50 años cabalgando

GUADALAJARA, JALISCO (12/ABR/2014).- Preguntarse por qué hay tantos fans del Mustang es como preguntarse por qué hay tantos fans de los caballos y de las destrezas ecuestres: ambas figuras simbolizan poder, fortaleza y distinción.

Desde que en 1964 el primer modelo de este auto irrumpió en el mercado norteamericano para conformar el segmento de los Pony cars —largos, altamente personalizables, con aura deportiva y económicamente accesibles— al que después se montaron otros como el Camaro y el Challenger, el Mustang ha cultivado una nutrida base de seguidores que sigue creciendo.

El 17 de abril se celebran 50 años desde la aparición del primer Mustang. Por eso, el Mustang Club Guadalajara hizo una celebración conjunta para festejar a su amado e icónico coche así como sus 30 años de existencia como club y 13 como asociación civil, que cumplieron el pasado 14 de febrero.

La fiesta incluyó una exhibición de carros en Avenida Vallarta el sábado 5 de abril, y el siguiente domingo se dieron cita en el Autódromo Guadalajara para mostrar el músculo de estos autos en los arrancones.
Al lugar llegaron más de 100 dueños de vehículos tanto miembros del club como aficionados de otras ciudades de la república, entre ellas Aguascalientes, León, Celaya y Tepic.

En un ambiente familiar desfilaron por la pista modelos desde la primera generación hasta los más recientes disponibles en el mercado. Algunos de ellos, bien pulidos y en impecable estado, conservan la mayoría de los elementos originales y lucen orgullosos su carrocería. Otros corceles han sido modificados con motores de más potencia para aumentar su poder de aceleración.

La historia de una “mustanguera”

Puede que el Mustang esté mayormente asociado con características varoniles, pero muchos olvidan que este Ford fue uno de los carros de la muñeca más famosa del mundo, Barbie. Incluso salió al mercado un pequeño Mustang eléctrico color rosa, para que niñas de cuatro a siete años se subieran y “condujeran” este icono americano.

Vanessa Solorio, miembro del Mustang Club Guadalajara, es fan de estos coches desde hace 15 años. Ella y su esposo se unieron a la asociación civil hace una década y son dueños de un Mustang 1973, un fastback rojo con líneas negras y su característica trompa ancha.

Vanessa cuenta que el carro perteneció antes a su tío, quien en un principio no lo quería vender hasta que se puso a platicar con su esposo. “Tanta era su afición por el carro que supo a quién dejárselo”, reflexiona.

Desde que lo adquirieron hace seis años, el carro ha sufrido diversas modificaciones: restauraron los interiores, pintaron toda la carrocería y arreglaron los componentes que estaban dañados.

La mustanguera cree que el Mustang es popular porque es “Muy vistoso. Es un carro muy bonito y tiene mucha historia”. Aunque el primero en adquirir la afición fue su marido, considera que gracias a iniciativas como el club, “los hombres nos involucran a nosotras y como familia venimos a apoyarlos”.

Todos los viernes a partir de las 21:00 horas, los miembros del Mustang Club Guadalajara se reúnen en la agencia Ford Country para ver nuevos carros y discutir sobre modificaciones que les hacen a los suyos.