Suplementos | El sitio de los Guachimontones no es sino el principal exponente de una cultura que dominó Occidente por casi mil años Arqueología: Teuchitlán, cultura del volcán El 12 de Julio de 2006 la UNESCO declaró el Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales, que incluye 34 mil 658 hectáreas del área de Teuchitlán –entre las faldas del Volcán Tequila y el cañón del Río Grande, que incluye el sitio arqueológico Guachimontones- como Patrimonio de la Humanidad. Por: EL INFORMADOR 19 de junio de 2008 - 16:47 hs Por: José Langarica Comala es en cierto sentido la Pompeya de Occidente: Un evento volcánico aniquiló por medio milenio la ocupación de todas las culturas en Colima, merced a una gruesa capa de ceniza volcánica. Curiosamente, cientos de kilómetros al Norte, prevalecía otra civilización desarrollada a las faldas del volcán de Tequila. Y ahora volvería a hacerlo en las cercanías del Volcán de Colima, cuando “Teuchitlán ya estaba maduro”, relata el arqueólogo Philip Weigand del Colegio de Michoacán. Aquella era “una zona de buenísimos suelos, mucha agua y también obsidiana”. “El auge de Teuchitlán es más o menos por el año 300 después de Cristo, pero esta tradición viene como del 400 antes al 400; casi 800 años”, explica por otra parte el arqueólogo Otto Schöndube. Un campesino tropezó con los restos de la ciudad de Pompeya en 1748, mientras comenzaba los trabajos de desentierro para su siembra. El encuentro con los Guachimontones de Teuchitlán siguió un camino no muy disímil en 1969: “Fuimos a los sitios donde han encontrado tumbas de tiro, y luego luego notamos arquitectura monumental asociada con dichas tumbas”, recuerda Weigand, quien junto a su esposa Acelia García, por más de 38 años se ha dedicado al estudio de la tradición Teuchitlán. “En muchos casos están debajo de las plataformas formando el último de los círculos concéntricos. Y entonces supimos: ‘bueno, este no va a ser un verano viendo ranchos’”. Queda lugar para la ironía. Antes de Teuchitlán, Occidente había sido la única zona en todo Mesoamérica “definida por lo que no había: no hay arquitectura monumental, no hubo ciudades, no hay, no hay”. Para 1970 se hizo una expedición de gran calado basándose en aerofotografías revelando a las ruinas pululando por todos lados. Aunque la exploración arqueológica y su reconstrucción formal iniciaron en 1999, la investigación fue financiada en la década de los setenta por una organización hoy inexistente: el Mesoamerican Cooperate Research. Teuchitlán fue “el primer experimento de vida civilizada en el Occidente de México. Y la zona entre Ahalulco y Tala, que incluye a los Guachimontones de Teuchitlán, fue la primera ciudad, la primera Guadalajara”. Emocionado, Weigand –hijo del Estado norteamericano de Nebraska- muestra las fotografías de los juegos de pelota: “Los más grandes de todo Mesoamérica hasta la construcción de uno más grande en Chichen Itzá, más de mil años después”. Tumbas de tiro monumentales; tres mil 200 hectáreas de chinampas; y miles de unidades habitacionales. “Fue una zona que se desarrolló en una manera diferente a todos sus vecinos, y en parte a costa de ellos”. La extensión de esta cultura fue también vasta: cubría el Norte de Jalisco y el Sur de Zacatecas; llegaba hasta los estados de Querétaro y Guanajuato; el Norte de Michoacán; el Estado de Nayarit y, el Sur y Centro de Sinaloa. ¿Por qué Teuchitlán? Otto Schöndube da una respuesta: “Muchas de la culturas prehispánicas no sólo de Jalisco sino de todo México (sobre todo las anteriores al periodo histórico, narradas según las crónicas o los códices) son culturas anónimas. Entonces nosotros los arqueólogos las bautizamos casi siempre con el nombre del lugar donde las encontramos: ¿qué cultura hizo el Ixtépete? La cultura del Ixtépete (ríe), porque es el sitio representativo. Lo mismo se puede preguntar sobre qué grupo hizo los llamados Guachimontones que son anteriores. Pues a eso se le ha dado el nombre del área donde se han encontrado los Guachimontones y Weigand habla por eso de la tradición Teuchitlán”. “La arquitectura es muy interesante, porque aunque hay unos 400 de estos edificios, en realidad es nuestra aportación al repertorio mundial de arquitectura. Es único. Netamente jalisciense”, celebra Weigand. Se cree que estas estructuras de forma circular eran utilizadas para ceremonias en honor al dios del viento Ehécatl (cabe notar aquí la relación de los Guachimontones con otras etnias nahuas), lo cual incluía “el juego del volador”, con un sacerdote remontando un poste elevado, haciendo los honores a la divinidad. Dicho mástil era colocado en la cima de los montículos, todos siguiendo formas circulares: pirámide circular, patio y banquetas también circulares, a excepción del juego de pelota: 90 metros en su cancha, 111 metros en su extensión total. “Todo estaba pintado, muy alegre”, señala Weigand. Estos antiguos jaliscienses se especializaron en la utilización de la obsidiana en sus artesanías y esculturas, y no es de sorprender, ya que el eje volcánico entre Tequila y el Colli, es el tercero o cuarto en el número de yacimientos y la calidad de obsidiana en todo el mundo. La hay de todos colores. Usted puede preguntar el color y ahí está. El centro interpretativo El diseño del centro interpretativo que se construirá en Guachimon- tones es del arquitecto Francisco Pérez Arrellano. “El edificio es circular y muy llamativo. La museografía va a ser (creación) de su esposa”, señala Weigand. Tomando en cuenta la virtual conclusión de las excavaciones en los Guachimontones, se ha considerado oportuno el levantamiento de un centro interpretativo, para el cual la Secretaría de Cultura de Jalisco invertirá 28 millones de pesos, incluyendo edificación, museografía y senderos interpretativos. No queda sino esperar que el futuro de dicho centro sea tan redondo como circulares son los monumentos de Teuchitlán. Temas Tapatío Lee También Samuel Kishi y su cine que cruza fronteras y generaciones Un museo vivo: Experiencias y arte en el Cabañas La gran estafa que nos hizo “americanos” El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones