Apuntes de mi libreta

GUADALAJARA, JALISCO (24/OCT/2010).- Por si no fuera suficiente la crisis por la que atraviesa el sector aeronáutico de nuestro país      –y el sector turístico en particular-, el Aeropuerto de Guadalajara (Grupo Aeroportuario del Pacífico) ha vuelto a ser impugnado, pero ahora a nivel nacional, nada menos que por Enrique Beltranena, director general de la línea aérea de bajo costo Volaris.

Si bien es cierto que desde hace años los sectores productivos de Jalisco se han manifestado una y otra vez en contra de la administración del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), sin que a la fecha haya autoridad alguna que tome el problema “por los cuernos” y atienda a los pedidos de los usuarios para que el aeropuerto de la segunda ciudad más importante del país cuente con un servicio digno y eficiente, acorde a la categoría de la capital tapatía, pero sobre todo a los costos que se tienen que cubrir para poder hacer uso de las instalaciones (DUA), pues ahora la denuncia se hizo pública, precisamente durante la Consulta para la Creación de una Nueva Política Aeronáutica, organizada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en la Ciudad de México, por lo que habría que esperar alguna respuesta de parte de la dependencia.

Beltranena afirmó durante su participación en la mencionada Consulta, que a la fecha han sorteado no menos de 10 incidentes en el Aeropuerto de Guadalajara, los cuales han significado un riesgo para los pasajeros, además de lo que podría implicar en materia económica, de llegar a presentarse alguna tragedia, por la falta de atención de los responsables del Aeropuerto, así como de las autoridades competentes para sancionar al GAP.

El director general de Volaris enfatizó que en el Aeropuerto de Guadalajara las cosas van de mal en peor, pues “ahí los aviones se tragan algo que va desde una lechuza hasta piedras o pedazos de asfalto. Guadalajara es un aeropuerto preocupante y lo hemos denunciado a la DGAC y al subsecretario, pero no hemos tenido respuesta”.

Ante tales evidencias, es de desear que se lleven a cabo las investigaciones del caso, ya que en algún momento pudiera presentarse un accidente de muy lamentables consecuencias y entonces sí, “ahogado el niño, no faltará quien quiera tapar el pozo”.

Por otra parte, también es de esperarse que con la participación de todos los sectores involucrados en la industria aeronáutica, finalmente se pueda constituir una “Nueva política aeronáutica para México”, pues de lo contrario, los diferentes riesgos a que hoy se ve expuesta la industria irán empeorando, y los “buitres” internacionales que ya surcan en el espacio aéreo de nuestro país, continuarán siendo los únicos beneficiados, gracias a las políticas fallidas de nuestras autoridades.