Juárez y justo en el centro geográfico de la Entidad, muy cerca del afamado Ixtlán, y que es célebre por el Templo de San Mateo, construcción que data del siglo XVII y que integra los estilos barroco y neoclásico en su hechura, asimismo, posee algunos retablos de diversas épocas, todos manufacturados bellamente en maderas preciosas.

La declaración de este municipio oaxaqueño como Pueblo Mágico obedece a que constituye un pequeño poblado cuya principal característica es poseer y preservar lo que Sectur llama “la otra riqueza”, es decir, la tradición y el encanto de sus construcciones, la vida cotidiana que no se parece a lo citadino, los olores y sabores de antaño, los testimonios de un paso del tiempo distinto, que se refleja en sus colores y habitantes.

Ahora, Capulálpam de Méndez no sólo tiene una gran riqueza cultural e histórica, sus construcciones y centenarias tradiciones se combinan con un potencial que turísticamente aprovecha su entorno natural, de modo que su geografía permite numerosas actividades de lo que hoy se conoce como “ecoturismo” y que, cada vez más, ganan terreno en la preferencia de los viajeros.

Las primeras noticias
La historia del lugar se remonta a la época precolombina; se dice también que sus habitantes, junto con los de Yahuiche, Ixtlán y Lachatao, opusieron resistencia a los conquistadores españoles. Con todo, en una fecha tan temprana como 1521 se reportan los primeros deslindes de tierras y establecimiento de puntos límites en estos territorios de la sierra.

Más tarde, el pueblo fue encomienda de Juan Muñoz Cañedo a mediados del siglo XVII, y sólo constaba de cuatro barrios que pagaban tributo de manera independiente (de hecho, su formación sigue basada en esos cuatro barrios); más de un siglo después, en 1775, al “descubrirse” la mina de Dolores, se fundó asimismo la primera hacienda de “beneficio de oro y plata” en los lindes del pueblo; desde esa época aumentó el flujo de personas y se convirtió en “pueblo minero”.

Durante la época colonial, se conoció como San Mateo Capulálpam, pero en 1936 cambió su nombre por el que ostenta actualmente (con el apellido de un liberal colaborador de Juárez).

Una opción alternativa y de aventura
A nivel mundial, lo que se conoce como “turismo alternativo” cubre buena parte de las actividades que el turismo convencional no ha podido satisfacer, sobre todo para aquellos que buscan no sólo la recreación, sino interactuar con el medio ambiente y la etnocultura de los destinos y con una actitud de respeto hacia el entorno natural y cultural.

Por sus características propias, el ecoturismo florece en Oaxaca y Capulálpam no es una excepción porque en este sitio y sus alrededores se pueden realizar actividades recreativas de apreciación y conocimiento de la naturaleza, interactuando con ella.

Como en el resto de la entidad, las actividades principales de ecoturismo son la natación (en balnearios naturales), observación de fauna, de flora y atractivos paisajes, además de los programas de cuidado y preservación del medio ambiente.

Previsto también como sitio ideal para el “turismo de aventura”, no debe olvidarse que cualquier actividad recreativa de este tipo involucra ciertas habilidades físico-deportivas, pues no están libres del riesgo que implica entrar en contacto directo con la naturaleza; así, desde vuelos en parapente, buceo, descenso en ríos, kayaquismo y pesca recreativa, las opciones también incluyen cabalgatas, caminatas, ciclismo de montaña, escalada y descenso en roca.

Del centro a la periferia
Capulálpam es un rincón perfecto para el viajero que busca la placidez de la provincia y la arquitectura tradicional o colonial; resaltan sus construcciones de adobe, madera, tejas y, especialmente, la cantera amarilla, a todo lo cual se suma la proverbial hospitalidad de sus habitantes.
Se recomienda un paseo por las empedradas y empinadas calles, o conocer el templo de San Mateo (patrono del pueblo); asimismo, en el centro de Medicina Tradicional del lugar, los médicos tradicionales pueden compartir su experiencia ancestral a través de “limpias”, masajes o baños de temazcal, y ofrecen medicamentos naturales elaborados por ellos mismos.

Para los visitantes, se recomienda visitar el paraje “Los Sabinos”, donde se alzan altos y antiguos árboles; también el mirador “El Calvario”, que brinda una panorámica espectacular del pueblo; de igual modo, se puede ir a “La Cueva del Arroyo”, llena de curiosas figuras esculpidas por la naturaleza en la roca; otro posible recorrido sería al paraje “La Y”, a pie o en bicicleta de montaña, para admirar los bosques de pino y encino, así como diversas aves, flores, helechos u hongos.

Finalmente, en el centro recreativo “Los Molinos” se puede disfrutar de una tirolesa de 100 metros de largo que cruza el río desde una altura de 30 metros, para así atravesar luego el puente colgante; además, se puede rentar una bicicleta y hacer el recorrido dentro del propio centro.
¿Desea más? Vaya al “Cerro Pelado” para caminar a través de un sendero antiguo o “camino real”, que comunicaba a Capulálpam con otros pueblos cercanos.

TOMA NOTA

¿Cómo llegar?

Capulálpam de Méndez se localiza 70 kilómetros al noreste desde la ciudad de Oaxaca; si se viaja en transporte público, se puede abordar en la Terminal de Autobuses de Segunda Clase de la capital del Estado uno de los autobuses de la línea “Sociedad Cooperativa Benito Juárez”, o bien taxis colectivos ubicados cerca del Monumento a Juárez (entronque de la carretera federal 190 con la carretera federal 175).

SABER MÁS

¿Dónde dormir?

Se cuenta con 16 cabañas de adobe (con capacidad para 58 personas), con baño y chimenea; además de 5 casas particulares (que pueden alojar a 57 personas).

Para la alimentación, hay un restaurante ubicado en el centro recreativo “Los Molinos” (con capacidad para 60 personas) donde se sirve comida regional y truchas de criadero; aunque también se habilitó una cafetería en el área de cabañas.