Lunes, 19 de Mayo 2025
Suplementos | Delicias culinarias, maravillas arquitectónicas y un paseo por la naturaleza

A pie por Atotonilco el Alto

Delicias culinarias, maravillas arquitectónicas y un paseo por la naturaleza es parte de la oferta de este destino en la región Altos

Por: EL INFORMADOR

Parroquia de san miguel arcángel. Centro de fe y hermosa postal de esta ciudad alteña, con su característica torre de cantera. EL INFORMADOR / F. Gónzalez

Parroquia de san miguel arcángel. Centro de fe y hermosa postal de esta ciudad alteña, con su característica torre de cantera. EL INFORMADOR / F. Gónzalez

GUADALAJARA, JALISCO (20/SEP/2015).- Hay una fuerza invisible que mueve a todo viajero a subirse al camión, avión, coche o simplemente ponerse la mochila al hombro. Una que lo empuja en todas direcciones, sin mayor promesa que encontrar aventura y conocimiento a lo largo de la travesía. Y algo muy parecido ocurrió el día que decidí empacar ligero e ir a conocer Atotonilco el Alto, nada más por el gusto de hacerlo.

De “Atoto”, como cariñosamente lo nombran sus habitantes, yo conocía más o menos lo mismo que dicen las viejas guías de viaje: Que las carnitas son deliciosas, que su gente es amable y el clima es benigno casi todo el año. También que su arquitectura (mucha de ella de cantera en su zona centro) es una maravilla y que la fe en esta zona se guarda con celo.

Lo primero que puedo confirmar es que en efecto, Atotonilco el Alto es una ciudad de la que se sientes orgullosos sus habitantes y donde siempre vas a encontrar a alguien que te guíe o te ayude con una sonrisa. La llamada “Puerta de los Altos” guarda un parecido con otras ciudades de esta región del Estado, pero también tiene muchas cualidades que la hacen única.

Por ejemplo, Atotonilco es un espacio donde es mejor caminar despacio. Así sus calles se disfrutan más y el tiempo para apreciar los detalles corre con calma. Mientras el Centro de la Perla Tapatía se tiene que vivir de forma acelerada por el eterno vaivén de paseantes, en “Atoto” te puedes sentar en su plaza principal y disfrutar de una rica nieve o una agua fresca, mientras te llenas la pupila con la belleza del Templo de San Miguel Arcángel.

Divinidades celestiales y culinarias

La Parroquia de San Miguel Arcángel domina el  horizonte de Atoto, y para los que apenas conocemos la ciudad, es un excelente punto de referencia. Me tocó llegar a la ciudad justo para la misa matutina. Como en buena parte de los Altos de Jalisco, las celebraciones religiosas son seguidas con celo por sus habitantes, y durante las mismas buena parte de la ciudad se paraliza.
Uno de los detalles que llaman la atención de la parroquia es su espectacular torre de cantera morada, diseñada por el arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras, cuya monumental obra se puede apreciar en buena parte del Bajío, Querétaro y Michoacán.

Ya con apetito, caminé un par de cuadras desde la plaza municipal hasta el Mercado Hidalgo, donde se encuentran las delicias de la ciudad. En el primer piso encontrarás dulces típicos, recuerdos y enceres domésticos, mientras que en el segundo están los locales de comida.

El olor de la birria, las carnitas y los tacos es una tentación enorme para cualquier viajero, y mi recomendación como siempre es ir con hambre, porque hay mucho, pero mucho por probar, siempre con porciones generosas y a buenos precios.

Como digestivo o por el puro gusto de probarlo, te recomiendo que busques el rompope Atotonilli, una de las bebidas clásicas de la zona, y que con los años ha ido extendiendo su presencia a otras ciudades y hasta entidades, aunque la “mera mata” se encuentra aquí. Es omnipresente en las vinatería de la zona.

Hora de la aventura

Si vas temprano a Atotonilco el Alto, te recomiendo que visites sus dos zonas naturales: El parque Taretan y el Parque Los Sabinos. Si llegas a Atoto en autobús foráneo, te saldrá en 60 pesos (más o menos) llegar hasta ellos en taxi, pues se encuentran fuera de la ciudad.

Por cuestión de tiempo, el parque que visité en esta vuelta fue el de Los Sabinos, al que puedes llegar incluso en tomando camión urbano desde Atoto. Y lo que me encontré fue una maravilla.

Verde hasta donde se pueda apreciar y enmarcado por el murmullo del Río Sabinos a un costado, la zona ecológica es una maravilla que vale la pena conocer, ya sea para descansar cobijado por la naturaleza, o para organizar una parrillada acompañado por los amigos y la familia. La entrada es gratuita, mientras que el precio por estacionar tu coche es de $10 pesos.
Atotonilco el Alto está en coche a más o menos una hora y media de Guadalajara (depende el tráfico) y poco más de dos si te vas en camión. Los recuerdos que promete dejar en tu mente te acompañarán por siempre.

Toma nota

¿Cómo llego?

Si viajas en automóvil particular, toma la salida a Zapotlanejo. A partir de allí encontrarás los señalamientos para llegar a Atotonilco. Como referencia, a medio camino encontrarás Tototlán, famoso por su producción lechera.

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